Libertad Digital
Cuando el cantante John Mayer, uno de los grandes usuarios de Twitter con 3,7 millones de seguidores, cerró su cuenta el lunes, se sumó a una ola de famosos que han abandonado el sitio de redes sociales.
La cantante adolescente Miley Cyrus borró su cuenta hace un año, persuadida por su nuevo novio Liam Hemsworth.
La estrella de Hairspray Amanda Bynes borró la suya la semana pasada sin decírselo a sus seguidores. A principios de mes, la estrella de Disney Demi Lovato, de 18 años, escribió en Twitter que lo abandonaba porque "el acceso que otros tienen me resulta incómodo".
Robert Thompson, profesor de Televisión y Cultura Popular en la Universidad de Siracusa, indicó que "lo bueno para los famosos era la idea de poder prescindir de mandar un comunicado de prensa y poder llegar directamente a quienes te siguen". Sin embargo, muchos famosos han hallado que sus tuits son ridiculizados o son utilizados en su contra.
Aunque Bynes, de 24 años, no ofreció una explicación para abandonar Twitter, su decisión podría relacionarse a las críticas que recibió por anunciar en esa red social que iba a dejar de actuar a principios de este año y luego decir que "volvía" un mes después.
"Muchos famosos se están dando cuenta de que la familiaridad lleva al exceso de confianza", dijo Thompson a Reuters. "Solíamos pensar que los famosos eran gente distante con la que no podíamos comunicarnos nunca. Twitter cambió eso y algunos famosos se están cansando", añadió.
Sólo hay que preguntarle a la cantante country LeAnn Rimes, quien era usuaria activa de Twitter cuando su matrimonio terminó después de que le fuera infiel a su marido con el actor casado Eddie Cibrian.
Una fotografía de Rimes y Cibrian besándose luego de divorciarse de sus cónyuges desató la tormenta. La cantante empezó a ser atacada en Twitter, pero cuando la artista intentó defenderse, los usuarios se volvieron contra ella con mayor fuerza.
Paul Levinson, autor de New New Media, dice que Twitter "para algunos, continuará siendo una de las mejores cosas que pueden hacer. Para otros, se ha vuelto una imposición".
Andrés Calamaro también cerró su cuenta de Twitter de muy malos modos. Cuando superó los 100.000 seguidores, el argentino clausuró su cuenta y publicó un mensaje en su web en el que echaba pestes: "140 caracteres pueden metérselos profundo en el medio del ojete; me importa tres pepinos perder un segundo más en el rebaño de boludos con Blackberry".
Otros famosos, sin embargo, sí abrazan Twitter. Es el caso de Lady Gaga, Justin Bieber o Britney Spears, que son algunos de los usuarios de esta red de microblogging más populares de todo el mundo, para los cuales la empresa dedica sus propios servidores dedicados por la cantidad de tráfico que generan.
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