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Bajo su aspecto de mujer completamente normal se escondía la única 'reina del crimen'. No en vano, de su mente nacieron algunos de los asesinatos más enrevesados y varios de los detectives más ilustres. Se llamaba Agatha Christie y esta semana se cumplen 120 años de su nacimiento.
Agatha Mary Clarissa, más conocida como Agatha Christie, nació el 15 de septiembre de 1890 en Torquay -localidad costera de Inglaterra-, fue educada en su casa y, en 1920, debutó en el mundo de la literatura con la novela El misterioso caso de Styles, donde dio a luz al célebre detective Hércules Poirot. El investigador belga está considerado como el más famoso después del pionero Sherlock Holmes, el célebre personaje de Arthur Connan Doyle y pionero del género.
Esta maga del suspense se convirtió en una de las más leídas con sus historias de crímenes enrevesados -aunque también escribía otros géneros y teatro- y de finales sorprendentes, pero siempre jugando limpio con el lector y cuidándose de ofrecer todos los datos necesarios para resolver el misterio. Ella fue la máxima exponente del subgénero whodunit, donde la escritura se centra, como si un juego se tratase, en que el lector vaya realizando sus hipótesis sobre quién puede ser el asesino antes de acabar el libro.
Además de Poirot -personaje del que la autora acabó muy cansada: llegó a asegurar que le resultaba "insufrible"-, Christie creó más personajes como la detective aficionada miss Marple, que fue la investigadora que resolvió el último caso publicado por la 'reina del crimen' en vida -Un crimen dormido-.
La escritora inglesa, además de con sus novelas y relatos cortos, también llevó el suspense a las tablas del teatro. Muchas fueron adaptaciones de sus propias obras como La ratonera, basada en la historia corta Tres ratones ciegos y que se ha interpretado de manera ininterrumpida más de 24.000 veces desde su estreno en 1952 -actualmente también se representa en Madrid-.
Después de 80 novelas -algunas se publicaron de forma póstuma-, la que según la UNESCO es la escritora más traducida del mundo y una de las más vendidas del siglo pasado, fallecía en enero de 1976. Dejaba tras de sí obras como Diez negritos, Asesinato en el Orient Express, El asesinato de Roger Ackroyd, entre otras muchas.
La obra de Christie ha pervivido hasta nuestros días ya sea por su indudable influencia en otros autores o por sus habituales saltos a la radio, la televisión o el cine (Billy Wilder dirigió Testigo de cargo, Orson Wells fue uno de los Diez negritos, Sydney Lumet dirigió a Poirot en la versión de celuloide Asesinato en el Oriente Express).
Si después de todo esto les entran ganas de reencontrarse o descubrir el universo de Christie, recuerden que coincidiendo con la efeméride los lanzamientos durante este año han sido constantes, se han añadido nuevos libros a la colección ya existente en bolsillo (RBA) y se han publicado sus cuadernos "secretos" (Suma de Letras, 22 €).
¿Reina sin heredera?
Lejos de quedarse huérfano el género de suspense, las autoras de este género han ido creciendo en las últimas décadas, paralelamente a la popularización del género negro y policiaco. Desde Patricia Highsmith hasta Mary Higgins Clark muchas han sido las escritoras que han cultivado el crimen en sus páginas, pero ¿se las puede considerar su herederas?
La herencia más directa de Agatha Christie hay que buscarla en la "escuela británica de novela policíaca" con nombres como P.D. James, Margarete Yorke, Anne Perry, Elizabet George o Ruth Rendell, "aunque la obra de esta última encaja más con la novela negra pura que con la novela-enigma clásica", explica el crítico literario especialista en novela negra Fernando Martínez Laínez.
"Sobre todo destacaría a P.D. James, una escritora ejemplar que ha sabido recoger con maestría esa atmósfera especial que envuelve todavía a la Inglaterra provinciana y casi rural en la que la Agatha Christie desarrolló gran parte de sus historias", asegura Martínez Laínez.
Muchos de esos nombres los repite Juan Escarlata, de Estudio en Escarlata, librería madrileña especializada en novela de este género, incluyendo a P.D. James y a Rendell como las más directas herederas. Sin embargo, "éstas son diferentes en el sentido de que no puedes escribir ahora igual que lo hacía Agatha Christie, los tiempos han cambiado y hay que adaptarse", arguye.
No sabemos que pensará P.D. James sobre si es la heredera de Christie. En una entrevista en el año 2001, James aseguraba que la 'reina del crimen' "no podía escribir como otras autoras del género (a nivel estilístico), pero que su logro fue impresionante". "La considero como un prestidigitadora literaria. Ella tenía sus cartas y las movía con los dedos con astucia, hasta que el lector lee lo suficiente para ver el tipo de engaño que ella realiza", escribió. Precisamente, para saber su opinión sobre el género, se lanza en estos días en España su obra Todo lo que sé sobre la novela negra (Ediciones B).
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