Los procesadores de computadora actuales usan cables
de metal para intercambiar información con otros componentes, enviando y
recibiendo señales eléctricas que se mueven a través de ellos. Esto
tiene sus limitaciones por la resistencia del cobre.
Un área que históricamente promete resolver este problema es la fotónica:
usar la luz para la transmisión de datos sobre fibra óptica, pero la
tecnología necesaria era demasiado compleja como para incluirla en un
microchip.Los líderes de un proyecto que pusieron en marcha tres universidades estadounidenses (la universidad de California en Berkeley, el Massachusetts Institute of Technology y la universidad de Colorado en Boulder) publican sus avances en la revista científica Nature y aseguran que para 2017 podrán comenzar las pruebas de la tecnología que resuelve este problema.
Lograron integrar los componentes que manejan la luz directamente en el chip, y lo hicieron usando técnicas estándar de fabricación de microprocesadores, lo que permitiría integrar esta tecnología a los chips convencionales sin grandes cambios en su manufactura.
Lo que permite esta tecnología es, justamente, que los chips usen luz para enviar y recibir información (vía fibra óptica). Esto no hará que los procesadores en sí trabajen más rápido, pero sí reducirán el tiempo que tardan en transmitir los datos y (sobre todo) el tiempo que están sin trabajar, a la espera de que llegue más información para procesar; entre 10 a 50 veces más rápidos, en las primeras pruebas.
Esto será muy útil en ambientes donde se hace un procesamiento intensivo de información (centros de cómputo de Google o Facebook, por ejemplo), lo que redundará en respuestas más veloces para el usuario; también reduce la cantidad de energía empleada para transmitir los datos dentro de una computadora.
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