Como siempre, las adaptaciones levantan miedos. Razón no falta: no hay más que ver los resultados de ciertos juegos que nadie quiere recordar pero todos conocemos. Y ahora llega otra, envuelta en un ambiente de alegría por las noticias e imágenes que Activision fue dejando caer por los medios. Sin embargo, nunca viene mal permanecer alertas porque las expectativas para con uno de los superhéroes más famosos de la historia de los cómics llevados a los videojuegos suelen verse decepcionadas.
El nuevo título de Activision supone un respiro de tranquilidad: Spiderman goza de buena salud, y eso siempre es algo excelente para todos sus fans. Queremos un juego que le haga justicia, que nos haga sentir su libertad de movimientos, sus redes, su capacidad de enfrentarse a todo tipo de villanos, su inigualable humor y sus conflictos. Las tres películas de Sam Raimi demostraron, en especial la segunda, que se puede llevar al cine con buenos resultados. Si bien la tercera no fue lo esperado, hay que reconocer que las dos anteriores suponen una buena traslación de las aventuras de Peter Parker a la gran pantalla. Otro mundo es el de los videojuegos, donde la libertad de poder poner las cámaras en cualquier parte, de una duración mucho mayor a la de una película y la necesidad de plantearse de otra forma el mundo del trepamuros hace que los fans tiemblen de miedo. Sin embargo, con este Spiderman pueden respirar tranquilos en gran medida: se han hecho los deberes, no todos, pero sí los esenciales. Poder disfrutar de cuatro versiones de Spiderman es genial.
La historia es sencilla a la par que efectiva: Misterio intenta robar la Tabla del Orden y del Caos, y en su lucha contra Spiderman la susodicha se rompe, desperdigándose así sus fragmentos por varias dimensiones donde podremos ver distintas versiones de Spiderman: Noir, donde el sigilo y el ambiente del cine negro y el detectivesco se funden; Ultimate, donde hace acto de presencia el mítico traje simbionte; 2099, con un superhéroe de lo más futurista, y Amazing, el de toda la vida, azul y rojo, como nos gusta a los seguidores de toda la vida (sin excluir otras versiones, por supuesto).
Para recuperar dichos fragmentos contaremos con la inestimable ayuda de Madame Web, la famosa telépata clarividente y precognitiva de los cómics. Eso sí, la tarea no será nada fácil, y de eso se encargarán algunos de los villanos más míticos de Spiderman: Hammerhead, Goblin, Kraven y un largo etcétera, todos con estilos totalmente distintos que ayudarán a que los enfrentamientos no sean monótonos.
Desde luego es magnífico poder jugar con visiones tan distintas, ya que si en tres de ellas primarán los golpes, en Spiderman Noir tendremos que permanecer ocultos para que las mafias no nos maten con sus disparos. Un absoluto guiño a los juegos de infiltraciónque hoy en día están tan de moda gracias a títulos como Metal Gear Solid. Porque, recordemos, Spierman no es maestro sólo en las acrobacias y los golpes, también en el silencio en sus movimientos.
Cada universo tiene sus peculiaridades, aunque al final lo que tenemos que hacer es lo mismo: irnos enfrentando a los villanos de turno, llegar al jefe, derrotarle y lograr el fragmento de tabla buscado. En el transcurso de la acción ganaremos puntos que podremos invertir en mejoras para los trajes y golpes nuevos. También tendremos desafíos que, al cumplirlos, nos darán más puntos. Al finalizar cada episodio (hay 16), accederemos a un nutrido surtido de extras sobre Spiderman: vídeos, galerías de diseño, etc.
Como es de esperar, el control es algo absolutamente esencial en un juego como este, y lo cierto es que funciona tremendamente bien. Es rápido y sencillo... siempre y cuando no intentemos memorizar las decenas de combos que se pueden hacer. No es que sean complicados, pero hay tantos que lo más seguro es que usemos sólo unos pocos. Es casi imposible memorizar todos y cada uno de ellos, y en plena acción uno no se para a pensar cómo se ejecutaba tal o cual secuencia de botones. Sí, se puede parar el juego para consultarlos, pero es un engorro parar la acción. Está muy bien que incluyan tantas opciones, pero son tantísimas que no las abarcaremos.
Técnicamente cumple, es más, brilla en algunos aspectos. El motor gráfico no es el de un Uncharted 2, eso es cierto, y por tanto no debemos esperar unas texturas detalladas hasta el milímetro, perotodo se mueve fluido, sin ralentizaciones, y Spiderman especialmente. Se saca jugo de la alta definición y se muestra todo con buen detalle. El doblaje es magnífico, aunque sólo está en inglés, y las músicas acompañan siempre. Cada dimensión tiene una voz distinta, que ayuda mucho a diferenciarlas, y como narrador tenemos a Stan Lee, un punto muy pero que muy a favor del juego.
Ahora bien, Sipderman: Shattered Dimensions tiene fallos, y además importantes, que empañan un buen juego. Por una parte encontramos que la cámara en Spiderman Noir al final se convertirá en un enemigo, y no uno más, sino, seguramente, en el peor de todos. Es horrorosoel descontrol de la misma, su manejo es desesperante, y eso es algo imperdonable donde todo se basa en observación y sigilo para no ejecutar movimientos en falso. A estas alturas en el mundo de los videojuegos es algo imperdonable. En las demás dimensiones funciona bastante bien, pero en esta en concreto se convierte en una pesadilla. Esto conlleva otro problema: su funcionamiento hace que, a la hora de apuntar a objetos para usar, nos equivoquemos innumerables veces, y seguramente tengamos que volver a jugar la misión en curso.
Otro asunto es que el juego se centra tanto en la acciónque, si bien es divertido y no da lugar a respiros, acaba siendo una baza en contra: apenas hay inspección de escenarios, es todo tan lineal que los golpes son la norma del día en tres de las cuatro dimensiones. Los puzles son extremadamente básicos, sin complicación alguna. Se agradece poder exprimir la movilidad y la fuerza de Spiderman, pero recordemos que Peter Parker es, antes que Spiderman, un científico, y como tal, lo suyo es "darle al coco". Observar, pensar y actuar, y nada o casi nada de eso está presente en este juego.
El doblaje es otro tema: sí, es magnífico, pero recordemos que en España tenemos los mejores actores de doblaje del mundo capaces de hacer justicia a cualquier actor en inglés, e incluso superarle. Las tecnologías de hoy en día permiten precisamente poder elegir nuestro idioma predilecto, por lo que lo suyo hubiera sido escoger a actores profesionales (como en el cine, ni más ni menos), doblar el título y después ofrecer la selección de idioma que uno quiera. Ya que tenemos la suerte de contar con esos profesionales y además artistas, ¿por qué no lo hacemos? El tema económico suele ser el motivo, pero también recordemos que los juegos que más han vendido están doblados: Uncharted 2, Call of Duty: Modern Warfare 2, StarCraft II: Wings of Libert, etc.; es decir, que si un título quiere estar en la liga de los más vendidos, suele ayudar mucho el hecho de que esté totalmente localizado. Además, basta recordar el estupendo trabajo de Juan Antonio Arroyo en la serie del 94.
Por fortuna, está subtitulado, pero faltan muchos textos, sobre todo cuando estamos en acción. Hay muchísimos comentarios de todos los personajes que sólo se escuchan, y aunque no es un inglés muy avanzado, puede perder a más de uno.
Conclusión: este Spiderman es un buen juego, por supuesto. Está trabajado, bien pensado y ejecutado, pero no llega a "muy bien". Se nota que se la ha puesto cariño y empeño, pero por alguna razón no se le ha pulido, se ha centrado en un aspecto muy importante del trepamuros como son los enfrentamientos pero se ha dejado de lado el cerebral, el que hace que Parker salga siempre (o casi siempre) victorioso: su capacidad para analizar, su mente, su altísima inteligencia.
En cualquier caso, y a pesar de la cámara en Noir, la excesiva linealidad y la ausencia de puzles interesantes y la falta de doblaje al español hacen mucha mella, lo cierto es que está por encima de otros títulos que no llegaron a cuajar. Este sí lo merece, y aunque no estará en el podio de los imprescindibles, se merece sin dudar una oportunidadtanto de los fans más acérrimos como del público casual que quiera disfrutar un buen rato con nuestro amistoso vecino arácnido.
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