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2007/10/08

Sobre la rebaja de la PS3

Fuente: GadgeToBlog.

Si la memoria no me falla cuando Microsoft sacó al mercado la Xbox Elite, con más disco duro y conexión HDMI, Sony aprovechó para presumir de que todos sus clientes “eran elite”. Lo que no dijeron entonces, y ahora sabemos, es que hay algunos continentes más “elite” que otros y también unos usuarios más “elite” que otros.

El pasado viernes, Sony anuncio una esperadísima rebaja de la Playstation 3. Esperadísima por muchos usuarios y esperadísima por mí, que tengo ganas de ver como Sony hace algo a derechas para contarlo y que no me crucifiquen en el foro los Sony fanboys. Cuando recibí la noticia estaba encantado. 399 euros parece un precio interesante, aunque sigue siendo alto para la mayoría de los hogares, sobre todo en esta era de hipotecas expansivas.

Pero la rebaja no sale gratis y no entiendo muy bien por qué. Sony ha quitado 20 Gb de disco duro, dos puertos USB y el lector integrado de tarjetas de memoria, componentes cuyo precio de fábrica es prácticamente irrisorio. Sony se puede permitir rebajar la PS3 porque hoy en día un lector de Blu-Ray ya no cuesta lo que hace un año, no porque quite todas esas cosas, y porque si no lo hace lo tiene más bien crudo en la campaña navideña. Esto parece más bien un intento de crear hueco para una consola futura —¿tal vez con 80 GB y todo lo que falta en ésta?- como modelo premium a un precio superior.

Molesta más la compatibilidad de los juegos de PS2, que ha desaparecido por completo. En realidad la compatibilidad es una cruz para los fabricantes. Ocurre como con las baterías externas e intercambiables en los dispositivos móviles. Las demanda un porcentaje considerable de usuarios pero a la hora de la verdad la usan muy, muy pocos y es un fastidio tener que meter con calzador una función que sabes que no va a usar nadie. Pero aunque entienda el porqué de la desaparición lo cierto es que no es justo para los usuarios europeos, que primero tuvimos que aguantar que la compatibilidad fuera por software —En EE.UU. y Japón es por hardware- y ahora que nos la quiten.

Así las cosas creo que merece más la pena la versión de 60 GB, que ahora está en peligro de extinción pero que por 100 euros más incluye todo lo que le han quitado a la nueva y, si no me equivoco, dos juegos. Y los juegos de esta consola —esto es lo que su hijo no le dice- no son baratos.

He perdido la cuenta de cuántas versiones de consolas PS3 hay. También de cuantas Xbox 360. Cada mes me encuentro con que hay nuevos modelos, cambios de precio, estrategias de comercialización diferentes según qué país, precios diferentes para los mismos modelos según qué continente. En este mercado sólo hay una cosa segura: pase lo que pase en Europa salimos perdiendo. El mundo de las consolas solía ser fácil y era uno de sus puntos fuertes frente al PC. Pero parece que esto se acabó. Ya sólo falta que saquen juegos compatibles exclusivamente con determinados modelos.

Y esto, lo de los juegos, me lleva al segundo punto de todo este parrafón filosófico matutino. Bajar el precio de la PS3 es una idea fantástica, pero creo que de cara a la campaña navideña es más importante contar con un catálogo de títulos aceptable y ahí veo un problema para Sony. A lo mejor soy yo, pero creo que siguen sin encontrar "el título", ese juego que consiga que los adolescentes den tanto la paliza a los padres que estos no tengan más remedio que hacerse con una para finales de año. Y ya, puestos a pedir, que consigan un entorno de juego en red que les permita por lo menos mirar a la competencia, aunque sea con vergüenza. Tal y como están las cosas ahora, creo que Sony ni levanta la cabeza cuando se mencionan las palabras "juego online". Y a la Wii le pasa lo mismo. O peor.

Demasiadas quejas. No sé, a lo mejor me estoy haciendo demasiado viejo para las consolas.

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