ITespresso
Un reciente estudio realizado por Norstat, un servicio de música noruega, dice que el 54% de la gente que escucha música en streaming, mediante servicios como Spotify, descarga menos canciones de manera ilegal.
Parece que el mercado de la música había entrado en crisis porque sus clientes estaban dejando de comprar para descargar o intercambiar música de manera ilegal por Internet. Sin embargo, la llegada de servicios que ofrecen música en streaming, está frenando esta tendencia. Éstos ofrecen la posibilidad de conocer nuevos artistas y facilita el acceso a millones de canciones. El streaming hace que se escuche más música que antes y el servicio está creciendo muy rápidamente.
Según la encuesta realizada en Noruega, el 60% se sienten más al día en música, el 68% dice escuchar más música y el 72% dice que a menudo encuentra música que no conocía. Algo llamativo es que el 43% de los hombres escucha música en streaming y sólo el 19% de las mujeres lo hace. También se observan claras diferencias entre el ámbito urbano, con un 46% de uso, y el rural, con un 21%.
En noviembre, una encuesta de Money Supermarket, señalaba que dos tercios de los usuarios de Spotify, ya se han descargado menos música de páginas como Pirate Bay o Rapidshare, o lo han dejado por completo. Y no sólo eso, los servicios abiertos de streaming, como We7 o el ya citado, Spotify, se han convertido en los primeros lugares para escuchar una canción recomendada.
Parece que con este tipo de servicios, la industria musical podrá encontrar por fin un equilibrio entre empresa y cliente.
Después de la polémica levantada por el acuerdo entre Google y Verizon en torno a la neutralidad de la Red, -que le ha valido al todopoderoso buscador multitud de críticas desde todos los sectores-, la Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos, lejos de sumarse a este corriento, ha solicitado a través de una carta al consejero delegado de Google, Eric Schmidt, que endurezca su propuesta con la operadora e incluya un capítulo específico contra la piratería y la pornografía infantil.
En la misiva, la RIAA felicita a Schmidt por su plan, pero señala que la industria de la música cree «fundamental» que toda iniciativa política sobre internet contemple las medidas necesarias para impedir la violación de los derechos de autor y la pornografía infantil. En este sentido, el colectivo asegura que su capacidad para invertir y crear la próxima generación de música «se basa en el diseño de políticas sobre Internet y procedimientos que respeten la propiedad intelectual».
En este sentido, se muestran «profundamente interesados» en los detalles de la propuesta de Google, «ya que pueden estar relacionados con la protección del contenido y la distinción entre la actividad legal y la ilegal», pues además, a su juicio, el actual régimen jurídico «no está funcionando para los creadores en EEUU».
Principales críticas
Respecto a la solicitud de que Google y Verizon incluyan la persecución de la pornografía infantil entre sus principios, aunque esta petición se encuentra entre las primeras líneas de la carta, la RIAA no vuelve a hacer ninguna alusión a la misma en los siguientes párrafos, donde se centra, en exclusiva, en la protección de los derechos de autor.
Los aspectos recogidos en la propuesta suscrita por Verizon y Google han sido objeto de muchas críticas antes de que se conocieran públicamente, pues hay amplios sectores en internet que les acusan de estar tratando de socavar el principio de neutralidad de la Red y no de garantizarlo, como por otro lado vienen defendiendo los impulsores de esta iniciativa. El foco de atención de este movimiento contrario al plan de Google se pone en que éste excluye del principio a las comunicaciones inalámbricas.
La propuesta se conoció después de que la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) no lograra forjar un acuerdo entre proveedores de servicios y empresas de internet sobre la neutralidad de la Red.