Con el empleo de esta nueva tecnología aseguran que la producción de los coches, sería más rápida, tendría menos fallos y permitiría una mayor personalización de los productos y acabados, además de ayudar al medio ambiente.
Para lograr esto se han servido de las ventajas que ofrece el software Solid Edge, perfecto para el diseño asistido por ordenador; el NX; y el Fibersim de Siemens PLM, usado para la ingeniería de materiales compuestos. A esto es a lo que llaman Industria 4.0, que es una nueva forma de organizar los medios de producción para hacerlos más inteligentes.
La idea es poder vender el LM3D Swim, que se asemeja a un buggy, a finales de año por un precio aproximado a los 50.000 dólares.
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