La historia se remonta a 2008, cuando Monster y Beats desarrollaron “Beats by Dr. Dre”, unos auriculares Premium que acabaron convirtiéndose en un éxito de ventas.
Entre los acusados están los cofundadores de Beats, Jimmy Lovine y Dr. Dre, así como HTC America Holdings, propiedad del grupo taiwanés de smartphones, informan en Reuters.
Según la demanda, los acusados compraron la línea de productos “Beats by Dr. Dre”, incluyendo todo el desarrollo, ingeniería, producción, marketing, distribución y derechos de comercialización, pero lo hicieron a través de una transacción falsa.
En 2011, HTC se comprometió a comprar una participación del 51 por ciento en Beats por un precio de 309 millones de dólares, pero al poco tiempo de completarse la transacción, la empresa de Lovine recuperó el 50 por ciento de la participación vendida a la compañía taiwanesa.
Desde Monster han defendido que los acusados se aprovecharon del cambio en el control de la compañía, para terminar su relación con su empresa.
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