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Una tecnología desarrollada por investigadores brasileños permite usar con eficiencia y seguridad colorantes naturales en lugar de los colorantes artificiales actualmente utilizados por la industria de alimentos, cuyos efectos en la salud son cuestionados en todo el mundo.
La tecnología brasileña permite convertir cyanobacterias (bacterias acuáticas que no amenazan la salud humana y que poseen pigmentos fotosintéticos) en colorantes naturales para alimentos, informó el 6 el Ministerio de Ciencia y Tecnología.
El proyecto fue desarrollado por investigadores del Instituto Nacional de Tecnología (INT), un organismo vinculado al Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Los investigadores desarrollaron un proceso que permite encapsular los polímeros de los pigmentos naturales de éstos microorganismos para darles mayor estabilidad frente a factores vinculados al procesamiento y al almacenamiento de alimentos, como luz, oxígeno, temperatura y acidez.
La tecnología fue desarrollada por la nutricionista Thaís Passos, investigadora de la Universidad Federal de Río de Janeiro, en un proyecto que contó con la orientación de Fabio Dantas, investigador del Instituto Nacional de Tecnología.
"En el proyecto aliamos dos tecnologías diferentes, la biotecnología y la nanotecnología", explicó Dantas al indicar que la biotecnología permite el aprovechamiento de los microorganismos y la nanotecnología permite encapsular los pigmentos de las bacterias acuáticas para aumentar su resistencia.
Gracias a la estabilidad que consiguen al ser encapsulados en partículas nanométricas, los pigmentos de las cianobacterias pueden ser aprovechados como colorantes naturales de alimentos sin amenazas para la salud de los consumidores.
Una de las ventajas de la tecnología es que las cianobacterias pueden ser cultivadas fácilmente en laboratorio en condiciones totalmente controladas y sin residuos.
De acuerdo con los investigadores, la alternativa es importante para la salud de los niños, los que más acostumbran consumir alimentos con colorantes artificiales por su atracción visual.
Las investigaciones sobre los efectos de los colorantes artificiales ya obligaron a agencias reguladoras de algunos países, como Estados Unidos y Australia, a prohibir algunos de los productos por estar directamente asociados a la incidencia de tumores y a casos de alteración en el comportamiento de menores.
"Nuestra intención es patentar el proceso y transferir la tecnología para la posible comercialización de los colorantes naturales, que son indiscutiblemente más saludables que los sintéticos", explicó Passos.
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