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2010/09/24

Las ciudades perdidas de Google Maps lamentan sus bajas ventas

La Nacion

Susie Stallings, una pastelera peruana radicada en la pequeña ciudad de Sunrise, en el sur de Florida, no había visto en 17 años de negocio una bajada tan rápida de sus ventas como la que experimentó a principios de agosto.
"Yo me rascaba la cabeza", recuerda la pastelera, de 60 años. "Me preguntaba por qué no sonaba el teléfono ni tampoco recibía correos electrónicos solicitando mis pasteles".
Ella calcula que sus encargos descendieron entre un 10 y un 20 por ciento. La única explicación que encontró para sus males fue la crisis económica que, en estos momentos, está en boca de todos en Estados Unidos, y acabó resignándose.
Pero un buen día, Stallings habló con una florista local, Sherry Tanozzinni, que le confesó que estaba atravesando por el mismo apuro, y que había averiguado que el origen de los problemas de ambas era una avería en Google Maps , el servicio de mapas de la compañía del buscador web más utilizado en el mundo.
Cuando un usuario buscaba floristas, pastelerías, pizzerías o cualquier otro negocio en Sunrise esta herramienta del gigante de Internet le mostraba un mapa y un listado con las empresas de Sarasota, otra ciudad de Florida ubicada más de 300 kilómetros al noroeste.
El martes pasado, los técnicos de Google devolvieron a Sunrise a su lugar correcto en el mapa, en el área metropolitana de Miami.
Pero los pequeños comerciantes de esta localidad de 90.000 habitantes se siguen sintiendo vulnerables, pues es la tercera vez que el error se repite en poco más de un año.
Las "páginas amarillas" de la era on line. Sunrise es la última de una serie de ciudades que se perdieron temporalmente en los mapas de Google. Su caso pone de relieve la importancia que ha cobrado este servicio para las ventas de los pequeños comercios, hasta tal punto que un pequeño error informático les puede llegar a costar el cierre.
Plomeros, abogados o dueños de restaurantes, entre otros empresarios, se han vuelto dependientes de Google Maps, según el consultor de marketing por Internet Mike Blumenthal.
Blumenthal dice que la mayoría de estos comerciantes ni siquiera saben que aparecen en Google Maps, y tampoco son conscientes de que gran parte de sus clientes usan esta herramienta para localizarlos.
Para el experto, Google Maps se ha convertido en las "páginas amarillas de la era Internet", llegando a sustituir al directorio telefónico que durante años fue la única fuente de publicidad que usaban algunos pequeños empresarios.
Sin embargo, el mismo medio que les ha hecho más fuertes, también les ha colocado en una posición más vulnerable, según los expertos. "Después de seis años, Google Maps es todavía una obra inacabada", opina Blumenthal, que cita el caso de otras ciudades que desaparecieron durante varios días de este servicio: Imperial Beach, de 30.000 habitantes en California; Rogers, de 7.500 habitantes en Minnesota; o Wickliffe, de 13.500 habitantes en Ohio.
La lista de "ciudades perdidas" sería mucho más amplia, dice, si se le suman los casos de otras ciudades del mundo que también se extraviaron temporalmente.
En un comunicado, Google explicó que sus mapas utilizan una combinación "de distintas fuentes autorizadas", que van desde la Oficina del Censo de EE.UU. hasta suministradores de datos comerciales, junto con tomas satelitales, aéreas y panorámicas de su servicio callejero Street View.
"En general, esto nos provee de un mapa completo de EE.UU., pero reconocemos que en ocasiones pueden surgir imprecisiones provenientes de alguna de estas fuentes".
Al borde del cierre. La florista de Sunrise afirma que cuando contactó con Google por primera vez, en agosto, le dijeron que los técnicos tardarían en resolver el problema entre uno y dos meses. Incrédula, organizó una campaña por Internet para tratar de movilizar a otros comerciantes locales.
Tanozzinni compara su lucha con la de David contra Goliat. "¿Pueden mostrar con una foto por satélite si hay alguien bañándose en mi piscina pero no pueden mantener a mi ciudad en su lugar correcto?".
También intervino el alcalde, Michael Ryan, que demandó a Google una pronta solución a la avería que estaba dañando la economía de su ciudad, famosa en Florida por albergar uno de los centros comerciales más grandes del país y por recibir más de 25 millones de visitantes al año. En su mayoría gente que acuden a hacer compras.
La florista asegura que sus ventas descendieron un 30 por ciento en este período. "Mis encargos de flores por Internet descendieron a cero. Tuve que reducir el número de horas de trabajo de mis dos diseñadores y de mis dos repartidores", dijo la comerciante.
Calculó que si el problema duraba dos meses más tendría que echar el cierre.
Fue poco después de que los periodistas comenzaran a aparecer por la ciudad cuando el error fue corregido. "Bastaron 12 horas desde que la agencia de noticias AP divulgó nuestro problema para que Sunrise volviera a su lugar original", dijo indignada Tanozzini.

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