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Su intención era llamar la atención, y lo ha conseguido. Antonio Federici quería que sus helados no pasaran inadvertidos y, aprovechando que el Papa Benedicto XVI comienza este jueves una visita de Estado al Reino Unido empapeló los alrededores de la abadía de Westminster con un anuncio el que una monja embarazada come un apetitoso helado "concebido inmaculadamente", según cuenta la BBC.
Sin embargo, el organismo británico que controla la publicidad, The Advertising Standards Authority (ASA), no parece compartir los criterios del anunciante y le ha obligado a retirar el anuncio por ser ofensivo para los católicos. Federici se defiende diciendo que el hecho de recurrir a la imaginería religiosa muestra sus "fuertes sentimientos hacia su producto", del que está muy orgulloso, aunque también, defiende "quiere llamar la atención con humor sobre la actitud hipócrita de la Iglesia hacia los temas sociales".
Sus explicaciones no han convencido a la ASA que le ha advertido que lo vigilará de cerca para asegurarse de que "sigue las reglas" del juego publicitario. Además no es la primera vez que este organismo veta uno de sus anuncios, ya que en julio de 2009 retiró una campaña en la que un cura y una monja aparecían a punto de besarse.
Pero Federici no se rinde y ya ha anunciado que está negociando el alquiler de marquesinas y espacios publicitarios cerca de la abadía de Westmister (a donde acudirá el Papa el viernes, dentro de su visita de seis días al Reino Unido) para poner un nuevo anuncio 'en la estela' del que han retirado.
El anuncio retirado también apareció publicado en las revistas The Lady y Grazia.
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