Fuente: Terra.
Música, fotografías, vídeos... cada día tenemos unas mayores necesidades de almacenamiento de información. ¿Dónde lo almacenaremos? Te comentamos las opciones de futuro.
Cada vez que vamos a una tienda de informática, lo vemos: los precios de la memoria bajan. Cada vez encontramos discos duros y memorias de estado sólido de mayor capacidad, y formatos ópticos de mayor densidad (HD-DVD, Blu-Ray). Pero, ¿hacia dónde se mueve la tecnología de almacenamiento? Esto es lo que seguramente veremos en unos años.
HVD
El Holographic Versatile Disc es un concepto todavía en fase de investigación que podría ser el siguiente paso en los soportes ópticos, con capacidades que superarían los 3.9 TeraBytes de información en un solo disco.
Dicho en frío puede no parecer una cifra especialmente elevada, pero hay que tener en cuenta que estamos hablando de almacenar en un disco una cantidad de información equivalente a 5500 CDs o 160 veces la información que cabe en el formato óptico de mayor capacidad actualmente, el Blu-Ray de Sony.
Además, este formato podría alcanzar una velocidad de transferencia de 1 Gigabit por segundo.
Su funcionamiento se basa en la holografía colinear, que consiste en dos emisores laser (uno azul-verde y otro rojo) que son colimados en un sólo haz.
El laser azul-verde lee la información codificada en la capa holográfica cerca de la superficie del disco mientras que el laser rojo atraviesa la capa para dar la posición concreta del lector gracias a una superficie reflectante basada en aluminio.
El secreto de esta tecnología se basa en conseguir que ambos haces laser no generen interferencias, pudiendo cada uno leer una capa diferente del disco.
La industria está sumergida en estos momentos en la guerra entre los formatos HD-DVD y Blu-Ray, por lo que el HVD todavía no está atrayendo demasiada atención. Todo llegará.
Discos duros de estado sólido
El cambio que veremos a más corto plazo es el que tocará de lleno a nuestros queridos y odiados discos duros. Dada la comercialización masiva de las memorias de estado sólido (volátiles o persistentes), es normal que esta tecnología salte de los "pen-drives USB" a los dispositivos de almacenamiento masivo.
Aunque el precio por MB es mucho más caro en una memoria de estado sólido que en un disco duro actual, las diferencias cada vez son menores. Así, las memorias "chip" llegan a los discos duros como complemento (en los discos duros híbridos) o sustituyéndolos directamente.
Con un consumo muy inferior, tiempos de acceso mucho más rápidos, y la ausencia de los fallos mecánicos que plagan a los discos duros tradicionales, los discos duros de estado sólido (o lo que es lo mismo, masivos "pen-drives" en una carcasa de disco duro) están llegando ya a los nuevos modelos de ordenadores portátiles.
Sin embargo, estos dispositivos tienen todos los problemas inherentes a la memoria de estado sólido: ciclos de vida muy limitados, y fallos sin posibilidad de recuperación de datos.
Calor y puntos
Pero los fabricantes de discos duros tradicionales no están dispuestos a quedarse quietos mientras les comen el terreno los chips de estado sólido. Seagate está trabajando en una tecnología llamada "grabación magnetotérmica", que consiste en calentar los sectores del disco duro como parte del proceso de registro de información.
Para entender como funciona, tenemos que visualizar cómo se graba información en un disco duro. Se trata de magnetizar unos "granos" de cobalto-platino en la superficie del disco (de 50 a 100 granos microscópicos por bit de información).
El problema es que con los sucesivos aumentos de densidad de los discos, estos granos cada vez son más pequeños, y se llega a un límite en el cual la magnetización cambia espontáneamente, haciendo que se pierda la información. Tampoco podemos reducir el número de granos por bit, ya que la información sería poco fiable.
La solución de Seagate consiste en cambiar los granos de cobalto-platino por hierro-platino, que no son susceptibles de cambiar espontáneamente. En estos discos, un haz laser calentaría los granos, cambiándolos, y estos se enfriarían rápidamente.
Mientras tanto, Hitachi opta por otro principio, el de los patrones de puntos. En esta opción, los granos, que en un disco duro actual están situados unos al lado de los otros, sin ninguna separación, quedarían aislados como "puntos", evitando así la interacción entre ellos y cuantizando los bits de información físicamente en la superficie del disco.
Esto se consigue mediante la llamada "litografía E-beam", con la cual conseguiríamos el patrón necesario que después sería impreso en un molde. Dicho molde sería utilizado para crear esta estructura de puntos separados en la superficie del disco.
¿Y qué conseguiríamos con todo esto? Discos duros parecidos a los que tenemos ahora, pero de tamaños superiores a los 100 TeraBytes de información.
El problema del tiempo de vida
Sin embargo, el problema de la volatilidad de los datos continúa, dado que ninguno de los formatos en los que se trabaja puede garantizar la vida de los datos almacenados durante largos periodos de tiempo.
Ya sea basados en aleaciones metálicas, soportes ópticos basados en plástico, o chips basados en silicio, la información puede perderse, y sólo nos queda la opción de realizar copias de seguridad e ir regrabando los datos importantes.
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