«Los medios están contratando a gente inexperta como "community manager"»

Fuente: ABC.

Lleva años en el campo de la tecnología y su proyecto de «en.red.ando» se convirtió hace años en una referencia indiscutible como publicación digital especializada en contenidos tecnológicos y relacionados con internet. Luis Ángel Fernández Hermana, periodista y consultor, vuelve a liderar una iniciativa innovadora y con gran proyección de futuro. Se trata del primer Laboratorio de Redes Sociales de Innovación, cuya puesta en marcha ha sido posible gracias al apoyo del CitiLab catalán.

La creación de este laboratorio no es algo aislado en la trayectoria de Fernández Hermana, sino una continuación de «en.red.ando» y, más en concreto, de su espacio «en media», donde ya entonces se trataba el concepto de la reorganización social dentro de la Red y que ahora ha derivado en las populares redes sociales.

Lo cierto es que con esa experiencia a sus espaldas, Fernández Hermana ha querido contribuir al debate en torno a las redes sociales desde una perspectiva práctica y realista y, por esta razón, ha construido un laboratorio donde, lejos de teorías y abstracciones, se tratará de formar a profesionales de distintos ámbitos qué es esto de las redes sociales y cuáles son sus problemas. Y este es precisamente el objetivo: «necesitamos profesionales mejor preparados y más capacitados para hacer frente a los inconvenientes que plantean las redes sociales», asegura.

Capacidades comunicativasUnos problemas que, según explica, se presentan en diferentes planos. Por un lado, están los problemas de diseño de la propia red: ¿de qué manera se estructura? ¿qué tipo de actividades se van a poder hacer en ella? Son sólo algunas preguntas. En este caso, lo ideal es que se mezclen los elementos más punteros de la tecnología y la reorganización de la red. Por otro lado, se encuentran todas las cuestiones relativas a la gestión y, dentro de ésta, es esencial todo lo que tiene que ver con la moderación o la dinamización.

En el capítulo de la dinamización, en opinión de Fernández Hermana, se tienen que tener muy en cuenta determinados requisitos. Uno de ellos es el que fija la sistemática sobre cómo se debe actuar dentro de una red social, los objetivos y qué pautas se tienen que seguir para entrar en comunicación con sus miembros y, en segundo lugar, es imprescindible que la persona que se encarga de la función de moderar tenga «la capacidad de comunicar, que tenga conocimientos de psicología social e, incluso, de antropología, puesto que va a tener que organizar tribus», sostiene el periodista y consultor.

Finalmente, también son importantes los aspectos vinculados al desarrollo de la red. Aquí se encuentran las funciones de programación y despliegue de aquellas plataformas tecnológicas necesarias para que se desarrolle la comunidad.

Profesionales sin preparación

La formación en cada uno de estos sectores debe ser germen del surgimiento de nuevas profesiones que ya empiezan a demandarse en ciertos mercados. Según Fernández Hermana, el Laboratorio de Redes Sociales de Innovación nace con la vocación de ofrecer una oferta formativa adaptada y que se ajuste a lo que piden las empresas. En este sentido, su mayor carta de presentación hasta ahora es el Programa de Aprendizaje, que se puso en marcha el pasado año con un plan de formación sobre Asociacionismo 2.0. El curso tuvo muy buen acogida y todo apunta a que las próximas ediciones también la tengan. De hecho, se acaba de anunciar el lanzamiento de un nuevo programa de aprendizaje y ya han recibido setenta solicitudes.

Luis Ángel Fernández Hermana no pierde el contacto con los medios, a los que conoce mucho y bien. Se muestra bastante crítico con la estrategia que se han marcado en su relación con las redes sociales. «Los medios han dado una visión distorsionada de las redes sociales, sólo hablamos de Facebook, Twitter y Tuenti y esto no debería ser así».

Pero no sólo eso. Entiende que la figura del 'community manager', tan de moda en el mundo del periodismo digital y que algunos medios han incorporado a sus redacciones, no se ha entendido y se está contratando a «gente amateur y gente que se mueve más por el sentido común que por lo que realmente significa este puesto». En definitiva, son «profesionales inexpertos a quienes se les coloca como community manager y a quienes se les mandará a otra sección si hay necesidades para ello», señala sin ambages, pues «quienes les dan las órdenes tampoco tienen proyecto ni han comprendido sus funciones». «No existe una cualificación como ocurre, por ejemplo, en Estados Unidos, donde se está investigando y aportando mucho en relación a esta nueva profesión».