MADRID.- A veces es difícil cumplir con la ley. Paco Rivière, profesor de instituto, consultor de Nuevas Tecnologías y formador en TIC del departamento de Educación de la Generalitat catalana, lleva casi dos años intentando devolver el sistema Windows XP que venía en su nuevo ordenador tal y como le obliga la licencia del programa. Ha llamado a todas las puertas para conseguir que le reembolsen el dinero a cambio. La última puerta es la del juzgado.
En la tarde del 28 de junio de 2005, Rivière fue al establecimiento que la cadena PC City tiene en Badalona. Su idea era comprar un portátil con alguna distribución GNU/Linux como sistema operativo. Pero le dicen que no tienen. Pregunta entonces por algún equipo que venga sin software, pero tampoco. Todos los ordenadores de la tienda traen algún producto de la familia Windows preinstalado. No quedándole más remedio, se compra un Samsung X05.
Una vez en casa, lee la licencia de uso de su Windows. "Al instalar, copiar o de otra manera utilizar el producto usted queda obligado por los términos del presente CLUF. Si no acepta, no instale ni use el producto; devuélvalo al lugar donde lo adquirió para los efectos de obtener un reembolso total del importe pagado", se afirma en su primer párrafo.
Dispuesto a recuperar su dinero por un producto que no va a usar, al día siguiente llama a Samsung, fabricante de su equipo. "He comprado un ordenador portátil Samsung X05 que viene con un sistema operativo preinstalado. La licencia dice que tengo 30 días para aceptar las condiciones o destruir todas las copias del sistema operativo y devolver los discos originales al fabricante, y este es justamente el motivo de mi llamada", cuenta. Quien le atiende asegura que aquello es imposible.
"Usted ya podía saber que venía con Windows y tenemos 17 modelos del X05 con diferentes configuraciones de hardware, debería saber lo que compraba", le añaden. ¿Alguna con otro sistema operativo que no sea Windows?, pregunta entonces. "Sólo Windows XP, las opciones son de hardware, no del sistema", le aclaran.
La práctica totalidad de los ordenadores portátiles de los grandes fabricantes destinados al usuario doméstico que se venden en España vienen invariablemente con alguno de los sistemas de Microsoft preinstalado.
Medio año más tarde, el 11 de enero de 2006, el profesor remite un burofax al fabricante reclamando el reembolso del dinero y una forma de devolverles la licencia del programa. Les advierte también de que, pasado un tiempo prudencial, interpondrá una denuncia. Aún no ha recibido contestación.
"En Alemania o Estados, tardan sólo unos días en devolverte el dinero", asegura Paco Rivière. "Yo sólo reclamo poder ejercer lo que dice la licencia, enviarles el Windows y que ellos me manden el dinero".
El 24 de noviembre de 2006 tuvo lugar un acto de conciliación entre este profesor y las dos empresas denunciadas, Samsung y PC City. La segunda no se presenta y el acuerdo con la primera es imposible. Dispuesto a llegar hasta el final, Rivière decide entonces iniciar una demanda civil. Josep Jover Padró, abogado que se ha destacado en la lucha contra el canon en defensa de las Pymes informáticas, está redactando la demanda en la actualidad.
"Este tipo de licencias son maquiavélicas", comenta Jover. "Si no la abres, no puedes protestar y si la abres ya la estás aceptando". En España no hay aún jurisprudencia sobre la materia. Paco Rivière podría haber hecho lo que hace otra gente, borrar el sistema preinstalado y montar en el disco el que quisiera. Pero asegura tener tres grandes razones para insistir. «Porque no lo necesito, porque tengo derecho a hacerlo y porque no está en catalán».
Fuente: El Mundo.
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