Clarke describió una guerra en la que soldados enfundados en potentes exoesqueletos mecánicos repletos de cámaras que les alertarían de cualquier movimiento a su alrededor, serían capaces de mover pesos impensables gracias a servomotores integrados en su armadura. El "sistema de armas" de cada soldado se organizaría a partir de varias IPs y sería coordinado en red desde su cuartel general. Y ese sería su punto débil.
"No tengo que contaros a vosotros el caos que vivimos a diario en Internet, señaló Clarke a su auditorio de expertos informáticos y hackers de todos los pelajes. El Pentágono está preocupado por la falta de seguridad que entrañan los protocolos actuales de Internet y por su capacidad para gestionar una cantidad mayor de IPs simultáneamente. Por esta razón, los militares norteamericanos se cuentan entre los más firmes partidarios del desarrollo de la próxima generación de Internet, la IPv6, que tendría una capacidad mucho mayor para gestionar Ips.
Al igual que con el desarrollo de la propia Red, una vez más es la industria militar la impulsora de los avances científicos.
Fuente: El Pais.
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