Eso dicen las conclusiones de Musicload, reflejadas primero extensamente en Ars Technica y posteriormente referenciadas en Boing Boing: nada menos que tres de cada cuatro llamadas a su servicio técnico, con el inherente coste de servicio que éstas tienen, provienen de cuestiones relacionadas con el DRM. Se trata de problemas recurrentes, a los que las compañías tienen que hacer frente con sus propios medios, porque el DRM convierte el uso de la música en algo pesado, incómodo y complejo, sujeto a limitaciones de todo tipo, y se convierte en el principal obstáculo para el desarrollo del mercado de la música.
Es algo que sin duda todos hemos experimentado en numerosas ocasiones: el que sea mucho mejor bajarse una canción de una plataforma P2P que de una tienda online no es algo que provenga de nuestra terrible sensibilidad al precio, sino del no querer afrontar el absurdo conjunto de restricciones que la canción trae consigo. Que por haber cometido el pecado de bajarme una canción de iTunes, no pueda posteriormente grabarla en el disco duro sin tener que encomendarme al mismísimo Satanás es algo que hace que me lleven todos los demonios. Además, la falta de interoperabilidad, además, promueve el desarrollo de plataformas no sujetas a una verdadera competencia, provocando una verdadera distorsión del mercado. Si tenemos en cuenta, además, que el DRM no ha impedido ni impedirá jamás la circulación de esos mismos contenidos en plataformas gratuitas alternativas, ¿dónde está la ciencia de todo ésto? Las tiendas deberían competir en la oferta de una experiencia de compra y una localización sencilla y eficiente del contenido buscado, y vender contenidos sin DRM. Según Musicload, los artistas que optaron por esa opción han visto sus ventas incrementadas una media de un 40% desde que esta opción se empezó a plantear el pasado Diciembre, lo que ha hecho que más artistas y empresas muestren su interés. Las compañías discográficas, sin embargo, consideran la idea un terrible riesgo y pretenden que las tiendas paguen cantidades mayores y las depositen previamente para cubrir así los presuntos “perjuicios”…
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