Lo han dicho en la tele. Lo he oído en la radio. Lo he leído en un periódico. Me lo ha contado un amigo. Lo he visto en Facebook. En algún punto de esta cadena de recepción de información la credibilidad comienza a tambalearse. Y Mark Zuckerberg parece dispuesto a que su eslabón no sea el más débil.
El anuncio lo ha efectuado Facebook a través de su propio blog, refiriéndose explícitamente a la publicación en la red social de “noticias deliberadamente falsas o encaminadas a confundir” a los usuarios.
Con el propósito de evitar estos contenidos desde la red social anuncian que ellos no van a efectuar ningún tipo de filtro sobre los contenidos que se publiquen pero sí que Facebook ofrecerá a sus usuarios la posibilidad de denunciar mediante un formulario lo que consideren noticias falsas. Esto será posible con un menú que se incluirá en cada publicación.
A diferencia de lo que sucede con los contenidos ofensivos para los que ya hace tiempo que es establecieron mecanismos similares, en este caso las noticias falsas no se borrarán pero sí incluirán una etiqueta que advertirá de la consideración de bulo, al mismo tiempo que sufrirán una penalización que perjudicará al posicionamiento de dicha publicación en el muro del usuario responsable del contenido.
Sin embargo habrá una excepción, la de usuarios como El Mundo Today que precisamente basan sus contenidos en inventar deliberadamente noticias falsas, exageradas, absurdas o ridículas a modo de sátira humorística. En este caso se considera que no hay pretensión de veracidad en sus contenidos y por tanto no se consideran “noticias” en sentido estricto.
El riesgo aparece cuando un gran número de personas puedan acordar etiquetar como falsa una noticia que consideren molesta u ofensiva, un ejemplo que sin duda veremos aplicado a los más variados intereses culturales, sociales, políticos, deportivos…
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