20minutos
Tan enganchada a un videojuego que olvidó que tenía unos hijos y unas mascotas que atender. Así estaba una mujer británica de 33 años que ha saltado a las primeras páginas de los medios británicos después de que se descubriera que sus dos perros habían muerto de hambre por su obsesión con el videojuego Small World.
Durante meses, la mujer (cuya identidad no ha sido revelada) apenas dejó de jugar al videojuego a través Internet, mientras sus tres hijos se veían obligados a comer latas de alubias congeladas.
Entre tanto su casa fue convirtiéndose paulatinamente en un vertedero, con las habitaciones llenas de basura y los cadáveres de los perros, un pastor alemán y un podenco, yaciendo en el suelo de su comedor durante dos meses.
Ahora, un juez del condado de Kent le ha prohibido conectarse a Internet y ha sido condenada a prisión después de comprobar el estado en el que se encontraban sus hijos, si bien no tendrá que ingresar en la cárcel.
Invitada a través de Facebook
La mujer recibió la invitación de un amigo a través de Facebook y no tardó en engancharse. Según las autoridades, su nivel de adicción al juego era tal que sólo dormía dos horas al día.
Se ocupó de alimentar precariamente a sus hijos, de trece, diez y nueve años, y de llevarlos al colegio, pero olvidó todo lo demás.
Al parecer, había sido una madre ejemplar hasta que su marido murió de un ataque al corazón hace unos años. Fue entonces cuando empezó a pasar mucho más tiempo delante de su ordenador portátil.
Ha perdido la custodia de sus hijos, le han prohibido tener animales y deberá cumplir 75 horas de trabajo comunitario.
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