Las críticas al Galaxy S5, el último smartphone de gama alta de Samsung, parecen haberle costado el puesto al jefe de diseño de Samsung. La compañía surcoreana, primer fabricante de teléfonos móviles del mundo, confirmó ayer que ha sustituido a Chang Dong-hoon, hasta ahora máximo responsable de diseño de sus terminales, por Lee Min-hyouk, vicepresidente de diseño de móviles de la firma y creador del popular diseño de la familia Galaxy. Dong-Hoon había ofrecido su renuncia la semana pasada.
Aunque la multinacional no ha dado razones de por qué ha tomado esta medida, en el mercado no se duda de que la decisión ha llegado tras ver la tibia acogida del nuevo Galaxy S5, lanzado el mes pasado a nivel mundial. La respuesta de los consumidores ha sido menos entusiasta de lo que planificaron los responsables de Samsung, que cerró 2013 con una cuota en el mercado de los smartphones mundial del 31%.
Tras la presentación del Galaxy S5 en el último Mobile World Congress en Barcelona, en febrero, los analistas resaltaron el escaso atractivo estético del terminal y criticaron que la compañía continuara apostando por el plástico en su diseño.
El éxito de la familia Galaxy de Samsung, funcionando con Android, permitió a la compañía asiática arrebatar a Apple el liderazgo del mercado de los smartphones con sus iPhone. Pero ahora parece que la compañía se enfrenta a ciertas dificultades, pese a seguir liderando el mercado. Según los datos de la consultora Strategy Analitics del primer trimestre de 2014, Samsung habría vendido entre enero y marzo 89 millones de unidades, un 28% más que el año anterior, pero habría perdido cuota de mercado por primera vez en cuatro años. Ha pasado de tener un 32,4% hace un año a un 31,2% a finales de marzo.
Con todo, y según Reuters, Chang Dong-hoon, un ex profesor que estudió en el Instituto de Arte de Chicago, seguirá al frente del centro de diseño de Samsung que es responsable de la estrategia de diseño a largo plazo en todos los negocios de la multinacional, incluida la división Mobile Communications.
Fuerte competencia y necesidad de sorprender
La pérdida de cuota de mercado de Samsung en los smartphones y la caída de su beneficio operativo (un 3,3%) frente al año anterior, hasta los 5.959 millones de euros, podría empujar a la compañía a hacer cambios importantes de diseño en sus terminales para lograr diferenciarse, especialmente en las gamas altas, donde sus rivales han hecho apuestas importantes. Un ejemplo es el de HTC, que en su último HTC One M8 ha apostado por destacar en materiales, o por el recién presentado Ascend P7 de Huawei, que además de apostar por la ultradelgadez (6,5 milímetros) está rematado en metálico y tiene un acabado acristalado similar al del Xperia Z2 de Sony. Los analistas reclaman a Samsung más capacidad para sorprender en un mercado maduro y con una competencia cada vez más fuerte.
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