El estudio español Reco Technology está preparando el lanzamiento de su videojuego Toro, que definen como el primer simulador taurino diseñado para las consolas de última generación. En el juego tendremos que ganar puntos ejecutando correctamente los pases y superando los desafíos que se plantean para ir ganando fama y accediendo a mejores plazas. Una mecánica no muy distinta a la de muchos juegos de coches, sin ir más lejos. Estará disponible en primavera para Xbox One, PlayStation 4 y PC.
Sin embargo, los antitaurinos no quieren permitir que una serie de píxeles sean virtualmente toreados en pantalla, de modo que han creado una petición en Change.org, que ya ha superado las 30.000 firmas, en la que exigen a Microsoft que no permita su publicación para la consola Xbox One. La propuesta asegura no entender que "una empresa tan prestigiosa y que afirma ser socialmente responsable como Microsoft vaya a permitir el lanzamiento", contribuyendo así "al anclaje cultural, la barbarie y el maltrato animal", llegando a decir que "el videojuego es un intento desesperado más de normalizar un acto que por naturaleza es abusivo".
El mundo taurino no ha tenido mucho reflejo en los videojuegos. El primer juego en el que podíamos encarnar a un torero era una máquina recreativa de 1984 llamada Bull Fight, que adoptaba una perspectiva cenital y una plaza de toros cuadrada. Dos años después, la empresa española Dinamic sacó al mercado Olé Toro para Spectrum y Amstrad, los dos ordenadores que en la época partían la pana en España y Gran Bretaña, y buena parte de la crítica británica lo machacó por su temática. El más reciente Torero de la también española GamePro, lanzado en 2002, contó con la presencia de El Juli para publicitarlo y es posiblemente el intento más serio de hacer un simulador lo más realista posible.
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