Ese
 comentario fue publicado desde la cuenta de Twitter número 335 de un 
grupo que se muestra a favor del Estado Islámico y que se autodenomina 
Asawitiri Media. Twitter ha intentado repetidamente desvincular a los 
autores de la cuenta, quienes recientemente se han hecho conocer entre 
sus miles de seguidores como @TurMedia335, @TurMedia334 y @TurMedia333.
En
 cuanto Twitter suspende una cuenta, crean otra nueva. Después de que 
suspendieron la cuenta número 99 del grupo, éste se burló de Twitter 
creando @IslamicState100, publicando imágenes de velas de cumpleaños, 
tortas, trofeos y fuegos artificiales.
Políticos
 e incluso algunos tecnólogos afirman que esa cuenta, y cientos de otras
 como esa, muestran que los esfuerzos de Silicon Valley por tomar 
medidas contra el uso de las redes sociales por parte de los terroristas
 han sido ineficaces. Y Washington está utilizando los más recientes 
ataques terroristas con el fin de renovar sus 
pedidos a Silicon Valley para que desista de la encriptación de sus productos.
  El domingo, Hillary Clinton, la candidata presidencial demócrata, que 
cuenta con una amplia ventaja para ganar la elección, pidió a las 
compañías de tecnología que sean más agresivas.
"Resolver esto 
significa despojar a los yihadistas de un territorio virtual, tal como 
trabajamos para despojarlos del territorio real", dijo a una audiencia 
en la Institución Brookings (Brookings Institution, en idioma inglés), 
ubicada en Washington. "Están usando sitios web, redes sociales, salas 
de conversación y otras plataformas para celebrar decapitaciones, 
reclutar a futuros terroristas y pronosticar ataques. Deberíamos 
trabajar con las compañías de alojamiento web para desmantelarlos".
Pero como lo demuestran las 335 versiones de la cuenta de Twitter en 
favor del Estado Islámico, las compañías de tecnología están tratando 
con un tenaz adversario. Asimismo, cuando se trata de terroristas que 
usan tecnologías de encriptación para ocultar sus comunicaciones (lo que
 provoca quejas frecuentes en los cuerpos de seguridad), las compañías 
de tecnología son rápidas para remarcar que de las cinco aplicaciones 
más importantes para encriptación recomendadas por el Estado Islámico, 
ninguna se fabrica en Estados Unidos, como ocurre en el caso del 
chat Telegram, desarrollado en Rusia.
Ciertamente,
 los miembros del Estado Islámico usaron tecnología creada por una 
compañía en Alemania con el fin de atribuirse los ataques que tuvieron 
lugar el mes último en París, y los mensajes de texto que fueron 
descubiertos en uno de los teléfonos de los atacantes sugirieron que los
 atacantes ni siquiera estaban utilizando encriptación.
No 
obstante, mientras que la industria de la tecnología no puede bloquear 
todo el contenido terrorista en la web, la gente que ha luchado contra 
otras amenazas online dice que se podría hacer más. Ellos apuntan a la 
tecnología que ha erradicado exitosamente grandes rastros de pornografía
 infantil en la web o incluso herramientas más antiguas para detectar 
virus en las computadoras, como potenciales herramientas útiles para 
bloquear contenido relacionado con el terrorismo.
"Cuando Twitter 
dice: 'No podemos hacer esto', yo no lo creo", señaló Hany Farid, quien 
es el jefe del departamento de ciencias informáticas en Dartmouth 
College, y desarrolló el 
sistema de rastreo de pornografía infantil
  con Microsoft. La tarea real de identificar pornografía infantil está 
en manos del Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados 
(National Center for Missing & Exploited Children, en idioma 
inglés).
Farid dijo que se podría aplicar la misma tecnología al 
contenido terrorista siempre que las compañías estén motivadas para 
hacerlo. "No existe una limitación vinculada con una tecnología esencial
 o una limitación de la ingeniería", expresó. "Esto es una decisión de 
negocios o una decisión política. A menos que las compañías hayan 
decidido que simplemente no se las puede molestar".
Con seguridad, la cuenta número 335 en favor del Estado Islámico no 
escapó a la atención de los ejecutivos de Twitter después de que desde 
allí se realizaran amenazas de muerte simultáneas contra Jack Dorsey y 
Dick Costolo, el actual y el ex jefe ejecutivo de Twitter, 
respectivamente.
Y no parecería ser necesario utilizar la 
inteligencia artificial para detectar su reciente convención sobre la 
nomenclatura (agregando un dígito a una nueva cuenta después de que se 
suspendió la anterior).
Asawitiri Media también utiliza la misma 
fotografía del rostro de un hombre con barba una y otra vez, dijo Rita 
Katz, la directora de SITE Intelligence Group, que rastrea las 
comunicaciones de los terroristas.
"La conclusión es que Twitter no está haciendo lo suficiente", señaló Katz. "Con la tecnología que tiene Twitter, 
ellos pueden desactivar inmediatamente estas cuentas, pero no han hecho nada para frenar la diseminación y el reclutamiento de solitarios terroristas al acecho".
En
 respuesta, Twitter dijo que investigó activamente potenciales amenazas 
terroristas. "Las amenazas violentas y la promoción del terrorismo no 
merecen tener un lugar en Twitter y nuestras reglas lo dejan claro", 
dijo un vocero de Twitter. "Tenemos equipos en todo el mundo que están 
investigando activamente informes de violaciones a las reglas y ellos 
trabajan con cuerpos de seguridad en todo el mundo, cuando es 
pertinente".
La Casa Blanca también instó a la industria de la 
tecnología para que haga más. "El gobierno y la tecnología deberían 
llegar a un acuerdo para abordar esta preocupación y garantizar que los 
estadounidenses estén seguros", expresó Josh Earnest, quien es el 
secretario de prensa de la Casa Blanca, haciéndose eco de los 
comentarios que antes había hecho el presidente Obama.
Las 
conversaciones entre los funcionarios del gobierno y las empresas de 
tecnología han tenido lugar durante más de un año, pero desde los 
asesinatos en masa que se produjeron en San Bernardino y en París, "el 
compromiso se ha intensificado y revigorizado", según expresó un 
funcionario de alto rango de la administración, quien habló con la 
condición de que no se revelara su identidad.
Pero algunos que 
defienden la libertad de expresión argumentan que confiar en compañías 
como Twitter y Facebook para que sean árbitros más agresivos de qué es 
lo que constituye la libertad de expresión o no pone a dichas compañías 
en un lugar difícil.
"No creemos que los cuerpos de seguridad 
tengan que delegar sus responsabilidades a empresas privadas", dijo 
David Greene, quien es el director de libertades civiles de la fundación
 denominada Electronic Frontier Foundation. "Especialmente a aquellas 
que no han buscado tal rol".
En algunos casos, las compañías de 
Internet han sido criticadas por no eliminar sitios web que pertenecen 
al Estado Islámico, y luego se ha descubierto que los sitios lo 
criticaban. Matthew Prince, el jefe ejecutivo de CloudFlare, una 
compañía de San Francisco, dijo que en un caso activistas de Internet 
criticaron a su compañía por albergar varios sitios web del Estado 
Islámico online, cuando, de hecho, los sitios en cuestión eran pro 
curdos.
"Es particularmente riesgoso tomar un puñado de compañías 
de tecnología que no son expertas en políticas e insertarlas en las 
políticas de Medio Oriente", dijo Prince.
Los cuerpos de seguridad
 no siempre prefieren retirar todo el contenido relacionado con el 
terrorismo. En varios casos, dicen los ejecutivos del campo de la 
tecnología, se les ha pedido que conserven online el contenido 
relacionado con el terrorismo de manera que los agentes de seguridad 
puedan monitorizar las redes terroristas, o porque el contenido fue 
creado por agentes de seguridad con el fin de atraer a terroristas para 
que divulguen información.
El tema resulta más polémico para las 
compañías como Facebook, en las que la mayor parte de las publicaciones 
están destinadas a ser privadas. "¿Quieres que Facebook observe más de 
1500 millones de publicaciones de la gente?", dijo Zeynep Tufekci, un 
profesor adjunto de políticas tecnológicas en la Universidad de Carolina
 del Norte, en Chapel Hill. "Y si es así, ¿para qué?"
Facebook 
depende principalmente de informes del usuario para descubrir cuentas de
 terroristas, pero recientemente ha ido más lejos. Si a la compañía le 
informan sobre una actividad terrorista específica, Facebook eliminará 
la cuenta y hará lo mismo con otras similares informadas.
Hace 
poco, la empresa dio un paso más. Tashfeen Malik, una de los dos 
terroristas involucrados en los ataques que tuvieron lugar en San 
Bernardino, hizo pública su lealtad a ISIS en Facebook justo algunos 
minutos antes de que ocurriera el tiroteo, el miércoles. La publicación 
no contó con informes de usuarios para Facebook y, hasta ahora, no ha 
quedado claro cómo las autoridades pudieron vincular a Malik con la 
publicación.
Según oficiales del cuerpo de seguridad, la cuenta de
 Facebook que usó Malik estaba vinculada con una cuenta de correo 
electrónico que ella había utilizado durante muchos años. Facebook hallo
 la publicación, la informó al F.B.I. (Oficina Federal de 
Investigaciones, en idioma español) y la eliminó el jueves.
"Trabajamos
 agresivamente para asegurarnos de que no tenemos terroristas o grupos 
terroristas usando el sitio, y también retiramos todo contenido que 
elogie o respalde al terrorismo", señaló Monika Bickert, quien se 
desempeña como jefe del departamento de políticas de productos globales 
de Facebook.
Un vocero de YouTube dijo que allí tienen políticas 
que prohíben el reclutamiento de terroristas y el contenido destinado a 
incitar a la violencia, y que rápidamente retiró esos videos cuando los 
usuarios los marcaron.
Un tema más complicado presenta la 
encriptación de Apple, Facebook, Google y una variedad de servicios más 
pequeños que impiden que los cuerpos de seguridad accedan a las 
comunicaciones de un objetivo, incluso con la orden de un tribunal.
Las
 compañías dicen que el debilitamiento de la encriptación en sus 
productos solamente haría que los usuarios comunes sean más vulnerables a
 los hurtos informáticos y que siente un mal precedente para otros 
países. Y lo que es más, destacan, hay varias opciones de encriptación 
que no son producidas por compañías estadounidenses y muchas de ellas 
son gratuitas.
Al abordar el tema, el lunes, la Casa Blanca instó a Silicon Valley para que lleguen a un acuerdo mutuo.
"Nosotros
 vamos a resistir a la necesidad de pisotear un puñado de libertades 
civiles", afirmó Earnest en la conferencia de prensa de la Casa Blanca. 
Pero agregó: "No queremos que los terroristas tengan un refugio seguro 
en el ciber espacio".