Buena noticia para Sony, muy mala para todos aquellos que veían con esperanzas la posibilidad de jugar con títulos "piratas" en su PlayStation 3. Sony ha logrado que un tribunal australiano prohíba el dispositivo de PSJailbreak, así como su importación y distribución, por parte de los vendedores OzModChips Australia, ModSupplier y Quantronics.
El PSJailbreak debe ser real y funcional, porque de no ser así Sony no estaría invirtiendo tal cantidad de tiempo y recursos en lograr que ya ha conseguido en Austraila: detener su importación y distribución. No sólo eso, sino que además China Sun Trading Limited, la compañía que los suministra, deberá dar todos los pedidos a la Justicia, y Sony pide una indemización que, por ahora, no tiene cifra concreta.
La compañía nipone está pidiendo medidas similares en otros países, mientras que del lado opuesto, y según elmundo.es, una veintena de "hackers" ha decidido desarrollar y liberar el código PSGroove a través de la Red. Uno de ellos, Mathieu Hervais, ha comentado que la finalidad es que la gente pueda "ejecutar el 'software' que quiera en un sistema que han pagado sin necesidad de que Sony tenga que licenciarlo".
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