Después de casi seis meses de probar la iPad (la compré apenas se lanzó en los Estados Unidos), puedo decir que es un dispositivo que no sirve como reemplazo de una computadora portátil, pero puede ser muy útil, de acuerdo a la finalidad que le de cada usuario.
En mi caso, resulta práctica porque twitteo mientras miro televisión, leo los títulos de los principales diarios mientras desayuno y la llevo conmigo todo el tiempo para mostrar fotos en una pantalla de una resolución increíble. Después de mi corta pero enriquecedora experiencia, les dejo aquí un guía para los que estén pensando en comprar la tableta de Apple puedan decidirse.
Quiénes no tienen que comprar una iPad:
- Los que adquieren un gadget por el precio. Es sin dudas un aparato que cuesta más de lo que ofrece, más si uno lo compra en un local de la Argentina (aproximadamente 300 dólares más que en EE.UU). Si la idea es comprarla para usarla sólo como un e-reader, hay opciones mucho más económicas.
- Los que esperan trabajar como si fuera una netbook. La iPad es excelente para aquellos que quieren visualizar contenido, pero no es la mejor opción si la idea es usarla como una computadora para trabajar horas en planillas de cálculo o procesadores de texto.
- Los que usen mucho Flash. El programa de Adobe está en todas las PC y muchos sitios no funcionan sin él. La iPad no lo lee y tampoco lo hará. El CEO de Apple Steve Jobs anticipó que tampoco se podrá usar en este dispositivo en el futuro. Si sólo usás Flash para jugar al Farmville, hay una aplicación específica para la tableta.
- Los que la quieran para escribir mucho texto. Si bien el teclado virtual cumple su función, no es tan cómodo como lo de las notebooks o netbooks. De todas maneras, se puede adquirir como accesorio un teclado inalámbrico que falicita la tarea de escritura.
- Los amantes del diseño aplicado a la tecnología. Como todos los productos Apple, los dispositivos tienen una elegancia díficil de encontrar. Si uno quiere tener un objeto con el diseño inigualable al que nos tiene acostumbrados la empresa de Cupertino, la iPad vale la pena.
- Los que quieran tener siempre a mano un dispositivo cómodo para navegar. A pesar de que no usa Flash, el browser es genial. Es muy simple de utilizar y es tan cómodo para visualizar contenido como si fuese una PC de escritorio. Si uno es habitué de cafés con wi-fi, se justifica el gran desembolso de dinero.
- Los que quieran tener un gran universo de aplicaciones. Uno de los mejores negocios de la compañía de la manzanita es la intermible cantidad de aplicaciones que los usuarios se pueden bajar. Cada semana hay nuevos programas (o "apps") que son gratuitos o se pueden comprar por pocos dólares, pero que pueden ser muy útiles.
- Impacientes. Seguramente, como cada vez que se lanza un nuevo producto de Apple, la próxima versión de la iPad vendrá con los faltantes de esta primera entrega. Por ejemplo, los puertos USB o la cámara integrada. Si uno no quiere esperar por lo menos un año a que lleguen estas mejoras, adelante con la compra.
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