Fuente: BBC Mundo.
"Antes esto existía sólo en las películas de Hollywood, pero ahora es realidad". Con estas palabras, el israelí Amir Beeri -jefe de tecnología de la empresa Camero- presenta a la BBC la serie de aparatos capaces de captar cabalmente lo que está sucediendo del otro lado de una pared.
"No se trata de una cámara de fotos en el sentido común de la palabra sino de otra forma de ver", aclara, explicando que "lo que captamos son las ondas electromagnéticas que los objetos transmiten".
Los aparatos (Xaver 300, 400 y 800, en sus distintas versiones) traducen esas ondas en imágenes que indican a los usuarios, si del otro lado de la pared hay algo, si son cuerpos inertes o gente en movimiento, cuánta gente hay y en qué posición se encuentra.
En vivo y en directo
Pudimos comprobar directamente el funcionamiento de los Xavers al llegar a las instalaciones de Camero en la localidad israelí de Kfar Netter. Allí nos recibió Shai Castoriano, vicedirector general de la empresa, encargado de mercadeo.
En la habitación a la que se nos sumó casi de inmediato Amir Beeri, había una gran pantalla tras la cual se veía una habitación vacía. Era el cuarto del otro lado de la pared.
"Ahora verás cómo esto funciona", dijo Amir, señalando el aparato con forma similar a una X, colocado sobre la pared de ladrillos que separa el sitio en el que nos hallábamos de esa habitación del otro lado.
Shai se levantó y salió de la pieza. A los pocos segundos, vimos en el aparato de la pared, nuevas señales de color. Era Shai, o mejor dicho, las ondas electromagnéticas que su cuerpo transmitía y que el aparato captaba y traducía.
Las señales avanzaban y cambiaban de acuerdo a los movimientos de Shai del otro lado y permitían inclusive ante nuestro ojo aún no acostumbrado al sistema, captar cambios de altura, lo que Amir nos explicaba podía indicar si una persona se agacha, se acuesta, si está en posición horizontal o parada.
"Es importante destacar que con estos aparatos podemos captar también objetos estáticos totalmente", aclara Amir Beeri. "O sea, tanto gente que no se mueve (podría inclusive ser un cuerpo sin vida) como mesas, sillas, y por supuesto otras paredes y puertas, lo cual es clave para conocer la estructura de una habitación".
"Estos datos son de hecho información de inteligencia muy importante antes de un operativo, lo que puede determinar la diferencia entre el éxito o el fracaso del mismo", resume.
¿Para qué se usa?
Esto lleva a Amir y Shai a aclarar lo que parecía evidente desde un principio, respecto a las situaciones en las que se utilizan los Xavers: para unidades especiales en operativos militares, para fuerzas policiales que luchan contra el crimen común y para operaciones de rescate, sea en caso de secuestros o de gente atrapada, por ejemplo, en un incendio.
"Por eso elegimos este nombre, Xaver", dice Amir con una sonrisa. "Combina algo similar a la palabra "save" en inglés, que significa salvar, con la forma del aparato, que es como una X mayúscula".
Las distintas versiones del aparato son como un radar que capta y luego transmite a una frecuencia muy baja, lo cual imposibilita que se le intercepte y ubique.
Shai Castoriano aclara que el aparato capta hasta una profundidad de 20 metros y puede de hecho "pasar" varias paredes dentro de esa medida. "No es obligatorio pegarlo a la pared, pero es más cómodo", comenta. "La información que capta de adentro, es procesada y transmitida en las imágenes en un segundo y medio".
Preguntamos si esto vale para todo tipo de materiales y para paredes de cualquier grosor y Amir dice que tienen problemas sólo con un tipo de material de estructura especialmente densa que aparece por ejemplo en los containers.
"Pero funciona perfectamente en todas las estructuras de construcción, ya hemos logrado pasar paredes de 45 centímetros de cemento reforzado, con tres capas, así como también, con uno de los aparatos, más de un metro de piedra".
Según indican en Camero a la BBC, los aparatos están en uso ya en todos los continentes, también en América Latina, aunque prefieren no entrar en detalles. Cuando insistimos, Amir señala: "No voy a decir quiénes lo compraron, pero puedo contar que hemos estado varias veces en Colombia y México, donde el problema de los secuestros es muy serio".
Para terminar, pedimos a Shai ir con él a la habitación del otro lado de la pared. Allí hay varios obstáculos, paredes de distinta estructura y grosor, que sirven para los experimentos. "Esto no es ciencia ficción", sostiene. "El sistema funciona y hay quienes, en diferentes partes del mundo, ya lo están aprovechando".
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