Pueblo en Linea
Los sucesivos casos de suicidio ocurridos en lo que va del presente año en el recinto de la compañía Foxconn en China han sido el foco de comentarios de la opinión pública. El suicidio “a estilo chino” ha atraido la atención pública por primera vez.
La causa de esas tentativas del suicidio en China no solo consiste en la enfermedad mental, sino se debe principalmente a que los suicidas se adherían a la ética tradicional de “dar la vida por la causa justa” o se quitaban la vida por problemas familiares.
Es por eso, no se puede explicar semejantes casos en China con los métodos que se usa en el Occidente para estudiarlos y a impedirlos. O sea, el suicidio ocurrido en el Occidente es un problema siquiátrico, mientras tanto, es un problema social o de de salud pública en China.
Los casos del suicidio en China representan más de la cuarta parte del total de un millón en el mundo. Y las siguientes estadísticas también son sorprendentes: más de 287 mil chinos se han quitado la vida por término medio anual, además de otros dos millones de tentativas de suicidio. Con 23 suicidios por cada 100 mil habitantes, China figura entre los países donde hay más gente que se suicida. El suicidio es la quinta causa de muerte en el país.
En 2002, el siquiátra canadiense Michael Phillips y sus colegas chinos Li Xianyun y Zhang Yanping publicaron un artículo titulado “El Suicidio en China, 1995-1999”, en la revista The Lancet, que atrajo la atención pública. El que China sea uno de los países donde hay más gente que ha recurrido a modelos propios para quitarse la vida ha sido el foco del estudio del problema.
El doctor Phillips afirma que el número de suicidas en las zonas rurales de China son de tres a cinco veces la cifra registrada en la urbanas, y las suicidas femeninas han sido de un 25 por ciento más que los de sexo masculino. El suicidio es la primera causa de muerte entre las personas entre 15 y 34 años de edad en China, en contraste con los países del Norte de América donde es la tercera o cuarta causa de muerte.
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