La Wii U ha supuesto para Nintendo un enorme batacazo. No es fácil pasar de la Wii, la consola más exitosa de la pasada generación, al desastre en ventas de Wii U. Para enmendarse Nintendo tiene un plan arriesgado, desarrollar consolas para mercados emergentes.
Esto se une al hecho de que China a levantado la prohibición de la venta de consolas desde hace unos meses y, aunque China no se puede llamar precisamente un mercado emergente ahora que está a punto de convertirse en la primera potencia mundial, en cuestiones consoleras sí que está “en pañales”.
Recordemos que la prohibición de las consolas en China llevaba 13 años en vigor, y aunque se podían obtener en el mercado negro, las dificultades y escasez provocaron un gran florecimiento de los videojuegos de PC y los MMORPGs en dicho país. Conscientes de ello, Nintendo planea la creación de consolas de bajo precio dedicadas expresamente a China y otros países.
Podría entenderse como un paso natural de los juegos casual que enfatizaron con la Wii, y una manera de desmarcarse de la búsqueda de potencia y hardcore gamers de Playstation y Xbox. Su idea es que consolas y videojuegos estén listos para 2015/16, pero queda la duda de cómo se enfrentará Nintendo a los juegos en smartphones, tablets y consolas Android, que desde su inicio han despreciado y ahora parecen haberse apoderado de este suculento mercado.
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