Fuente: Blog de Enrique Dans.
Miren a Steve Ballmer a los ojos, y repitan unas cuantas veces: “somos una empresa comprometida con la apertura“… No, mira, no. Me da igual cuantas veces lo puedas repetir. La fotografía y la afirmación, simplemente, no son compatibles. Hablamos de Steve Ballmer, del hombre que ha insultado de manera constante y reiterada a quienes sí estaban comprometidos por la apertura, que los ha llamado “comunistas“, que ha afirmado que eran un cáncer, que no eran fiables, que perjudicaban la generación de puestos de trabajo y que eran nocivos para la libertad y el sistema capitalista… Ha amenazado al software libre con patentes, con presiones sobre sus clientes y distribuidores, de todas las maneras posibles. ¿”Comprometidos con la apertura”???… No me hagas reír. Te van a hacer falta muchos gestos y cambios de actitud, incluyendo la dimisión del personaje de la izquierda, para que te consideremos “comprometida con la apertura”. Si Microsoft está “comprometida con la apertura”, yo soy la Madre Teresa.
Ante la carta de David Drummond, de Google, poniendo de manifiesto la amenaza que la operación Microsoft-Yahoo! supone para el futuro de la web y sus principios fundamentales, Brad Smith, de Microsoft, ha contestado afirmando que
“Microsoft is committed to openness, innovation, and the protection of privacy on the Internet”
Y muchas otras cosas sí, pero eso no. Lo siento, pero eso me resulta un insulto a la inteligencia del lector. Microsoft es la empresa permanentemente empeñada en redefinir los estándares a su antojo, en controlarlos, en evitar el acceso de otros, en utilizar la fuerza de su monopolio para eliminar competencia… ¿Cuántos juicios llevamos ya en este sentido? Microsoft es una empresa comprometida con la destrucción de la apertura, y con la compra de los ideales a golpe de talonario siempre que ha podido para evitar responder ante los tribunales de defensa de la competencia.
De Google podremos decir muchas cosas, y algunas de ellas muy inquietantes, pero por el momento no tiene el precedente siniestro de lo que Microsoft ha hecho con el mercado del PC. Y en ese sentido, estoy de acuerdo con Drummond: todo vale con tal de intentar evitar que esa misma empresa, la que hizo del mercado del PC su coto privado a base de competir con métodos ilegales y constante abuso de posición monopolística, intente hacer lo mismo con Internet y la web. ¿Que la carta de David Drummond tiene otros intereses? Indudablemente, y que dios se los conserve. Pero en lo que dice y como lo dice, debo manifestar que en esta ocasión, estoy completamente de acuerdo.
Microsoft puede ser muchas cosas. Una gran empresa, un sitio delicioso para trabajar, un conjunto de cerebros inteligentes y con grandes capacidades, y hasta un conjunto de productos que tengan sus virtudes para aquellos que las sepan apreciar (yo no soy uno de ellos, hace ya un cierto tiempo que me declaré Microsoft-free), que indudablemente son muchos. Pero nunca, nunca podrá pasar por un defensor de la apertura. En este sentido opinamos muchos, desde personas seriamente comprometidas con el software libre, hasta el mismísimo Jerry Yang, fundador y hoy Presidente de Yahoo! Que la compra de Yahoo! pueda ser buena para Microsoft no lo dudamos nadie, aunque para ello tendrían que darse condiciones que creemos no van a tener lugar. Pero que sea buena para la apertura, para la web o para los clientes, no nos lo creemos ninguno.
Es muy, muy difícil echar las cuentas en cuanto a la posible generación de valor para el accionista, pero muchos nos sentiremos muy bien si Yahoo! intenta resistir el abrazo del oso. Sea para subir el precio o para defender su cultura y sus principios, mucho más parecidos a los de Mountain View que por supuesto a los de Redmond. Más allá de la racionalidad que la operación pueda tener para Microsoft, o de las consecuencias que pueda tener en función de las circunstancias en las que se desarrolle, ver a Yahoo! bajo el logotipo de Microsoft no es, para los usuarios, ninguna buena noticia.
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