Si hay un elemento que caracteriza al mundo bloguero, ese es el escepticismo y la capacidad crítica para cuestionar casi todo. Así que desilusiónense los morbosos y tranquilícense los amantes del misterio, porque la historia que os traemos hoy, tiene de todo menos fantasmas.
Pero comencemos desde el principio. En Vancouver (Canadá) están llevando a cabo una original campaña para llamar la atención de los conductores imprudentes. En la calle 22, al oeste de la ciudad, en una zona donde la velocidad máxima está limitada a 30 kilómetros por hora, se ha instalado un dispositivo que, cuando detecta que un vehículo circula por encima de esa velocidad, proyecta una imagen en tres dimensiones con la silueta de una niña corriendo detras de una pelota rosa.
La ilusión óptica aparece cuando el conductor se encuentra a unos 30 metros de distancia y conforme va avanzado, desaparece (no queremos imaginar la cara que se nos puede quedar si nos ocurre por la noche, en un momento en el que la calle se encuentre vacía). Por muy ecléctico que parezca, el objetivo de esta campaña de tráfico es recordar a los conductores, que deben permanecer siempre alerta ante cualquier imprevisto, coincidiendo también con el inicio del periodo escolar.
Al margen de las formas empleadas, que ha llevado a poner el grito en el cielo de muchos ciudadanos, el aparatito empleado para proyectar la imagen en 3D, cuesta ni más ni menos que 11.700 euros y estará situado en este lugar durante más o menos una semana. ¿Se imaginan la que se podría montar en nuestro país con una campaña similar?
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