Buscar

Mostrando entradas con la etiqueta china. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta china. Mostrar todas las entradas

2012/02/17

Una china en el zapato de Apple

Los iPad se están agotando en China, y no precisamente por un arrebato consumista de su creciente clase media. La culpa la tienen las autoridades del país, que esta semana los están requisando a cientos, y los establecimientos autorizados, que han continuado retirando las tabletas de sus estanterías en varias ciudades. Incluso el servicio chino de Amazon ha dejado de venderlas. Es el último episodio de un serial jurídico que se estrenó ya hace años y que afronta ahora su clímax con máxima tensión, ya que el gobierno chino podría incluso requisar los iPad destinados a la exportación.
Pocas empresas son tan beligerantes en la defensa de su propiedad intelectual como Apple. El gigante estadounidense no duda ni un segundo en llevar a sus competidores a juicio cuando considera que han infringido alguna de sus patentes. Es una guerra que libran los principales fabricantes de gadgets tecnológicos y que, a veces, da buenos resultados. Se demostró el verano pasado, cuando un juez holandés decidió bloquear la venta de tres terminales de Samsung, incluido el principal competidor del iPhone, el Galaxy S2. Y, ayer mismo, la manzana mordida puso una denuncia contra 17 aparatos surcoreanos más en un juzgado de California. Puede que no prospere, pero incluso la paralización cautelar de las ventas acarrea graves perjuicios económicos para el fabricante afectado.
Acostumbrada a tener siempre un as en la manga, lo que no podía imaginar la compañía que dirige Tim Cook es que un día tendría que defenderse de una desconocida empresa taiwanesa en quiebra, que adeuda casi 500 millones de dólares. Sin embargo, Proview Technology le está haciendo la vida imposible en “un mercado clave”, y amenaza con interferir incluso en la distribución a nivel mundial del iPad. Porque la ley está de su parte y, aunque ayer todavía no se había pronunciado al respecto, la aduana podría aceptar su petición para bloquear los envíos.

La raíz de este lío hay que buscarla en el año 2000, cuando la rama china de esta empresa, ubicada en la ciudad sureña de Shenzhen, cerca de donde Foxconn fabrica algunos de los productos de Apple, registró la marca iPad. Pretendía comercializar una tableta -o algo parecido- con ese nombre, pero el proyecto no prosperó. Cuando Steve Jobs decidió lanzar el suyo, una de las empresas afiliadas de Apple, la británica IP, compró a la matriz de Proview los derechos de la marca iPad.
Los norteamericanos creían que el pago de 35.000 libras (41.650 euros) les autorizaba a la comercialización mundial del producto, pero no se molestaron en confirmarlo y así pasó desapercibido que Proview Shenzhen se había guardado los derechos para China. Y, por esta razón, el 19 de abril de 2010 ésta interpuso la primera demanda. El pasado 5 de diciembre un tribunal de Shenzhen le dio la razón, y, aunque Apple ha recurrido, ya hay base legal suficiente como para impedir la comercialización del aparato. No obstante, ayer la tienda oficial de Apple en Shanghái continuaba vendiendo el iPad, ya que las autoridades de la capital económica de China no han tomado una decisión al respecto.
Lógicamente, la población china muestra su simpatía por Proview. Anoche, el 71,7% de los 26.000 internautas que respondieron a una encuesta del portal Sina.com sobre el asunto aseguraba que su postura es legítima, aunque el 53,4% consideraba que un acuerdo económico sería la mejor salida para ambos litigantes. Muchos tampoco olvidan que el desenlace de esta querella llega en un momento crítico para Apple en China.
En los últimos años sus subcontratas se han visto salpicadas por una plaga de suicidios y han sido acusadas de verter sus desechos sin control, provocando graves casos de contaminación. El último frente se libra estos días dentro de las fábricas, hasta donde han viajado inspectores de la central para comprobar cuáles son las condiciones laborales de sus empleados y certificar que no haya menores contratados.
No obstante, el ciberespacio hervía también con hirientes comentarios en los que se acusaba a la empresa taiwanesa de estafadora o ladrona. “Han tenido la marca durante diez años, pero no han sabido qué hacer con ella, y ahora ven la posibilidad de salvar la empresa al estilo chino”, escribía un usuario en Weibo, el Twitter local, donde se registraron ayer más de 223.000 microposts. No en vano, diferentes medios chinos cifran en casi 1.200 millones de euros la cantidad que Proview exige a Apple para transferirle por completo la marca. Si las partes no firman la paz antes, la última palabra la tendrá el Tribunal Supremo de la provincia de Guangdong, que tiene previsto iniciar la vista el próximo día 29.

China quiere multiplicar por ocho su ancho de banda

China, el país con más internautas del mundo (más de 500 millones) pero también uno de los que tienen una velocidad de internet más lenta (una media de 1,4 megabites por segundo), intentará mejorar su ancho de banda para que éste se multiplique por ocho en tres años, informó la prensa oficial.
El objetivo es que las zonas urbanas alcancen una velocidad media de 20 megabites por segundo (Mbps) en 2015 y las rurales de 4 Mbps (es decir, que la media nacional rondaría los 12 Mbps).
También añadió que en las ciudades más desarrolladas del este de China la velocidad media podría llegar hasta los 100 Mbps en este mismo periodo.
China ocupa el puesto 90 del mundo en velocidad media de conexión a internet, un puesto similar al que ocupa en renta per cápita, pese a que en cifras absolutas sea la segunda economía mundial y el mayor mercado de internet del mundo.
El país con la mejor velocidad media de conexión del mundo es Corea del Sur (16,7 Mbps), seguido de Hong Kong (10,5 Mbps) y Japón (8,9 Mbps).
A los problemas técnicos que ofrece el internet chino por su escaso desarrollo han de unirse los efectos de la censura, que en algunas épocas "sensibles" del año (como ahora, en las cercanías de que los independentistas tibetanos conmemoren el aniversario del exilio del Dalai Lama) frenan deliberadamente la velocidad de navegación.

El iPhone de Apple pierde cuota de mercado en China

La cuota de mercado de Apple, en pleno auge del mercado de teléfonos inteligentes de China cayó por segundo trimestre consecutivo en octubre y diciembre, ya que perdió terreno frente a marcas locales y más baratas.
China, el mayor mercado mundial de telefonía móvil, no ha sido fácil para Apple, ya que lidia con una demanda de una empresa local sobre el nombre de iPad y tiene problemas en las fábricas de sus proveedores sobre los salarios y las condiciones de trabajo.
Con el número de abonados a servicios móviles que ha llegado hasta los 1.000 millones en China este año, hay una feroz competencia entre la surcoreana Samsung Electronics, Nokia, Apple y las empresas locales de Huawei Technologies y ZTE.
Mientras que Apple recuperó el primer puesto como el mayor vendedor de teléfonos inteligentes del mundo en el cuarto trimestre y el año pasado en su conjunto, cayó hasta el quinto puesto en China, superada por ZTE. La cuota de mercado de Apple en China cayó hasta un 7,5% desde el 10,4% en el periodo julio y septiembre.
En el último trimestre, Samsung golpeó con fuerza a Nokia, con un 24,3% del mercado, más de tres veces la cuota de Apple, según muestran los datos de la firma de investigación Gartner. La cuota de mercado de Nokia ha sido superior a la del año pasado, más de 40% en el primer trimestre.
Gartner confirmó que prevé que la cuota de mercado del iPhone de Apple siga de esta manera durante un par de trimestres. En el primer trimestre del año pasado, ZTE obtuvo una cuota de mercado de sólo el 3%, pero terminó en cuarta posición con más de 11% del mercado.

2012/02/15

Retiran la iPad en 4 provincias chinas por disputa entre Apple y una firma local

Las autoridades de cuatro provincias de China comenzaron a retirar la tableta iPad de Apple en las tiendas de sus jurisdicciones, dos meses después de que los tribunales chinos otorgaran a una firma nacional el derecho a usar este nombre comercial, informó hoy la prensa china.
Shandong, Jiangsu (ambas en el este), Hebei (norte) y Hunan (sur) son las provincias donde comenzaron a retirarse de las tiendas estas iPad, a petición de la firma Proview Technology, a la que los tribunales chinos otorgaron en diciembre el derecho exclusivo a usar esta palabra con fines comerciales.
"Seguiremos luchando contra el incumplimiento de la ley de marcas de Apple", señaló al diario "South China Morninb Post" el abogado Xiao Caiyuan, que representa a la firma, con sede en Shenzhen (la ciudad donde precisamente se fabrican buena parte de los iPad para todo el mundo).
La retirada, no obstante, no fue total, y así algunos establecimientos de las mencionadas provincias siguen ofreciendo estas tabletas, mientras que otras tiendas aún tienen en stock estos productos, si bien han optado por dejar de venderlos temporalmente, señaló el diario, citado por la agencia Efe.
Las tiendas oficiales de Apple en China (dos en Pekín y otras tantas en Shanghái) continúan vendiendo este producto, extremadamente popular entre los consumidores chinos, hasta el punto de que cada salida de nuevas versiones va acompañada de tumultos en estos establecimientos.
En diciembre, el Tribunal Popular Intermedio de Shenzhen dictaminó que la multinacional tecnológica Apple no tiene el derecho a usar la marca "iPad" para sus ordenadores tableta en el mercado del gigante asiático, ya que ésta pertenece originalmente a una firma local.
Según la sentencia, la rama taiwanesa de Proview registró la marca "iPad" en varios países el año 2000, mucho antes de que los ordenadores tableta de Apple salieran al mercado.
En 2009, Apple adquirió a Proview los derechos para usar el nombre "iPad" por apenas 35.000 libras (unos 54.600 dólares, o 40.000 euros), pero la marca hongkonesa se reservó la utilización de la palabra con fines comerciales en China, razón por la que presentó la demanda contra Apple.
La agencia oficial de noticias Xinhua vaticinó tras aquella sentencia que si Apple y Proview no alcanzaban un acuerdo para la compra de la marca, la popular firma de la manzana "tendría que vender sus ordenadores iPad con un nuevo nombre en China".
La noticia se produce en la misma semana en la que Apple ha anunciado el comienzo de investigaciones para examinar las condiciones laborales de las fábricas de su socia Foxconn en China, donde se ensamblan los iPod, iPhone e iPad, y en las que se ha producido en los últimos años una oleada de suicidios.
Las inspecciones se producen tras la aparición de informes y artículos de prensa desvelando las pésimas condiciones de los empleados, una situación que, no obstante, no es exclusiva de las subcontratas de Apple sino que se da en buena parte del sector industrial de China, la "fábrica del mundo".

Retiran iPads en China por un problema de marcas comerciales

Autoridades en el norte de China iniciaron en esta última semana la retirada de tabletas iPad de Apple, tan sólo dos meses después de que los tribunales locales reconocieran a una firma nacional como dueña de la marca comercial iPad en el país.
Tras la victoria legal, Proview Technology ordenó la retirada del dispositivo en 20 ciudades en China y amenaza con solicitar que se prohíba la importación y exportación de iPads en el gigante asiático.

Paradógicamente, la empresa china se ampara en leyes que fueron aprobadas en China por la presión ejercida por Occidente para que el país pusiera fin a la piratería de productos de entretenimiento y marcas de lujo.

La gran muralla de patentes

Según Stan Abrams, letrado estadounidense que enseña propiedad intelectual en la Universidad Central de Pekín, el asunto resulta "irónico", ya que ahora China podría requisar iPads en su territorio y así evitar que se envíen al extranjero objetos que infringen derechos de propiedad intelectual.
Este es el último capítulo de una larga batalla legal de Apple por hacerse con los derechos de la marca iPad en China, cuyo nombre fue patentado por Proview Technology a principios del año 2000.
Apple dice haber adquirido en 2009 los derechos de la marca de la filial que esta empresa tiene en Taiwan, que según ellos les daba derecho a vender el dispositivo en diez países, China incluida.
Pero Proview Technology en China, con sede en Shenzhen, dice que la venta no incluía los derechos en el país y en diciembre, los tribunales le dieron la razón.

Retirada

Aunque Apple todavía tiene la oportunidad de apelar el veredicto, a petición de la empresa china, las autoridades iniciaron la retirada de las primeras tabletas de Apple en tiendas de Shijazhuang, capital de la provincia de Hebei, el pasado jueves.
Pero la requisa no ha sido total. Algunos negocios de la provincia todavía mantienen sus iPads, aunque optaron por no tenerlas visibles al público.
Por su parte, las tiendas de Apple en China continúan vendiendo la tableta, enormemente popular entre los chinos.
Pero si la retirada del producto se extiende y las autoridades chinas optan por prohibir las exportaciones e importaciones de iPad, Apple se vería en un gran aprieto.
"Si esto pasara, las ventas de iPad de Apple en uno de sus mayores mercados podrían verse afectadas seriamente. También podría afectar al envío de iPads desde China, donde se fabrica la tableta", alertó Michael Bristow, de la BBC en Beijing.
Pero las esperanzas no están perdidas para Apple, que, además de la apelación, todavía está a la espera de que Proview ponga un precio a su silencio.
Reportes chinos resaltaron que Proview, que se dedica a la fabricación de pantallas de computador, enfrenta graves problemas económicos.

Inspecciones en fábricas

Aunque no se ha establecido una conexión directa, los hechos coinciden con la petición de Apple para que se realicen inspecciones en las instalaciones de las compañías chinas donde se fabrican hasta el 90% de los productos de la empresa.
La solicitud se da después de varias denuncias formuladas contra estas factorías por bajos sueldos, exceso de horas, trabajo de menores, casos de suicidios y accidentes mortales en los últimos años.
Tras una detallada investigación publicada al respecto en el diario The New York Times, manifestantes se concentraron en algunas de las mayores tiendas de Apple en Estados Unidos y reunieron 50.000 firmas para pedir lo que denominaron un "iphone ético".
Próximamente, la Asociación por un Trabajo Justo (FLA), organización internacional dedicada a la defensa de los derechos de los trabajadores, auditará el funcionamiento de varias fábricas de tecnología en el país, incluida Foxconn, una de las principales proveedoras de Apple.

2012/02/13

Helicóptero civil desarrollado por China pasa prueba de vuelo en clima frío

El primer helicóptero civil de tamaño grande desarrollado de forma independiente por China, el AC313, superó exitosamente la prueba de vuelo en clima frío, desempeñándose de forma óptima en las temperaturas de la región polar, informó hoy lunes su fabricante, China Aviation Industrial Helicopter Co.

Las pruebas de la nave, con un peso de 30 toneladas, se llevaron a cabo en la ciudad de Hulunbuir de la región autónoma de Mongolia Interior (norte), a partir de enero, época en que la región experimenta temperaturas de hasta 46 grados centígrados bajo cero.

El helicóptero también estableció su récord de velocidad en 336 kilómetros por hora, durante las mismas pruebas.

En enero, el AC313 se convirtió en la primera aeronave de fabricación china autorizada por las autoridades nacionales de aviación civil para volar en regiones de más de 4.500 metros sobre el nivel del mar.

Xu Chaoliang, jefe del equipo que diseñó el aparato, dijo que hasta ahora la compañía ha recibido 32 pedidos.

La firma, una subsidiaria de propiedad de China Aviation Industry Corp., espera estar produciendo 300 helicópteros al año para 2015, lo que la convertiría en uno de los proveedores de este tipo de aeronaves más importantes del mundo.

Con sede en Tianjin, ciudad vecina de Beijing, la capital, la empresa se dedica principalmente a la investigación y el desarrollo, la producción, el mantenimiento y la venta de helicópteros y otras aeronaves y componentes de aviación.

Los teléfonos chinos alzan la voz

La escena es bien conocida en todo el mundo. Ahí está la larga hilera de ansiosos consumidores capaces de esperar horas, independientemente de las inclemencias meteorológicas, para hacerse con el último gadget tecnológico. No faltan tampoco los empleados, identificables gracias a sus chalecos azules, que tratan de poner orden. Y, cómo no, todo gira en torno a una empresa de tecnología que se frota las manos ante la avalancha. Pero no, la aglomeración no se da frente a una manzana mordida, sino a las puertas de una competidora china que acaba de plantar cara al smartphone por excelencia con un éxito arrollador.
Y lo que más llama la atención es que el establecimiento que esconde el último objeto de deseo tecnológico no se encuentra en alguna depauperada ciudad china de cuarta categoría: es Hong Kong, el centro financiero asiático por antonomasia, y uno de los principales mercados para líderes como Apple y Samsung. Pero el Meizu MX ha llegado con el 2012 para lanzar un órdago. Y en uno de los mercados más fragmentados del mundo, en el que casi mil millones de habitantes tienen un móvil pero en el que la compañía de Steve Jobs solo cuenta con una cuota del 10,4%, menos incluso que Huawei -11%-, el nuevo MX es un competidor serio.
A cierta distancia, perfectamente podría confundirse con el iPhone 4S, pero el precio marca la diferencia: 2.999 yuanes (370 euros) en la versión de 16GB, y 3.999 yuanes (490 euros) con el doble de capacidad. Con un procesador de 1,4 Ghz dual-core -pronto llegará el quad-core-, y capacidad para navegar por la Red hasta 21,6 MBPS, la velocidad no es un problema. Y los consumidores disfrutan con los 8 megapíxeles de una cámara posterior que viene acompañada de un flash, y de los 5 de otra anterior. “Además funciona con Android, lo cual es una gran ventaja en China”, comenta a la salida un cliente británico que considera al MX una interesante alternativa para el iPhone 3 que quiere jubilar.

No está solo en su percepción. En Shanghái el mes pasado ya no quedaban existencias, y eso que es necesario pagar una señal de 200 yuanes (25 euros) para tener acceso a un teléfono que, según el responsable de Ventas de Meizu en la megalópolis, Zhang Xuesong, “está superando todas las expectativas”. Las reacciones de los consumidores tras probar la nueva máquina, así lo corroboran. Cada minuto que este diario pasa en el establecimiento de Meizu en la zona de Pudong, una persona abre la cartera para hacerse con un ejemplar en el futuro, porque de momento se han agotado. “Muchos son clientes antiguos que habían probado el M8 -cuyo cambio la compañía incentiva con 700 yuanes (87 euros) de rebaja en el precio del MX-, o alguno de nuestros MP3”.
Para cumplir con las expectativas de una marca ya bien asentada en China, Meizu tiene una estrategia clara y sencilla: “Hemos decidido concentrarnos en elaborar solo uno o dos modelos que sean buenos, aunque somos conscientes de que el software todavía puede mejorar mucho”. Meizu ofrece actualizaciones gratuitas, y hace hincapié en la fortaleza de su servicio. “A diferencia de otras marcas, disponemos de una extensa red de establecimientos a los que pueden acudir los clientes para reparar sus terminales”, cuenta Zhang.
En mente, sin duda, tiene a su otro gran rival: el Mi-1, conocido en China por el nombre de su fabricante, Xiaomi. Sus lanzamientos han coincidido en el tiempo y en su éxito, y ambos buscarán ampliar sus horizontes fuera de las fronteras del gigante asiático. De hecho, este último ya ha anunciado que saltará pronto el estrecho que separa a China de Taiwán. Pero primero tendrán que combatir la percepción negativa del made in China, así que, de momento, la guerra se libra en la República Popular. Allí, el Mi-1 consiguió vender 100.000 unidades en las tres primeras horas desde su debut, y más de 400.000 en un mes. Pero parece que, aunque se vende por solo 1.999 yuanes (246 euros) y se comercializa como “el teléfono más rápido del mundo”, convence menos que el MX.
Aunque su procesador es más veloz -1,5 Ghz-, los 149 gramos de peso lo dejan en cierta desventaja frente a sus competidores, y los usuarios que ya lo tienen en sus manos critican tanto el servicio -este periódico ha tratado en vano de contactar con algún responsable durante una semana-, como la calidad de los acabados. Parece que no convence la publicidad que asegura que la pantalla es casi irrompible y que incluso se puede meter el teléfono en la lavadora. Porque, como asegura un cliente que está desesperado porque no sabe dónde puede reparar su terminal, “la pintura se cuartea rápidamente, el teléfono se apaga solo, y es imposible cargarlo”. Comentarios como el suyo llenan ya foros de Internet en los que flota la ira. Pero muchos se muestran comprensivos y esperan con ansiedad el Mi-2. “Hay que dar tiempo a la industria china para que se ponga a la altura, ya estamos de camino”, apostilla Zhang.

¿Comienza China a sufir el impacto de la crisis mundial?

Las exportaciones de China cayeron en enero -la primera caída en más de dos años- haciendo crecer nuevas preocupaciones sobre el impacto de una desaceleración mundial en su economía.
Las exportaciones cayeron 0,5% respecto al año anterior afectado por una débil demanda y el cierre de las fábricas durante el Año Nuevo Lunar.

Las importaciones cayeron un 15,3%, resultando en un superávit comercial de US$27.300 millones, el punto más alto en seis meses.
La caída de las importaciones llega a China en un momento en que ha estado tratando de impulsar la demanda interna en un intento por compensar la desaceleración de las exportaciones.
clic Lea también: La rápida desaceleración de China

"Especial atención"

Los analistas aseguraron que aunque el cierre de los establecimientos durante el Año Nuevo chino afectó los números, la disminución no puede atribuirse sólo a la fiesta.

Dijeron que la caída -más grande de lo que se esperaba, especialmente en las importaciones- es preocupante ya que da una idea de la desaceleración del crecimiento.
"El colapso de las importaciones requiere una atención especial", dijo Ren Xianfeng, de IHS Global en Pekín.
"Una caída de más del 15% en enero, no puede ser explicada totalmente por el calendario lunar y a eso se le suma la opinión de que la producción económica es más lenta que lo que los indicadores principales pueden sugerir".
A principios de este mes, la Federación China de Logística y Compras informó que el índice de importaciones de enero cayó a 46,9 de 49,3 del mes anterior, mostrando desaceleración en la demanda en el país.
A pesar de estas cifras, los analistas dijeron que es probable que la caída sea de corta duración y las importaciones pueden empezar a subir en los próximos meses.

"El mayor riesgo"

El sector exportador ha sido clave para el crecimiento económico de China en los últimos años ya que las empresas globales se han volcado sobre Pekín para tomar ventaja de sus bajos costos de fabricación.

Sin embargo, la desaceleración en EE.UU. y en la eurozona, que son dos de los mayores mercados para los productos chinos, ha ocasionado una reducción en el ritmo de crecimiento de los envíos en los últimos meses.
La crisis de la deuda de la eurozona y la alta tasa de desempleo en EE.UU. han afectado la confianza del consumidor y dañado la demanda de productos chinos.
Las cifras oficiales del viernes mostraron que el comercio bilateral entre China y la Unión Europea cayó más del 7% en enero.
Los analistas dijeron que los continuos problemas de deuda en la zona del euro eran la mayor amenaza para el crecimiento de China.
"Creemos que el gran lastre y el mayor riesgo para el crecimiento de China en 2012 es la menor demanda externa causada por la crisis de la deuda en curso en la eurozona", dijo Ting Lu de Bank of America Merrill Lynch en Hong Kong.
"Nuestros economistas europeos esperan una recesión moderada en la zona euro de -0,6% en 2012, mientras que nadie sabe la probabilidad exacta y la gravedad de un colapso de la zona euro".

¿Más presión?

El superávit comercial de China ha sido un tema políticamente sensible, especialmente con los socios comerciales, como EE.UU..
Las empresas y los políticos han acusado a China de mantener el valor de su moneda artificialmente bajo, en un intento por impulsar sus ventas en el extranjero.
Ellos argumentan que el elevado superávit comercial de China ha ido en detrimento de su crecimiento económico.
Los últimos datos llegan poco antes de la visita del viceprimer ministro chino Li Keqiang a EE.UU., programada para la próxima semana.
Los analistas dijeron que el reciente incremento en el superávit podría ocasionar una presión adicional sobre China, durante la visita del viceprimer ministro, que modifique su política de crecimiento de exportaciones.

2012/02/10

Protestas en seis tiendas de Apple por las condiciones laborales en China

Un centenar de personas protestaron este jueves frente a seis tiendas del gigante tecnológico Apple en Estados Unidos, Inglaterra, Australia e India para denunciar las condiciones laborales que afrontan los trabajadores en las fábricas de sus proveedores en China.

La mayor tienda del creador del iPhone en el mundo, la localizada en la emblemática estación Grand Central de Nueva York, fue una de las seis que eligieron los manifestantes para denunciar unas prácticas laborales que provocan "con frecuencia" que los trabajadores "pierdan por completo" el uso de sus manos. "En total hemos reunido a cerca de un centenar de personas en todo el mundo, que están representando a casi un cuarto de millón que han firmado a través de Internet nuestra petición a Apple", detalló Amanda Klooer, directora de organización de Change.org, uno de los dos convocantes de la protesta.
Esa organización colgó en su página web un documento en el que piden mejorar las condiciones laborales de los trabajadores en las fábricas de algunos de los proveedores de Apple en China y que ha sido firmado ya por casi 199.000 personas.

Por otro lado, el grupo de presión para la responsabilidad de las empresas, SumOfUs.org, ha recaudado más de 50.000 firmas en defensa de otro texto paralelo que pide a la compañía de Sillicon Valley que empiece a fabricar "de forma ética" su nuevo iPhone 5, que podría lanzar a finales de año.

Las dos organizaciones se unieron para convocar una protesta que ha llegado a las tiendas de Apple en Nueva York, Washington, San Francisco, Londres, Sidney y Bangalore, donde los manifestantes entregaron una copia impresa de su petición con las firmas recaudadas a cada uno de los gerentes de esos establecimientos. "Esperamos recibir una respuesta de Apple antes de convocar una nueva acción", aseguró Klooer, quien añadió que esa compañía "ha atendido en el pasado a las demandas de sus clientes".

De las diferentes concentraciones llevadas a cabo esta jornada, fue la realizada en Washington la que tuvo una mayor afluencia, ya que alrededor de cuarenta personas se reunieron ante la tienda de Apple en Georgetown para recoger firmas durante una hora e informar sobre las condiciones laborales de la multinacional. "Los hombres y mujeres de estas fábricas trabajan largos días repitiendo los mismos movimientos una y otra vez, lo que crea un síndrome del túnel carpal en sus muñecas y manos, que suele terminar en la pérdida del uso de ellas para el resto de su vida" señala el escrito colgado por Change.org.

El texto asegura querer seguir "utilizando y amando" los productos de Apple, "porque están cambiando el mundo", pero también asegurarse de que "cuando os estoy comprando productos no es a costa de un horrible sufrimiento humano".

Alerta en China por una fuga química en el Yangtsé

Las autoridades locales de Shanghái y de otras ciudades del este de China están en alerta ante la posibilidad de que una fuga química en el tramo final del río Yangtsé contamine sus reservas de agua corriente, que proviene casi en su totalidad del delta del río en esta parte del país.
Según recoge hoy el diario oficial Shanghai Daily, las autoridades de Zhenjiang, en la vecina provincia de Jiangsu, a un par de cientos de kilómetros al norte de Shanghái, han desmentido los rumores que empezaron a surgir en internet ante el mal olor del agua, pero creen que sí pudo haber un vertido por parte de un buque.
En un principio los inter-nautas locales empezaron a hablar este fin de semana de que un barco con tanques de algún producto químico se había hundido cerca de Zhenjiang. Las autoridades dijeron primero que no habían encontrado restos de ningún vertido, y que el olor podría deberse a un "exceso de cloro" que se producía al calentar el agua en las casas, después de haber estado expuesta al frío invierno de la zona.
Sin embargo, según el Shanghai Daily, ahora se cree que un barco surcoreano anclado en Zhenjiang, con una válvula mal cerrada, podría estar detrás del vertido. Las investigaciones indican que una fuga de fenol, un compuesto ácido utilizado en la producción petroquímica, que se disuelve en el agua, contaminó las aguas del río entre el jueves y el viernes pasado.
El Centro Provincial de Control y Prevención de Enfermedades de Jiangsu aseguró este miércoles que la concentración de fenol en el agua corriente era baja y no dañina para la salud, pero la Oficina de Protección Medioambiental de Shanghái, donde desemboca el gigantesco río Yangtsé, está tratando de evitar en lo posible la contaminación".
Ante la preocupación de la población, las ventas de agua embotellada se han agotado en las tiendas de las localidades de la zona afectada. Hace tres años en Yangcheng, situada en la misma provincia de Jiangsu afectada ahora, otro vertido de fenol dejó sin agua potable durante tres días a cerca de 200.000 personas.

Ultimatum a tuiteros chinos para que abandonen anonimato

Las autoridades de Pekín fijaron esta semana una fecha límite para que los usuarios de redes sociales similares a Twitter registren su identidad real o de lo contrario ya no podrán añadir sus comentarios.
A partir del 16 de marzo, los microblogeros deberán aportar su nombre real y número de carnet de identidad, tal y como ya anunció a sus usuarios la página de microblogs Weibo, la más utilizada en China.

La medida se produce en un momento de creciente popularidad de los microbloggeros, cuyo número se cuadruplicó en 2011.

Ultimatum

El ultimatum no ha caído por sorpresa, ya que desde diciembre las autoridades chinas anunciaban esta medida que ya se aplica a nuevos usuarios de Weibo (tanto Twitter como Facebook están bloqueados en el país) con el fin de facilitar al gobierno su seguimiento.
Aunque Pekín fue la primera ciudad en implementar la nueva normativa, alegando que así se evitará la difusión de "rumores y vulgaridades", ésta ya se ha extendido a otras grandes ciudades como Shanghai, Guangzhou y Shenzhen.
Las cuentas de todos aquellos que no aporten sus datos personales, anunciaron fuentes oficiales, se mantendrán activas pero con la limitación de no poder añadir comentarios.
Una vez registrados, los usuarios de microblogs podrán mantener sus seudónimos.
"Esto lo ultimo en los intentos del gobierno chino de controlar internet", explicó Weiliang Nie, editor del servicio chino de la BBC.
"Como el número de microblogeros ha aumentado en los ultimos meses, el gobierno chino está muy preocupado sobre su impacto. Les preocupa que el flujo de información este fuera de control".

250 millones de "tuiteros"

Según datos del Centro de Información de Internet en China (CNNIC) la cifra de microblogeros en el país se situó en 250 millones en 2011, un 297% más que el año anterior, lo que se achaca principalmente al cada vez más extendido uso de teléfonos inteligentes.
Este mayor uso de microblogs, señaló poco después un informe de la firma internacional de marketing y comunicación Ogilvy PR, ha generado un escenario en el país donde las crisis y escándalos públicos surgen con "una cada vez mayor frecuencia y velocidad".
Es más, alertó el documento, "el tono emocional de las discusiones mantenidas den los microblogs chinos (...) supone que una gran proporción del público chino no está sólo más al tanto de las crisis, sino que participa activamente en extender su alcance e intensidad".
La investigación destacó que tras analizar las mayores crisis vividas en China en 2011, concluyeron que la gran mayoría se originaron en microblogs.
Concretamente, 7 de las 10 mayores crisis de credibilidad en organismos del gobierno salieron a la luz a través de ese medio, citó el informe.

¿Usuarios extranjeros?

Según anunció el diario chino El Pueblo en línea todavía no se ha definido una política específica para aquellos extranjeros residentes en China que no poseen documentos de identidad locales.
Tampoco se sabe si la medida se aplicará también a aquellos usuarios de Weibo en el extranjero, que se estima es de en torno a ocho millones de personas.
Por el momento, portales adscritos a Weibo como Sina, Sohu, Wangyi y Tengxun ya han anunciado a sus usuarios la nueva reglamentación.
Algunos incluso ofrecen incentivos a los usuarios registrados, como tarjetas para celulares o cupones regalo.

2012/02/08

Facebook, ¿estás seguro de que quieres entrar en China?

El gigante de Mark Zuckerberg, que pronto saldrá a bolsa, mira al mercado chino como una oportunidad idónea de llegar hasta su amplia base de usuarios, pero ¿sobreviviría Facebook en China?

Es un entorno hostil para muchas compañías y pocas han sido las extranjeras que han logrado sobrevivir. Por un lado, porque es un mercado complejo, de cultura desigual y en constante crecimiento, donde ya hay actores muy establecidos. Por el otro, las estrictas medidas de calado político en forma de censura en internet.
Facebook aseguró la semana pasada que estaba considerando su entrada en el país asiático a pesar de las “importantes complejidades legales y reglamentarias”. El gigante social ya lo intentó en 2008, pero fue acusado de ser el instigador de diversos disturbios mortales que tuvieron lugar en la provincia de Xinjiang.
Pero Facebook tiene una ambición: ser la red social que conecte a la gran mayoría de usuarios a nivel mundial, y China es un importante actor. No sólo por volumen de internautas, sino por el éxito que tienen allí las herramientas sociales.
Pero Facebook podría llegar tarde, según los expertos. Es un mercado enormemente competitivo con clones de Facebook ya establecidos y que gozan de gran éxito. “Facebook sería sólo una opción más entre muchos”, asegura un experto en comunicación social de Shanghai.
Lo único que podría asegurar un público a la red social es su caché a nivel internacional, que atraería a los usuarios más internacionalizados y a los extranjeros residentes en el país. Para hechizar a los locales, Facebook podría llevar a cabo una estrategia que pasaría por la construcción de un equipo local que elaborase un producto que satisfaga a ese mercado a largo plazo.
La opción que despunta es la de un Facebook adaptado a las estrictas reglas chinas, pero esto conlleva el riesgo de convertirlo en una versión descafeinada de la red social. Y esto es algo que los usuarios chinos rechazarían, según los expertos.

2012/02/03

La marea tóxica de la minería amenaza China

Una nueva catástrofe medioambiental sacude China. Según los expertos, se trata del mayor derrame químico de las últimas décadas. El río Longjiang, afluente del Liujiang, en la sureña provincia de Guangxi, ha sido objeto de un masivo vertido de cadmio por parte de una de las fábricas que trabajan con metales pesados a lo largo de su curso. El accidente se detectó 15 días atrás, pero fue el pasado viernes cuando saltó la alarma. Desde entonces, las autoridades han recomendado a los 3,7 millones de habitantes de Liuzhou, ciudad bañada por ese río, que no ingieran su agua en un tramo que abarca cien kilómetros. Los expertos adelantaron ayer que habrá 300 kilómetros contaminados.
"La situación es grave, el agua potable está en peligro", declaró He Xinxing, alcalde de Hechi, ciudad donde se originó el vertido. Las autoridades cifran en 20 toneladas la cantidad de cadmio liberado. Ocho directivos sin identificar ya han sido detenidos y las siete fábricas que trabajan con metales pesados a lo largo del río han sido temporalmente cerradas, a la espera del resultado de las inspecciones. Una muestra de la magnitud del desastre es que en 2010 se vertieron 30 toneladas de cadmio en toda China, diez toneladas más de las que se han vertido en sólo unos días y en un mismo lugar.
Desde el 15 de enero, fecha en que se detectó el incidente, han aparecido más de 10.000 kilos de peces muertos sólo en la ciudad de Hechi. En los primeros días del derrame, el agua superaba 80 veces el límite legal para este metal pesado. Las autoridades prohibieron ayer la venta de pescado procedente de las prefecturas de Liujiang y Liucheng, incluidas las piscifactorías, ante la incertidumbre de la situación.
Los equipos de emergencia llevan días descargando en el agua miles de sacos de cloruro de aluminio, un agente neutralizador del cadmio. También se construyen empalizadas para contener el agua. Se trata de una medida desesperada para evitar una catástrofe sanitaria. El cadmio es uno de los metales pesados más nocivos que existen. Una alta concentración en el cuerpo humano tiene efectos cancerígenos y eleva el riesgo de fallos en los riñones, cebándose especialmente con los niños. Conscientes del peligro, los habitantes de Liuzhou llevan días haciendo acopio de agua embotellada, a pesar de que el Gobierno local insiste en que las reservas subterráneas de la ciudad son seguras. "Los adultos podemos beber esa agua, pero estoy preocupada por los niños. Yo compro el agua embotellada para mi hijo, porque él no es lo suficientemente fuerte", indicó en un supermercado Li, una ciudadana angustiada, a la agencia Reuters.
La técnica para combatir la catástrofe es sencilla. El cloruro de aluminio actúa como agente floculante del cadmio, expulsándolo de la composición del agua y transfiriéndolo a los sedimentos. El metal no desaparece, sino solamente cambia de continente. "Los neutralizadores son la mejor opción para mitigar los efectos de forma inmediata, pero las consecuencias a largo plazo serán graves", advierte a Público Ma Tianjie, investigador de Greenpeace. "Aunque el cadmio se reduzca en el agua, se dispara en los sedimentos y puede entrar en la cadena alimentaria a través del pescado. El Gobierno tendrá que gestionar en el futuro ese problema, y hacerlo es extremadamente costoso", añade el experto. Si no se realizan esas tareas de descontaminación, el cadmio intoxicará el medio ambiente de la región durante varias décadas.
Según las autoridades, el agua contaminada alcanzará Liuzhou, la segunda ciudad más poblada de la provincia, en los próximos días. La marea tóxica avanzaba en las últimas horas cerca de la estación hidroeléctrica de Ludong, con un nivel de cadmio 25 veces superior al límite legal. Tampoco ayuda a tranquilizar los ánimos la aparición de otro enemigo: el invierno. "La contaminación en la parte alta del río es significativa, y el nivel de agua durante el invierno es bajo. Además, las temperaturas son también bajas. Todos estos factores combinados dificultan la disolución de los productos químicos [neutralizantes]", indicó Zhang Jinsong, ingeniero del equipo de emergencia, a la cadena CCTV. Según las autoridades, se han neutralizado con éxito siete toneladas de cadmio.

Catástrofe sanitaria

Más de 210 inspectores, 95 equipos especializados y 40 camiones trabajan contra el reloj para disolver las 13 toneladas que faltan y evitar que el cadmio pase a las reservas acuíferas de la ciudad, lo que provocaría una auténtica catástrofe sanitaria. Otras 20 estaciones de control operan a lo largo del río Liujiang midiendo los niveles de contaminación. El Ministerio de ProtecciónMedioambiental volvió a insistir ayer en que la situación "está bajo control" y recordó que no se han detectado nuevas fugas. Las cadenas de televisión y radio ofrecen los resultados de los test de calidad del agua cada dos horas.
Este incidente pone en evidencia una vez más la desidia de los empresarios chinos con el medio ambiente y el caótico desarrollo de las industrias que trabajan con metales pesados en el país, factores que contribuyen a hacer del gigante asiático el lugar más contaminado del planeta. "Casos similares a este son habituales en provincias con grandes explotaciones mineras, como Hunan o la propia Guangxi", recuerda Ma Tianjie. "Yo no creo que el agua del río Liujiang sea apta para beber incluso después de que sea neutralizada", prosigue el investigador. En su opinión, el "problema fundamental" es que las industrias de explotación intensiva de recursos, como la minería o la fundición, "se están expandiendo muy rápidamente en China. La capacidad de inspección y de control medioambiental no puede igualar ese ritmo de desarrollo", lamenta.
A ello se añade la aparente ignorancia de los gobiernos locales sobre los efectos nocivos de los metales pesados. Un buen ejemplo es que las autoridades de Guangxi han sido aún incapaces de detectar el origen del vertido de cadmio, un "hecho embarazoso" según el profesor Dai Tagen, experto en esta industria. "Hoy en día, las empresas no tienen incentivos para respetar el medio ambiente. En China todavía existe la dinámica de alentar a las compañías a invertir en ciertas regiones y aportar riqueza al lugar, mientras que los contaminantes y las consecuencias a largo plazo pasan a ser un asunto del Gobierno local que se paga con el dinero de los contribuyentes. Eso es injusto", explica Ma.
El año pasado, el país descubrió conmocionado que una planta química había vertido más de 280.000 toneladas de residuos de cromo a uno de los afluentes del río de la Perla durante 20 años, poniendo en riesgo la salud de decenas de millones de personas.
A pesar de los continuos desastres, China se ha fijado como objetivo oficial para el año 2015 reducir la contaminación por plomo, mercurio, cromo, cadmio y arsénico en un 15% respecto a los niveles registrados en el año 2007.

China abre las puertas a Twitter tras su decisión de censurar

  La decisión de Twitter de censurar mensajes a sus usuarios en los países que lo requieran puede ayudar a la red social a entrar en China, el mayor mercado de internet del mundo pero también uno de los más limitados por la censura oficial.
Así lo puso de manifiesto el portal oficial "China.org.cn" al considerar que la empresa estadounidense posiblemente verá abiertas las puertas del mercado chino por la buena acogida que tuvo el anuncio de su decisión en los medios oficiales.

"La decisión podría abrirle las puertas a mercados donde hasta ahora es inaccesible. También el diario oficial Global Times publicó un editorial apoyando su actitud", explicó el portal chino.

La red social anunció la semana pasada que eliminará los tuits o las cuentas de usuarios en aquellos países donde Twitter reciba una orden de censura asegurando que esos contenidos son ilegales, aunque los datos eliminados seguirán estando accesibles en otros países.

La prensa oficial china aplaudió el anuncio de la red de microblogs, como lo hizo el Global Times, para quien "es importante que (Twitter) respete las culturas y las ideas de diferentes países para integrarse en el medio local de forma armoniosa (...) Es una evolución".

El diario criticó la postura de "activistas políticos y disidentes" contrarios a la decisión de Twitter y defendió la decisión de la empresa porque "eligió entre ser una herramienta política idealista, como muchos esperan, y seguir reglas comerciales pragmáticas como empresa".

China, que superó los 500 millones de internautas en 2011, es uno de los países con un aparato de censura más sofisticado del planeta, según informes de grupos de libertad de prensa y derechos humanos, por lo que Twitter, Facebook e incluso Youtube sólo pueden ser accesibles mediante un servidor interpuesto en el exterior (VPN).

A través de este método, los disidentes chinos, entre ellos el polémico artista conceptual Ai Weiwei, han encontrado en Twitter una forma de difundir sus opiniones, por lo que han expresado su descontento con la decisión de la firma de San Francisco.

El Global Times recordó que tanto Twitter como Facebook "desempeñaron un papel fundamental en impulsar la Primavera Árabe y los disturbios en Londres el año pasado, pero también hay un debate sobre los límites de la libertad de expresión".

A raíz de la Primavera Árabe Pekín aumentó su represión contra la disidencia y centenares de activistas e intelectuales, incluido Ai Weiwei, fueron acosados, detenidos y en algunos casos torturados, según varias ONG.

China alcanzó los 300 millones usuarios de microblogs en 2011 con empresas locales como Weibo (similar a Twitter), controlada por Pekín.

2012/02/01

China en el ojo del huracán: deberá ajustar sus políticas de exportación de materias primas

Hay ingredientes esenciales en muchos productos de alta tecnología. Y no se trata sólo de funcionalidad, diseño o capacidad de procesamiento. Hay componentes que necesitan de materias primas concretas, de elementos poco comunes en la tierra.

Materiales como la bauxita, el coque, magnesio, manganeso y zinc provienen en su mayoría de China. Esta región asiática controla hasta el 95% de los suministros mundiales de este tipo de materiales; una ventaja competitiva que ahora se ve amenazada.
Ya en 2009, Estados Unidos, Europa y México sobre todo pusieron en marcha diversos casos legales ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) en los que se acusaba a China de restringir las exportaciones de materias primas. Esto tiene varias consecuencias: el encarecimiento de los dispositivos y sobre todo, el control absoluto de Pekín en esta materia.
Los estadounidenses ven aquí el principal motivo de que existan “dos niveles de precios” a nivel mundial; una cuestión que tanto preocupa y que otorga una ventaja a los de Pekín. Los analistas no son tan drásticos y no creen que la situación cambie con el ajuste que China habrá de hacer en sus políticas de exportación.
Era de esperar que ante los ataques las autoridades chinas presentasen repetidos recursos contra esta petición de restringir exportaciones. Alegaban impacto ambiental; los reguladores internacionales permiten a un país la limitación del comercio por razones ambientales y relacionadas con la salud.
Y Pekín se ha abraza a ese derecho: la explotación no regulada en regiones como Mongolia, rica en materiales poco comunes, podría causar un daño incalculable. El gigante asiático tampoco quiere ser quien lleve la carga de la producción mundial y barre para casa: su demanda interna crece sin cesar.
Ahora, ante el rechazo del recurso por parte de la OMC, todo apunta a que deberán de introducir modificaciones en su política de exportaciones

China dice que Twitter se acerca a su mercado

La decisión de Twitter de censurar mensajes a sus usuarios en los países que lo requieran puede ayudar a la red social a entrar en China, el mayor mercado de internet del mundo pero también uno de los más limitados por la censura oficial.
Así lo puso de manifiesto el portal oficial China.org.cn al considerar que la empresa estadounidense posiblemente verá abiertas las puertas del mercado chino por la buena acogida que tuvo el anuncio de su decisión en los medios oficiales.
La red de microblogs anunció que eliminará los 'tuits' o las cuentas de usuarios en aquellos países donde Twitter reciba una orden de censura y aseguró que esos contenidos son ilegales, aunque los datos eliminados seguirán accesibles en otros países.
China, que superó los 500 millones de internautas en 2011, es uno de los países con un aparato de censura más sofisticado del planeta, según informes de grupos de libertad de prensa y derechos humanos, por lo que Twitter, Facebook e incluso Youtube sólo pueden ser accesibles mediante un servidor interpuesto en el exterior (VPN).
A través de este método, los disidentes chinos, entre ellos el artista conceptual Ai Weiwei, han encontrado en Twitter una forma de difundir sus opiniones, por lo que han expresado su descontento con la decisión de la firma de San Francisco.
A raíz de la Primavera Árabe Pekín aumentó su represión contra la disidencia y centenares de activistas e intelectuales, incluido Ai Weiwei, fueron acosados, detenidos y en algunos casos torturados, según varias ONG.
China alcanzó los 300 millones usuarios de microblogs en 2011 con empresas locales como Weibo controlada por Pekín.

2012/01/30

RedPad, la tableta comunista para élites

Si creen que lo habían visto todo sobre tabletas electrónicas aún les falta por descubrir RedPad, la tableta comunista. Se trata del último invento del Gobierno chino para mimar a sus funcionarios de alto rango. La tableta incorpora aplicaciones exclusivas que dan acceso a bases de datos y documentos oficiales a una nutrida agenda de contactos y también, cómo no, al Diario del pueblo, portavoz del Partido Comunista y principal ventana al mundo de los políticos chinos. Incluso hay una aplicación para descargarse los discursos y directrices de los líderes del país y otra para acceder directamente a los blogs de los cuadros del partido.
La tableta no se comercializa fuera de los círculos del poder y su fabricante, la misteriosa firma RedPad Technology, la distribuye a 1.220 euros la unidad, el doble que un iPad 2, un monto que sufragan generosamente las arcas públicas. La compañía asegura que el precio es tan elevado por la gran cantidad de aplicaciones preinstaladas, que supuestamente harán la vida más fácil a los altos cargos del partido y a los ejecutivos de las grandes empresas estatales. Tal vez contribuya también al precio la rústica funda de cuero con que se entrega el RedPad, y en la que puede leerse el lema del Partido Comunista: "Servir al pueblo".

El portavoz de RedPad Technology, Liu Xianri, justificó esta semana al diario Southern Daily que los Red-Pads se costean con fondos públicos "para intentar competir con las marcas extranjeras". Sin embargo, la hasta hace pocos días orgullosa compañía tiene hoy cerrada su página web debido a la tremenda oleada de críticas que ha suscitado la noticia en las redes sociales tras su anuncio en varios medios de comunicación chinos.
"Después de leer todos los artículos sobre el tema, estoy impresionado. ¡Qué gran honor para el contribuyente poder poner 9.999 yuanes [1.220 euros] en las manos de los líderes!", ironizó un internauta. "¿Es este el dios de los juguetes? ¿Por qué no dan de regalo un iPad con cada compra?", añadió otro. En un país donde los escándalos de corrupción y abuso de poder están a la orden del día, la aparición de una tableta ultralujosa y exclusiva para burócratas ha prendido la ira popular. Hasta en el gigante chino de las ventas online, Taobao, un comerciante, ha puesto a la venta a modo de broma el BlackPad, el dispositivo exclusivo de los funcionarios corruptos.
La tableta comunista trabaja con el sistema operativo Android de Google, pero tiene corazón y cuerpo de iPad: una pantalla de 9,7 pulgadas con procesador ARM Cortex-A9, 16 GB de almacenamiento, WiFi y tecnología 3G. Además de aplicaciones especiales, integra un lector capaz de verificar tarjetas de identidad, como por ejemplo las de los periodistas acreditados por el Gobierno. En definitiva, se trata de una "plataforma de negocios móvil" que permite a su propietario tener "todas las tareas bajo control", según la descripción hecha por la propia compañía.

Privilegios y lujos

El movimiento de protesta contra el RedPad no ha surgido sólo porque se pague con los impuestos de un país que ocupa el puesto 101 en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU. La ira procede, en buena medida, de lo simbólico de la tableta: tenerla indica prestigio y cercanía al poder, y se suma a otros tantos privilegios y objetos de lujo que separan a la élite política y empresarial del resto de una sociedad mayoritariamente pobre.
De hecho, una de las aplicaciones del RedPad permite al usuario tomar el pulso de la opinión pública mediante el acceso a las redes sociales. Muchos internautas argumentan que los políticos no necesitan un aparato que triplica el salario medio mensual en Pekín para conocer la opinión de los ciudadanos. Escuchar a la gente de la calle es mucho más sencillo.

En China, los costes humanos están incorporados en un iPad

El pasado mayo, la explosión despedazó el Edificio A5 una noche de viernes, una erupción de fuego y ruido que retorció las tuberías de metal como si fuesen pajitas desechadas.
Cuando los empleados de la cafetería salieron a toda prisa al exterior, vieron humo negro que emanaba de las ventanas hechas añicos. Provenía de la zona en la que los obreros pulían a diario miles de carcasas de iPad.
Dos personas murieron en el acto y más de una docena resultaron heridas. Mientras estas últimas eran conducidas apresuradamente a las ambulancias, una en particular llamaba la atención. Sus rasgos habían quedado desfigurados por la explosión, borrados por el calor y la violencia hasta que una esterilla roja y negra sustituyó su boca y su nariz.
“¿Es usted el padre de Lai Xiaodong?”, preguntó alguien cuando sonó el teléfono en el que había sido el hogar de Lai desde la infancia. Seis meses antes, el joven de 22 años se había trasladado a Chengdu, en el sudoeste de China, para convertirse en uno de los millones de engranajes humanos que abastecen el sistema de fabricación más grande, rápido y sofisticado de la Tierra. Ese sistema ha hecho posible que Apple y centenares de empresas más fabriquen dispositivos casi con tanta rapidez como podemos soñarlos.
“Está en apuros”, dijo el interlocutor al padre de Lai. “Vaya al hospital en cuanto pueda”.
En la última década, Apple se ha convertido en una de las empresas más poderosas, ricas y prósperas del planeta, en parte gracias a su dominio de la fabricación internacional. Apple y sus homólogas en el campo de la alta tecnología – así como docenas de sectores estadounidenses más - han alcanzado un ritmo de innovación que prácticamente no tiene parangón en la historia moderna.
No obstante, el personal que monta los iPhone, los iPad y otros aparatos a menudo trabaja en condiciones muy duras, según los empleados de esas plantas, defensores del trabajador y documentos publicados por las propias empresas. Los problemas van desde unos entornos laborales insoportables hasta problemas de seguridad graves y en ocasiones mortales.
Los empleados hacen demasiadas horas extra, a veces siete días a la semana, y viven en residencias abarrotadas. Algunos aseguran que permanecen tanto tiempo de pie que se les hinchan las piernas y apenas pueden caminar. Trabajadores menores de edad han ayudado a fabricar productos de Apple, y los proveedores de la empresa se han deshecho indebidamente de residuos peligrosos y archivos falsificados, según informes de grupos activistas que, dentro de China, son considerados observadores fiables e independientes.
De acuerdo con estos grupos, lo más inquietante es que algunos proveedores hacen caso omiso de la salud de los trabajadores. Hace dos años, 137 empleados de un proveedor de Apple en el este de China resultaron heridos después de que les ordenaran utilizar un producto químico venenoso para limpiar las pantallas de los iPhone. El año pasado, en cuestión de siete meses, dos explosiones que se produjeron en fábricas de iPad, incluida la de Chengdu, acabaron con la vida de cuatro personas e hirieron a 77. Antes de las explosiones, Apple había sido alertada de las peligrosas condiciones que imperaban dentro de la fábrica de Chengdu, según un grupo chino que publicó esa advertencia.
“Si Apple recibió el aviso y no actuó, es reprensible”, afirma Nicholas Ashford, ex presidente del Comité Asesor Nacional sobre Seguridad y Salud Laboral, un grupo que asesora al Departamento de Trabajo de Estados Unidos. “Pero lo que resulta moralmente repugnante en un país son prácticas empresariales aceptadas en otro, y las empresas se aprovechan de eso”, añade.
Apple no es la única empresa de productos electrónicos que hace negocio dentro de un sistema de suministro problemático. Se han documentado pésimas condiciones laborales en fábricas que suministran productos a Dell, Hewlett-Packard, I.B.M., Lenovo, Motorola, Nokia, Sony, Toshiba y otros.
Es más, directivos antiguos y actuales de Apple aseguran que, en los últimos años, la empresa ha hecho grandes progresos en la mejora de las fábricas. Apple cuenta con un código de conducta para los proveedores que detalla criterios sobre cuestiones laborales, medidas de seguridad y otros aspectos. La empresa ha organizado una enérgica campaña de auditorías, y cuando se descubren abusos, se exigen correcciones, según Apple.
Y los informes anuales de responsabilidad de los proveedores que Apple confecciona son en muchos casos los primeros en notificar abusos. Este mes, por primera vez, la compañía hizo pública una lista que identifica a muchos de sus suministradores.
Pero persisten algunos problemas importantes. Más de la mitad de los proveedores auditados por Apple han incumplido al menos un aspecto del código de conducta cada año desde 2007, según los informes de la empresa, y en algunos casos han infringido la ley. Aunque muchas infracciones guardan relación con las condiciones de trabajo y no con peligros para la seguridad, continúan detectándose patrones preocupantes.
“A Apple nunca le ha preocupado otra cosa que aumentar la calidad de los productos y reducir los costes de fabricación”, afirma Li Mingqi, que hasta abril trabajaba en la directiva de Foxconn Technology, uno de los socios de fabricación más importantes de Apple. Li, que denunciará a Foxconn por su despido, ayudaba a dirigir la fábrica de Chengdu en la que se produjo la explosión. “El bienestar de los trabajadores no tiene nada que ver con sus intereses”, afirma.

Algunos ex directivos de Apple señalan que existe una tensión no resuelta dentro de la empresa: los altos cargos quieren mejorar las condiciones dentro de las fábricas, pero esa dedicación flaquea cuando entra en conflicto con las relaciones con proveedores cruciales o con la entrega rápida de nuevos productos. El martes, Apple anunciaba uno de los trimestres más lucrativos de cualquier empresa a lo largo de la historia, con unos beneficios de 13.060 millones de dólares en ventas. Dichas ventas podrían haber sido incluso mayores, comentan los directivos, si las fábricas del extranjero hubiesen tenido capacidad para producir más.
Los directivos de otras empresas hablan de presiones internas similares. Este sistema tal vez no sea bueno, aducen, pero una revisión radical ralentizaría la innovación. Los clientes quieren que les ofrezcan productos electrónicos increíbles cada año.
“Hemos tenido constancia de abusos laborales en algunas fábricas durante cuatro años, y continúan”, comenta un ex directivo de Apple, quien, al igual que otros, ha hecho declaraciones con la condición de permanecer en el anonimato debido a acuerdos de confidencialidad. “¿Por qué? Porque el sistema nos funciona. Los proveedores lo cambiarían todo mañana si Apple les dijera que no tienen otra opción”, agrega. “Si la mitad de los iPhone funcionaran mal, ¿cree que Apple permitiría que eso se prolongara durante cuatro años?”.
En los informes que ha publicado, Apple afirma que exige que todos los incumplimientos laborales descubiertos sean remediados, y los proveedores que se nieguen son despedidos. Sin embargo, en privado, algunos ex directivos reconocen que encontrar nuevos proveedores cuesta tiempo y dinero. Foxconn es uno de los pocos fabricantes del mundo con envergadura para fabricar cantidades suficientes de iPhone e iPad. Así que Apple “no va a dejar Foxconn ni se va a ir de China”, asegura Heather White, investigadora de Harvard y ex miembro del comité de Control de Normativa Laboral Internacional en la Academia Nacional de las Ciencias. “Hay mucha racionalización”, agrega.
Apple ha recibido amplios resúmenes de este artículo, pero la empresa se ha negado a realizar comentarios. El informe se basa en entrevistas con más de 35 empleados y contratistas actuales o pasados, entre ellos media docena de directivos con un conocimiento de primera mano sobre el grupo de responsabilidad de proveedores de Apple, así como otros dentro del sector tecnológico.
En 2010, Steven P. Jobs habló de las relaciones de la empresa con sus proveedores en un congreso del sector. “Yo creo que Apple realiza uno de los mejores trabajos entre las empresas de nuestro ámbito, y quizá de cualquier otro, a la hora de comprender las condiciones laborales de nuestra cadena de suministros”, decía Jobs, que en aquel momento era consejero delegado de Apple y que falleció el pasado octubre. “Es decir, vas a una fábrica, pero, Dios mío, tienen restaurantes, cines, hospitales y piscinas. Para tratarse de una fábrica, es bastante bonita”, añadía.
Otros, entre ellos los trabajadores de dichas fábricas, agradecen las cafeterías y las instalaciones médicas, pero insisten en que las condiciones son duras.

“Estamos poniendo todo nuestro empeño en mejorar las cosas”, comenta un ex directivo de Apple. “Pero la mayoría de la gente seguiría sintiéndose verdaderamente molesta si viera de dónde proviene su iPhone”, remacha.

El camino hacia Chengdu

En otoño de 2010, unos seis meses antes de la explosión en la fábrica de iPad, Lai Xiaodong envolvía cuidadosamente su diploma universitario con ropa para que no se arrugara en la maleta. Les dijo a sus amigos que ya no asistiría a las partidas de póker semanales y se despidió de sus profesores. Se marchaba a Chengdu, una ciudad de 12 millones de habitantes que estaba convirtiéndose rápidamente en uno de los centros de fabricación más importantes del mundo.
Aunque Lai es extremadamente tímido, había sorprendido a todo el mundo convenciendo a una hermosa estudiante de enfermería para que fuese su novia. Ella quería casarse y el objetivo de Lai era ganar suficiente dinero para comprar un piso.
Las fábricas de Chengdu suministran productos a cientos de empresas. Pero Lai tenía en mente a Foxconn Technology, el exportador más importante de China, que además cuenta con una de las plantillas más grandes de la nación, con 1,2 millones de trabajadores. La empresa tiene fábricas en todo el país, y monta aproximadamente un 40% de los productos electrónicos de consumo del mundo, con clientes como Amazon, Dell, Hewlett-Packard, Nintendo, Nokia y Samsung.
Lai sabía que la fábrica de Foxconn en Chengdu era especial. En su interior, los trabajadores fabricaban el último y posiblemente más importante producto de Apple: el iPad.
Cuando Lai consiguió finalmente un empleo reparando máquinas en la fábrica, una de las primeras cosas que advirtió fueron las luces casi cegadoras. Los turnos diarios duraban 24 horas, y la fábrica siempre estaba iluminada. En cualquier momento dado había miles de trabajadores en las cadenas de montaje o sentados en sillas sin respaldo, agazapados junto a grandes máquinas o corriendo de una plataforma de descarga a otra. A algunos trabajadores se les hinchaban tanto las piernas que andaban como un pato. “Es duro estar de pie todo el día”, afirma Zhao Sheng, un trabajador de la fábrica.
Unas pancartas colgadas en las paredes advertían a los 120.000 empleados: “Trabaja duro en tu puesto hoy o trabaja duro mañana para encontrar otro”. El código de conducta para proveedores de Apple dicta que, salvo en circunstancias inusuales, los empleados supuestamente no han de trabajar más de 60 horas a la semana. Pero en Foxconn, algunos trabajaban más, según entrevistas, nóminas y estudios realizados por grupos externos. Si nos ceñimos a su sueldo, al cabo de poco tiempo Lai estaba pasando12 horas al día, seis días a la semana, dentro de la fábrica. A veces se exigía a los empleados que llegaban tarde que redactaran cartas de confesión y copiaran citas. Había “cambios continuos” en los que a los trabajadores se les pedía que hicieran dos turnos seguidos, según varias entrevistas.
El título universitario de Lai le permitía percibir un salario de unos 22 dólares diarios, horas extras incluidas, lo cual era más de lo que ganaban muchos otros. Cuando terminaba su jornada, se retiraba a una pequeña habitación en la que apenas cabían un colchón, un armario y una mesa y donde se entretenía obsesivamente con un juego de Internet llamado Fight the Landlord, explica su novia, Luo Xiaohong.
Esos alojamientos eran mejores que muchas de las residencias de Foxconn, donde vivían 70.000 trabajadores de la empresa, y donde se apiñaban hasta 20 personas en un piso de tres habitaciones. El año pasado, una disputa salarial desencadenó un motín en una de las residencias, y los trabajadores empezaron a lanzar botellas, cubos de basura y papeles ardiendo desde las ventanas, según los testigos. Doscientos agentes de policía se enfrentaron a los trabajadores y detuvieron a ocho. Después se retiraron los cubos de basura, y los montones de desperdicios –y los roedores - se convirtieron en un problema. Lai se sentía afortunado de tener una vivienda propia.
En un comunicado, Foxconn desmentía las declaraciones de los trabajadores sobre los turnos continuos, el exceso de horas extras, los alojamientos abarrotados y las causas de la revuelta. La empresa afirmaba que sus actividades se adherían a los códigos de conducta de los clientes, los criterios del sector y las leyes nacionales. “Las condiciones en Foxconn son cualquier cosa menos duras”, escribía la empresa. Foxconn dijo también que nunca había sido citada por un cliente o por el Gobierno por contratar a menores de edad, explotar a los trabajadores o por exposición a productos tóxicos.
“Todos los empleados de la cadena de montaje disfrutan de descansos periódicos, incluida una hora para comer”, escribía la empresa, y solo un 5% de ellos deben permanecer de pie para desempeñar su labor. Los puestos han sido diseñados de acuerdo con criterios ergonómicos, y los empleados tienen oportunidades para la rotación laboral y los ascensos, aseguraba el comunicado.

“Foxconn tiene un historial de seguridad muy positivo”, escribía la empresa, “y hemos progresado mucho en nuestros esfuerzos por liderar el sector en China en ámbitos como las condiciones del lugar de trabajo y el cuidado y el trato a nuestros empleados”.

El código de conducta de Apple

En 2005, algunos altos directivos de Apple se dieron cita en su sede de Cupertino, California, para celebrar una reunión especial. Otras empresas habían creado códigos de conducta para supervisar a sus proveedores. Apple decidió que había llegado el momento de seguir su ejemplo. El código que publicó Apple ese año exige “que las condiciones laborales en la cadena de suministro de la empresa sean seguras, que los trabajadores sean tratados con respeto y dignidad y que los procesos de fabricación sean responsables con el medio ambiente”.
Pero el año siguiente, el periódico británico The Mail on Sunday visitó en secreto una fábrica de Foxconn en Shenzhen, China, donde se producían iPod, e informó de las largas jornadas de los trabajadores, de las flexiones impuestas como castigo y de los alojamientos abarrotados. Los directivos de Cupertino quedaron asombrados. “Apple está llena de buena gente que no tenía ni idea de que esto estaba sucediendo”, decía un ex empleado. “Quisimos que la situación cambiara inmediatamente”.
Apple auditó esa fábrica, la primera de esas inspecciones por parte de la empresa, y ordenó mejoras. Los directivos también emprendieron una serie de iniciativas que incluían un informe anual de auditoría, publicado por primera vez en 2007. El año pasado, Apple había inspeccionado 396 instalaciones, entre ellas proveedores directos de la empresa, y también muchos de los suministradores de esos proveedores, uno de los programas más importantes de esa índole dentro del sector de los productos electrónicos.
Esas auditorías han descubierto incumplimientos sistemáticos del código de conducta de Apple, según resúmenes publicados por la empresa. En 2007, por ejemplo, la empresa realizó más de 35 auditorías, dos tercios de las cuales indicaban que los empleados suelen trabajar más de 60 horas a la semana. Asimismo, hubo seis “infracciones básicas”, el tipo más grave, entre ellas la contratación de niños de 15 años, además de la falsificación de archivos.

Durante los tres años siguientes, Apple llevó a cabo 312 auditorías, y cada año, más o menos la mitad mostraban indicios de un gran número de empleados que trabajaban más de seis días a la semana, además de hacer muchas horas extra. Algunos trabajadores recibían menos del salario mínimo o se les retenía la paga como castigo. Apple encontró 70 infracciones básicas durante ese periodo, incluidos casos de trabajo involuntario, empleados menores de edad, falsificaciones de archivos, eliminación inadecuada de residuos peligrosos y más de 100 trabajadores heridos por exposición a productos químicos tóxicos.
El año pasado, la empresa realizó 229 auditorías. Se advirtieron leves mejoras en algunas categorías, y el número de infracciones básicas detectadas disminuyó. Sin embargo, en 93 instalaciones, al menos la mitad de los trabajadores superaban el límite de 60 horas semanales. Más o menos el mismo número de empleados trabajaban más de seis días a la semana. Hubo incidentes de discriminación, medidas de seguridad inadecuadas, impago de las horas extra requeridas y otras infracciones. Ese año murieron cuatro empleados y 77 resultaron heridos en explosiones en el lugar de trabajo.
“Si los problemas siguen un mismo patrón año tras año, significa que la empresa está ignorando la cuestión en lugar de resolverla”, afirma un ex directivo de Apple con un conocimiento de primera mano del grupo de responsabilidad de los proveedores. “Se toleran los incumplimientos siempre que los proveedores prometan esforzarse más la próxima vez. Si nos pusiéramos serios, las infracciones básicas desaparecerían”.
Apple dice que cuando una auditoría revela una infracción, la empresa exige a los proveedores que resuelvan el problema en un plazo de 90 días y que realicen cambios para impedir que se repita. “Si un proveedor no está dispuesto a cambiar, finiquitamos nuestra relación”, asegura la empresa en su página web.
Sin embargo, la seriedad de esa amenaza no está clara. Apple ha descubierto infracciones en cientos de auditorías, pero se ha prescindido de menos de 15 proveedores por transgresiones desde 2007, según ex directivos de la empresa.
“Una vez que se cierra el acuerdo y Foxconn se convierte en proveedor autorizado de Apple, la empresa ya no presta atención a las condiciones de trabajo ni a nada que sea irrelevante para sus productos”, afirma Li, el ex director de Foxconn. Li pasó varios años en las fábricas de Foxconn en Shenzhen y Chengdu y fue despedido en abril tras negarse a ser trasladado a esta última, afirma. La empresa desmiente sus comentarios, y declara que “tanto Foxconn como Apple se toman muy en serio el bienestar” de sus empleados.
Los esfuerzos de Apple han propiciado algunos cambios. Las instalaciones que fueron auditadas de nuevo “mostraron mejoras constantes en el rendimiento y unas condiciones de trabajo más aptas”, escribía la empresa en su informe de progreso en la responsabilidad de los proveedores en 2011. Además, el número de fábricas auditadas ha crecido cada año, y algunos directivos afirman que el aumento de esas iniciativas impiden ver las mejoras que se producen anualmente.
Apple ha formado también a más de un millón de trabajadores en cuanto a sus derechos y los métodos de prevención de lesiones y enfermedades. Hace unos años, después de que unos auditores insistieran en entrevistar a los empleados de rango más bajo de las fábricas, descubrieron que algunos de ellos se habían visto obligados a pagar onerosas “cuotas de contratación”, algo que Apple clasifica como mano de obra involuntaria. El año pasado, la empresa obligó a los proveedores a reembolsar más de 6,7 millones de dólares por esas cuotas.
“Apple está a la cabeza de la prevención de la explotación de menores”, afirma Dionne Harrison, de Impactt, una empresa a la que Apple paga para evitar y solucionar casos de explotación infantil entre sus proveedores. “Están haciendo todo lo que pueden”.
Pero hay otros asesores que no están de acuerdo.
“Llevamos años diciéndole a Apple que hay problemas muy graves y recomendándoles posibles cambios”, explica un asesor de BSR, siglas de Business for Social Responsibility [Empresa en favor de la responsabilidad social], una empresa a la que Apple ha recurrido en dos ocasiones para que le aconsejara acerca de cuestiones laborales. “Ellos no quieren prevenir los problemas; lo único que quieren es no pasar vergüenza”.

‘Podríamos haber salvado vidas’

En 2006, BSR, junto con un equipo del Banco Mundial y otros grupos, emprendió un proyecto para mejorar las condiciones laborales en fábricas de China y otros países en las que se producían teléfonos móviles y otros dispositivos. Los grupos y las empresas prometieron poner a prueba distintas ideas. Foxconn accedió a participar.

Durante cuatro meses, BSR y otro grupo negociaron con Foxconn un programa piloto para crear “líneas telefónicas de atención” a los trabajadores, de forma que los empleados pudieran denunciar condiciones abusivas, pedir orientación psicológica y hablar de problemas relacionados con el lugar de trabajo. Apple no era uno de los participantes del proyecto, pero se le informó al respecto, según el asesor de BSR, que estaba al tanto de los detalles.
Conforme avanzaban las negociaciones, los requisitos de Foxconn para participar no paraban de cambiar. Primero, Foxconn pidió que se dejaran de instalar nuevas líneas de atención y se empezara a evaluar las ya existentes. Luego, Foxconn insistió en que se excluyera la orientación sobre salud mental. Foxconn les pidió a los participantes que firmaran un acuerdo por el cual se negaban a revelar información sobre lo que observaran, y posteriormente reescribió dichos acuerdos en múltiples ocasiones. Al final se llegó a un acuerdo, y se dispuso que el proyecto se iniciara en enero de 2008. Un día antes de empezar, Foxconn exigió más cambios, hasta que quedó claro que el proyecto no iba a salir adelante, según el asesor y un resumen elaborado por BSR en 2008 en el que no se mencionaba a Foxconn.
El año siguiente, un empleado de Foxconn se cayó o saltó de un edificio de apartamentos tras perder un prototipo del iPhone. Durante los dos años siguientes, al menos 18 trabajadores más de Foxconn trataron de suicidarse o se cayeron de edificios de formas que parecen indicar que fueron intentos de suicidio. En 2010, dos años después de que el programa piloto se fuera a pique y tras muchos intentos de suicidio, Foxconn creó una línea de atención exclusiva para cuestiones de salud mental y empezó a ofrecer orientación psicológica gratuita.
“Podríamos haber salvado vidas, y le pedimos a Apple que presionara a Foxconn, pero se negaban a hacerlo”, explica el asesor de BSR, que ha pedido que no reveláramos su identidad por los acuerdos de confidencialidad. “Empresas como HP, Intel o Nike están presionando a sus proveedores. Pero Apple prefiere mantenerse a una distancia prudente y Foxconn es su fabricante más importante, así que se niegan a presionarles”.
En una declaración por escrito, BSR aseguró que las opiniones del asesor no coincidían con las de la empresa.
“Mis compañeros de BSR y yo vemos a Apple como una empresa que está llevando a cabo un esfuerzo ímprobo por garantizar que las condiciones laborales en su cadena de suministro cumplen las expectativas de la legislación vigente, las normas de la empresa y las expectativas de los consumidores”, escribe Aron Cramer, el presidente de BSR. Añade que pedirle a Apple que presionara a Foxconn no habría sido coherente con el objetivo del programa piloto, y que había múltiples razones para no llevar a cabo el programa.
En una declaración, Foxconn asegura que actuó con rapidez y de forma exhaustiva para solucionar la cuestión de los suicidios, y que “los datos han demostrado que dichas medidas han funcionado”.

Un cliente exigente

Todos los meses, responsables de empresas de todo el mundo peregrinan a Cupertino o invitan a directivos de Apple a visitar sus fábricas en el extranjero, todos con el mismo objetivo: convertirse en proveedor suyo.
Cuando les llega la noticia de que Apple está interesado en un producto o en un servicio concretos, suele haber pequeñas celebraciones; brindan con whisky y van a un karaoke a cantar.
Luego llegan las peticiones de Apple.
Por lo general, Apple pide a los proveedores que especifiquen cuánto cuesta cada componente, cuántos empleados se necesitan y la cuantía de sus salarios. Los directivos quieren conocer hasta el más mínimo detalle financiero. Acto seguido, Apple calcula cuánto va a pagar por un componente. A la mayoría de los proveedores se les deja un margen ínfimo.
Por eso muchas veces los proveedores intentan recortar de donde pueden, sustituir productos químicos caros por otras opciones más baratas o presionar a sus empleados para que trabajen a más velocidad y más horas, según gente que trabaja en dichas empresas.
“La única forma de ganar dinero trabajando para Apple es encontrar la manera de hacer las cosas de una forma más eficiente o más barata”, comentaba un directivo de una empresa que ayudó a sacar el iPad al mercado. “Y luego vuelven el año siguiente y obligan a la empresa a rebajar el precio un 10%”.
En enero de 2010, los empleados de una fábrica china propiedad de Wintek, un socio que fabrica para Apple, se declararon en huelga por toda una serie de cuestiones, incluidos unos rumores muy difundidos de que los trabajadores estaban siendo expuestos a toxinas. Las investigaciones llevadas a cabo por los medios de comunicación revelaban que más de cien empleados se habían visto afectados por el n-hexano, un producto químico tóxico que puede provocar daños en el sistema nervioso y parálisis.
Los empleados afirman que se les ordenó utilizar -hexano para limpiar la pantalla de los iPhones porque se evaporaba a una velocidad casi tres veces mayor que frotando con alcohol. Una evaporación más rápida significaba que los trabajadores podían limpiar más pantallas por minuto.
Apple comentó los daños sufridos por los trabajadores de Wintek al cabo de un año. En su informe de responsabilidad de los proveedores, Apple afirmaba que le había “exigido a Wintek que dejara de utilizar n-hexano” y que “se había asegurado de que todos los trabajadores habían recibido el tratamiento adecuado, y estaban siguiendo muy de cerca sus informes médicos hasta que se recuperaran del todo”. Asimismo, Apple aseguraba que le había exigido a Wintek que arreglara el sistema de ventilación.
Ese mismo mes, un periodista de The New York Times entrevistó a una docena de trabajadores de Wintek afectados que afirmaban que ni Apple ni sus intermediarios se habían puesto en contacto con ellos, y que Wintek los había presionado para que dimitieran y aceptaran liquidaciones en metálico que eximirían a la empresa de toda responsabilidad. Después de esas entrevistas, Wintek se comprometió a proporcionar una mayor indemnización a los empleados afectados y Apple envió a un representante a hablar con algunos de ellos.
Seis meses después, algunas publicaciones especializadas informaban de que Apple había reducido de forma significativa el precio que le pagaba a Wintek.
“Puedes establecer todas las normas que quieras, pero no tienen sentido si no les das a los proveedores el margen suficiente para que traten bien a sus empleados”, comentaba un exdirectivo de Apple que conoce de primera mano al grupo encargado de la responsabilidad de los proveedores. “Si exprimes los márgenes, les estás obligando a recortar en materia de seguridad”.
Wintek sigue siendo uno de los proveedores más importantes de Apple. En una declaración, se negaba a hacer comentarios salvo para decir que, después de este episodio, la empresa había adoptado “amplias medidas” para abordar la situación y “se había comprometido a garantizar el bienestar de los empleados y a crear un entorno laboral seguro y saludable”.
Muchas empresas tecnológicas importantes han trabajado con fábricas cuyas condiciones son alarmantes. Sin embargo, los supervisores independientes y los proveedores aseguran que algunas se comportan de otra manera. Los directivos de varios proveedores aseguraban en entrevistas que Hewlett-Packard y otras empresas les permiten obtener unos beneficios ligeramente más elevados y otros complementos si se utilizan para mejorar las condiciones de los trabajadores.

“Nuestros proveedores son muy sinceros con nosotros”, señala Zoe McMahon, una directiva del programa de responsabilidad social y medioambiental de la cadena de suministro de Hewlett-Packard. “Si les cuesta mucho cumplir nuestras expectativas, nos lo hacen saber, y eso influye en nuestras decisiones”.

La explosión

La tarde de la explosión de la fábrica de iPads, Lai Xiaodong llamó a su novia, como hacía todos los días. Esperaban poder verse esa tarde, pero el director de Lai le dijo que tenía que hacer horas extra, según lo que le contó Lai a ella.
Le habían ascendido muy rápido en Foxconn, y en tan solo unos meses tenía a su cargo un equipo que se encargaba del mantenimiento de las máquinas que pulían las fundas de los iPads. En la zona de lijado había mucho ruido, y el área estaba llena de polvo de aluminio. Los trabajadores llevaban mascarillas y tapones, pero por muchas veces que se ducharan, se les reconocía por el leve brillo aluminoso de su pelo y del rabillo de los ojos.
Tan solo dos semanas antes de la explosión, un grupo de Hong Kong de defensa de los derechos de los trabajadores publicó un informe en el que advertían de que las condiciones en la fábrica de Chengdu no eran seguras, y mencionaban problemas como el polvo de aluminio. El grupo, Students And Scholars Against Corporate Misbehavior [Estudiantes y expertos en contra de la mala conducta empresarial], o SACOM, por sus siglas en inglés, había grabado en vídeo a los trabajadores cubiertos de diminutas partículas de aluminio. “Los problemas de seguridad y de salud laboral en Chengdu son alarmantes”, se afirmaba en el informe. “Los trabajadores también resaltan el problema de la mala ventilación y de que la ropa de protección para el personal es inadecuada”.
Una copia de dicho informe fue enviada a Apple. “No tuvimos respuesta”, explica Debby Chan Sze Wan, miembro del grupo. “Unos meses más tarde fui a Cupertino y me metí en el grupo de presión de Apple, pero nadie quería reunirse conmigo. Nadie de Apple se ha puesto en contacto conmigo en ningún momento”.
La mañana de la explosión, Lai acudió en bicicleta al trabajo. El iPad acababa de salir a la venta solo unas semanas antes, y a los trabajadores se les dijo que había que pulir miles de fundas al día. La actividad en la fábrica era frenética, según los obreros. Filas y más filas de máquinas pulían las fundas mientras los empleados, equipados con mascarillas, apretaban los botones. Encima de cada estación había grandes conductos de aire, pero no podían seguir el ritmo de las tres filas de máquinas puliendo sin parar. Por todas partes había polvo de aluminio.
El polvo es un riesgo conocido para la seguridad. En 2003, una explosión de polvo de aluminio en Indiana destruyó una fábrica de ruedas y se cobró la vida de un trabajador. En 2008, el polvo agrícola en el interior de una fábrica de azúcar en Georgia provocó una explosión en la que murieron 14 personas.
A las dos horas de que Lai hubiera empezado su segundo turno, el edificio empezó a temblar, como si hubiera un terremoto. Según algunos trabajadores de la fábrica, se produjo una serie de explosiones.
Entonces empezaron los gritos.
Cuando los compañeros de Lai salieron afuera a toda prisa, el humo oscuro estaba mezclándose con una llovizna, por lo que puede verse en unos vídeos grabados con teléfonos móviles. El número total de muertos ascendió a cuatro y el de heridos, a 18.
En el hospital, la novia de Lai vio que tenía casi toda la piel calcinada. “Lo reconocí por las piernas, porque de lo contrario no habría sabido quién era”, asegura.
Al final llegó su familia. Se le había quemado más del 90% del cuerpo. “Mi madre salió corriendo de la habitación nada más verlo. Yo me puse a llorar. Nadie podía soportarlo”, comenta su hermano. Cuando su madre volvió, trató de no tocar a su hijo por miedo a hacerle daño.
“Si lo hubiera sabido”, afirma, “le habría cogido del brazo, lo habría tocado”.
“Tuvo mucha fuerza”, añade. “Aguantó dos días”.
Después de la muerte de Lai, los empleados de Foxconn fueron hasta su pueblo natal y les entregaron una caja con las cenizas. Posteriormente, la empresa les envió un cheque por un valor de aproximadamente 150.000 dólares.
En una declaración, Foxconn afirmó que en el momento de la explosión la fábrica de Chengdu cumplía todas las leyes y normativas aplicables, y “después de asegurarnos de que las familias de los empleados fallecidos recibían el apoyo que necesitaban, comprobamos que todos los empleados heridos recibían la mejor asistencia médica posible”. Después de la explosión, añadía la empresa, Foxconn detuvo de inmediato el trabajo en todos los talleres de pulido y, posteriormente, mejoró la ventilación y la extracción del polvo, además de adoptar tecnologías para mejorar la seguridad de los trabajadores.
En su informe más reciente de responsabilidad de sus proveedores, Apple afirmaba que, después de la explosión, la empresa se puso en contacto con “los expertos más destacados en materia de seguridad de procesos” y reunió a un equipo para que investigara e hiciera recomendaciones para evitar futuros accidentes.
Sin embargo, en diciembre, siete meses después de la explosión que se cobró la vida de Lai, explotó otra fábrica de iPads, esta vez en Shanghai. La causa había sido también el polvo de aluminio, según las entrevistas y el informe más reciente de responsabilidad de los proveedores de Apple. En esa explosión resultaron heridos 59 trabajadores, y 23 de ellos fueron hospitalizados.

“Después de producirse una explosión, es negligencia grave no caer en la cuenta de que deberían revisarse todas las fábricas”, afirma Nicholas Ashford, experto en materia de seguridad laboral, que ahora trabaja en el Massachusetts Institute of Technology. “Si el polvo de aluminio planteara un problema extremadamente difícil, lo entendería. Pero ¿saben lo fácil que es controlar el polvo? Se llama ventilación. Hace un siglo que solventamos esta cuestión”.
En su informe más reciente de responsabilidad de sus proveedores, Apple señalaba que, aunque ambas explosiones estaban relacionadas con el polvo de aluminio inflamable, las causas eran distintas. No obstante, la empresa no quiso dar detalles. En el informe se añadía que Apple había auditado a todos los proveedores que pulían productos de aluminio y que había puesto en marcha medidas de precaución más estrictas. Según el informe, todos los proveedores han adoptado las medidas necesarias excepto uno, que sigue cerrado.
La familia de Lai todavía no ha encontrado respuesta a varias preguntas. “No estamos del todo seguros de cómo murió”, explica la madre de Lai junto a un sepulcro que ha construido cerca de su casa. “No entendemos qué pasó”.

Ganar la lotería de Apple

Todos los años, cuando empiezan a oírse rumores sobre los próximos productos Apple, las publicaciones y las páginas web del sector empiezan a especular sobre qué proveedores tienen más probabilidades de que les toque la lotería de Apple. Conseguir un contrato con Apple puede hacer que el valor de una empresa se incremente en millones porque, indirectamente, se está indicando que la fabricación es de buena calidad. Pero pocas empresas alardean abiertamente del trabajo: Apple suele exigir a sus proveedores que firmen contratos en los que prometen no divulgar nada, ni siquiera su asociación.
Esa falta de transparencia da a Apple cierta ventaja a la hora de mantener en secreto sus planes. Pero también ha constituido una barrera para mejorar las condiciones laborales, según algunos activistas y exdirectivos de Apple.
Este mes, tras las numerosas peticiones de grupos defensores de los derechos de los trabajadores y medios de comunicación, entre ellos The New York Times, Apple ha publicado los nombres de 156 de sus proveedores. En el informe que acompaña dicha lista, Apple afirma que “juntos representan más del 97% de lo que les pagamos a los proveedores para que fabriquen nuestros productos”.
No obstante, la empresa no ha revelado los nombres de centenares de empresas que no tienen un contrato directo con Apple, pero que suministran a los proveedores. La lista de proveedores de la empresa no aclara dónde están las fábricas, y muchas son difíciles de encontrar. Y algunas organizaciones de control independientes aseguran que, cuando han intentado inspeccionar a los proveedores de Apple, les han denegado la entrada por órdenes de Apple, o por lo menos eso les han dicho.
“Hemos mantenido esta conversación cientos de veces”, explica un exdirectivo del grupo de responsabilidad de los proveedores de Apple. “Hay un compromiso legítimo y de toda la empresa con el código de conducta. Pero llevarlo al siguiente nivel y cambiar de verdad la situación entra en conflicto con los objetivos empresariales y de confidencialidad, así que no podemos ir más lejos”. Algunos exempleados de Apple afirman que, por lo general, se les prohibía relacionarse con la mayoría de los grupos externos.
“Aquí hay una auténtica cultura del secretismo que influye en todo”, señala el exdirectivo.

Otras empresas tecnológicas funcionan de otra forma

“Hablamos mucho con gente de fuera”, asegura Gary Niekerk, director de comportamiento empresarial cívico de Intel. “El mundo es complejo y, si no dialogamos con grupos externos, nos perdemos muchas cosas”.
Dada la fama y el liderazgo de Apple en la fabricación a escala mundial, si la empresa cambiara radicalmente su forma de actuar, podría transformar la manera de hacer negocios. “Todas las empresas quieren ser Apple”, señala Sasha Lezhnev, de Enough Project, un grupo dedicado a la responsabilidad empresarial. “Si se comprometieran a fabricar un iPhone sin conflictos de por medio, transformarían la tecnología”.
Pero en última instancia, señalan exdirectivos de Apple, hay pocas presiones externas reales para que cambien las cosas. Apple es una de las marcas más admiradas. En un sondeo a escala nacional llevado a cabo por The New York Times en noviembre, el 56% de los entrevistados afirmaba que no se le ocurría nada negativo sobre Apple. Un 14% respondió que lo peor que tenía la empresa era que sus productos eran demasiado caros. Y solo un 2% mencionaba las prácticas laborales en el extranjero.
Hay gente como White, de Harvard, que afirma que hasta que los consumidores exijan una mejora de las condiciones en las fábricas en el extranjero (como han hecho en el caso de empresas como Nike y Gap, que ya han revisado las condiciones de sus proveedores) o intervengan los reguladores, hay pocos incentivos para llevar a cabo un cambio radical. Y fuentes internas de Apple se muestran de acuerdo.
“Puedes producir en fábricas que sean cómodas y que traten bien a sus empleados o reinventar el producto cada año y hacerlo mejor, más rápido y más barato, para lo cual se necesitan fábricas que resultan demasiado estrictas desde el punto de vista estadounidense”, comenta un directivo actual de Apple.
“Y, ahora mismo, a los clientes les importa más tener un iPhone nuevo que las condiciones laborales en China”.

Skype se deja censurar en China

Skype se ha unido a la lista de compañías que censuran parte de su contenido en el país asiático, según ha informado la propia compañía.

El fundador y CEO de Skype, Niklas Zennstrom, ha asegurado en una entrevista al Financial Times que el partner chino de su compañía, Tom Online, está censurando palabras como “Falun Gong” (disciplina espiritual que se atribuye a la escuela Buda aunque incorpora elementos taoístas), “Dalai Dama” o “Plaza de Tiananmen” en los mensajes de texto emitidos.
La expansión territorial tiene un coste. El ejecutivo de Skype asegura que la adhesión a las leyes locales es el precio de hacer negocios fuera del país de origen, al igual que lo hiciera Twitter la semana pasada.
Zennstrom ha dicho que el de China no es un caso aislado. Países como Reino Unido o Alemania también imponen otro tipo de reglamentos y leyes que las empresas que allí se afinquen deben cumplir.
Pero Skype no es la única compañía que ha aceptado las severas reglas chinas. Microsoft ha cerrado blogs, Google ha restringido términos de búsqueda determinados y Yahoo! ha dado información a las autoridades para que puedan rastrar disidentes.