Según Cisco, la reproducción de vídeo a través del móvil estaría creciendo a un promedio del 131% entre 2009 y 2014, gracias al acceso a YouTube, Netflix y la mejora de las líneas para móviles. Por tanto, qué ocurrirá cuando las conexiones de alta velocidad sean la norma. ¿La explosión del vídeo por streaming?
Por el momento, la mayoría de los usuarios de internet móvil están navegando sobre redes 3G y, todavía, 2G. En el mejor de los casos, apenas alcanzan velocidades de un puñado de megabits por segundo. En vídeo, eso se traduce en tiempos de carga y parones durante la reproducción, así como en elecciones de vídeos de baja calidad, que optimizan las viejas redes wireless para lograr velocidad sobre otros servicios.
Sin embargo, esta infraestructura está lista para dar un salto adelante gracias a la entrada de dos tecnologías que se autoproclaman 4G: LTE (Long Term Evolutions) y WiMAX. Más de 120 millones de personas podrán disfrutar de ésta última durante este año 2010 gracias a la red que está instalando la compañía Clearwire, con el objetivo de que las teleoperadoras que contratan sus servicios puedan competir con las que trabajan con LTE.
Por el momento sólo un 25% de los usuarios norteamericanos se conecta la línea 3G a través de teléfonos. La gran mayoría lo sigue haciendo con portátiles y netbooks. Un tercio del vídeo que se reproduce en esos aparatos lo ofrece YouTube, otro tercio es contenido pornográfico y erótico y el resto de diversas fuentes.
Alta definición
La próxima generación de redes aumentará la popularidad del vídeo, aunque probablemente cambie la forma en la que se visualiza. YouTube domina entre los vídeos cortos, recursivos y de baja definición, a los que la gente se ha acostumbrado por la circunstancias actuales. Pero el 4G animará a los usuarios a elegir contenido más largo y de mayor calidad, lo que podría hacerles optar por otros servicios como Netflix y Hulu.
Y también Ustream, Justin.tv, Livestream o Qik, ya que con la alta velocidad el vídeo por streaming será mucho más funcional. No sólo desde el punto de vista del suministrador; también para la producción, ya que habrá más usuarios dispuestos a crear y compartir sus propias emisiones. Un factor a favor del vídeo por streaming está en la propia configuración de estos dispositivos móviles, armados con cámaras delanteras y traseras. Habrá cada vez más retransmisiones en directo casera de eventos en directo, ya sean informativos, de ocio o deportivos. Un avance que los reguladores y las compañías deberían comenzar a replantearse por las consecuencias sobre los derechos de retransmisión.
Compañías como YouTube o Justin.tv ya han anticipado el movimiento. La primera ha puesto su primer servicio de vídeo por streaming en pruebas y la segunda ha saltado al móvil en una versión gratuita frente al contenido de pago. ¿Serán capaces de convencer a sus usuarios de que con las nuevas líneas 4G sus servicios también serán sinónimos de calidad?
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