Un 6% de los institutos españoles han adoptado libros de texto digitales. Digital-Text, empresa pionera en la implantación de esta herramienta educativa, asegura que el crecimiento es imparable. Y su director general, Héctor Ruiz, subraya que "en tiempos de crisis, esta fórmula representa un gran alivio para la economía familiar, ya que supone un ahorro por alumno de hasta el 90% respecto al libro de papel".
Pero las virtudes del libro de texto digital no se limitan al ahorro que genera. Según la encuesta realizada por la Asociación Nacional de Editores de Contenidos y Aplicaciones Multimedia para la Educación (Anecame), el 90% del profesorado considera que esta herramienta motiva mucho más a los alumnos "que muestran una mejor disposición a la hora de realizar los deberes y de participar en clase".
Ruiz asegura que "las aulas no pueden permanecer al margen de los avances tecnológicos, que constituyen una herramienta formidable para la transmisión de conocimientos. Es lógico que los estudiantes se sientan más identificados con sistemas que manejan de modo habitual y eso influye poderosamente en su motivación y les hace mucho más participativos".
El director general de Digital-Text, que nació como una escisión Omnis Cellula, con sede en la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona, subraya que "los recursos TIC están concebidos para facilitar y potenciar la tarea del profesorado, nunca para sustituirla". Entre otras muchas herramientas, los libros constan de "ejercicios que se corrigen automáticamente" y que, por tanto, "permiten realizar un seguimiento personalizado del aprendizaje del alumnado, saber cuándo ha hecho sus deberes y cuánto tiempo ha dedicado a ello". Además, el profesor puede ordenar los capítulos en función de sus necesidades y los docentes cuentan también con un blog y un foro en el que pueden contactar con su alumnos, enviarle mensajes o debatir sobre temas concretos.
La empresa, que fue la primera en diseñar un libro de texto digital para la escuela española, acaba de lanzar una segunda generación que, según Ruiz, "está dotada de los últimos elementos audiovisuales y gráficos y amplía su catálogo de materias con la introducción de las asignaturas de Música, Latín, Cultura Clásica, Historia y Geografía, además de renovar las asignaturas de Tecnología y Ciencias Naturales". La empresa ha potenciado el elemento interactivo, para propiciar mayor participación de los alumnos.
Ni un solo abandono
La prueba que mejor expresa las ventajas de los libros de texto multimedia es que todos los centros educativos que han adoptado este sistema han repetido. El porcentaje de penetración en secundaria es del 6%, y en primaria avanza con rapidez.
La implantación es desigual según las comunidades autónomas. "Andalucía y Cataluña, por ejemplo, están muy avanzadas", explica. Pero allí donde llega el sistema, "se acepta y desarrolla, porque las ventajas son evidentes y compartidas por el profesorado, los alumnos y sus familias", dice.
En el ámbito económico, el gran avance del libro digital es que, aunque en su elaboración puedan intervenir un elevado número de especialistas, se eliminan los gastos de impresión, logística, almacenaje o transporte, aparte de que no existen los intermediarios", concluye el director general.
Pero las virtudes del libro de texto digital no se limitan al ahorro que genera. Según la encuesta realizada por la Asociación Nacional de Editores de Contenidos y Aplicaciones Multimedia para la Educación (Anecame), el 90% del profesorado considera que esta herramienta motiva mucho más a los alumnos "que muestran una mejor disposición a la hora de realizar los deberes y de participar en clase".
Ruiz asegura que "las aulas no pueden permanecer al margen de los avances tecnológicos, que constituyen una herramienta formidable para la transmisión de conocimientos. Es lógico que los estudiantes se sientan más identificados con sistemas que manejan de modo habitual y eso influye poderosamente en su motivación y les hace mucho más participativos".
El director general de Digital-Text, que nació como una escisión Omnis Cellula, con sede en la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona, subraya que "los recursos TIC están concebidos para facilitar y potenciar la tarea del profesorado, nunca para sustituirla". Entre otras muchas herramientas, los libros constan de "ejercicios que se corrigen automáticamente" y que, por tanto, "permiten realizar un seguimiento personalizado del aprendizaje del alumnado, saber cuándo ha hecho sus deberes y cuánto tiempo ha dedicado a ello". Además, el profesor puede ordenar los capítulos en función de sus necesidades y los docentes cuentan también con un blog y un foro en el que pueden contactar con su alumnos, enviarle mensajes o debatir sobre temas concretos.
La empresa, que fue la primera en diseñar un libro de texto digital para la escuela española, acaba de lanzar una segunda generación que, según Ruiz, "está dotada de los últimos elementos audiovisuales y gráficos y amplía su catálogo de materias con la introducción de las asignaturas de Música, Latín, Cultura Clásica, Historia y Geografía, además de renovar las asignaturas de Tecnología y Ciencias Naturales". La empresa ha potenciado el elemento interactivo, para propiciar mayor participación de los alumnos.
Ni un solo abandono
La prueba que mejor expresa las ventajas de los libros de texto multimedia es que todos los centros educativos que han adoptado este sistema han repetido. El porcentaje de penetración en secundaria es del 6%, y en primaria avanza con rapidez.
La implantación es desigual según las comunidades autónomas. "Andalucía y Cataluña, por ejemplo, están muy avanzadas", explica. Pero allí donde llega el sistema, "se acepta y desarrolla, porque las ventajas son evidentes y compartidas por el profesorado, los alumnos y sus familias", dice.
En el ámbito económico, el gran avance del libro digital es que, aunque en su elaboración puedan intervenir un elevado número de especialistas, se eliminan los gastos de impresión, logística, almacenaje o transporte, aparte de que no existen los intermediarios", concluye el director general.
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