El Pais
Más de mil millones de personas en el mundo (una sexta parte de los habitantes del planeta) utilizan diariamente Internet para comunicarse, para buscar información, para compartir datos o para hacer negocios, según Internet World Stats. La red es un sistema autoorganizado, sin un control central, que dirige paquetes de información entre cualquier ordenador independientemente de dónde esté, y los expertos temen que su arquitectura actual no sea capaz de soportar en un futuro próximo un crecimiento tan intenso como el que ha tenido en la última década. Ahora, tres investigadores han desarrollado un método que permite hacer un plano de toda la red, de sus coordenadas, reflejando sus conexiones, lo que puede ser útil mejorar la eficiencia, simplificando la transferencia de información y eliminando limitaciones para su crecimiento.
El plano representa los sistemas autónomos -redes individuales que pertenecen principalmente a grandes compañías de telecomunicaciones- que conforman la arquitectura de Internet. Actualmente hay unos 24.000 sistemas interconectados mediante unas 60.000 conexiones. Cada año se incorporan 2.400 nuevos sistemas autónomos, explican Marian Boguñá, Frangkiskos Papadopoulos y Dmitri Krioukov en Nature Communications. "Un sistema autónomo es, básicamente, una parte de internet que posee y administra una organización concreta, y puede tener un tamaño variado, desde una pequeña empresa o incluso un usuario privado a una gran corporación internacional. No existe una autoridad central que indique a un sistema autónomo a qué otros sistemas autónomos debe conectarse", explican los autores del trabajo. "Las conexiones entre sistemas autónomos son el resultado de decisiones locales independientes basadas en acuerdos comerciales entre ellas".
Para transmitir información entre dos ordenadores situados en sistemas autónomos diferentes, todos los sistemas deben tener la información global de las rutas entre todos los posibles destinatarios y, dado que internet es una red dinámica, cada vez que se produce algún cambio en ella el sistema vuelve a recalcular las rutas afectadas por el cambio para dirigir los paquetes de información. El proceso de cálculo, a medida que la red crece, cada vez tarda más tiempo y la arquitectura actual de la red puede no soportar otra década de crecimiento, advierten los investigadores. "Parte de internet ha empezado a hundirse ya en un agujero negro".
"Con el plano que hemos diseñado, para determinar la mejor ruta para la información, sólo hay que conocer en cada punto intermedio las coordenadas de los vecinos más cercanos y determinar cuál de ellos minimiza la distancia al punto de destino", explica Boguñá (Universidad de Barcelona, UB).
Se trata de un plano hiperbólico y cada punto en él representa un sistema autónomo. En el caso de los más grandes, se identifica la empresa a la que pertenece y en la parte exterior aparece el nombre de los países con un tamaño de letra proporcional al número de sistemas que tiene. Se aprecia así que los países con más sistemas autónomos son Estados Unidos, Reino Unido y Rusia, añade el investigador de la UB. Además, "al comparar la información de los que pertenecen los sistemas autónomos con sus coordenadas en el mapa, se puede ver que existen comunidades virtuales muy relacionadas que reflejan su situación geopolítica en el mundo".
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