Sostiene Hernán Casciari en su último libro, «El nuevo paraíso de los tontos» (Ed. Plaza Janés), que Internet se ha convertido en el punto de encuentro de aquellas personas que siempre cultivaron aficiones extravagantes y excéntricas habilidades desde el anonimato.
La Red sería para ellos ese Edén que les permite compartir inquietudes, por peculiares que éstas sean, con otros usuarios; en algunos casos excepcionales, incluso una vía para alcanzar cierta fama efímera.
Éste sería el caso de Joanna Lopianowski-Roberts, una bordadora de 44 años de edad afincada en San Francisco que ha emulado la obra maestra de Miguel Ángel, la Capilla Sixtina, en punto de cruz. Michelangelo di Lodovico Buonarroti Simoni —Miguel Ángel, bendita síntesis— tardó cuatro años en pintar la majestuosa bóveda vaticana —de 1508 a 1512—; Joanna ha empleado nada menos que diez en terminar su réplica, dedicando al singular empeño una hora diaria.
628.296 puntos en 1.809 combinaciones de color diferentes. Nos lo explica con detalle en su libro «In the Footsteps of Michelangelo», un completo manual de instrucciones para aquellos que quieran seguir sus pasos. La historia la encontramos en el blog «No puedo creer que lo hayan inventado». ¿Os animáis con la aguja?
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