Así lo anunció hoy en un comunicado el vicepresidente de la CE y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, tras una investigación preliminar antimonopolio llevada a cabo por Bruselas a cerca de la política de Apple sobre el iPhone.
Gracias a estas modificaciones, la CE da por concluida la investigación.
"La respuesta de Apple a nuestras investigaciones preliminares muestra que la Comisión puede utilizar las normas de Competencia para lograr resultados rápidos en el mercado con claros beneficios para los consumidores, sin la necesidad de abrir procedimientos formales", subrayó Almunia.
La Comisión inició en la primavera pasada dos investigaciones paralelas sobre las prácticas de negocio de Apple relativas al iPhone.
Una de ellas se centraba en la norma del "país de compra", según la cual el servicio de reparación sólo estaba disponible en el país donde el iPhone había sido adquirido, lo que dificultaba el ejercicio de los derechos de garantía a los consumidores que lo habían comprado en un estado miembro diferente.
La Comisión consideró entonces que esa norma podía llevar a restricciones territoriales que disuadiesen a los consumidores europeos de adquirir el iPhone en la UE fuera de su país de residencia y, consecuentemente, a una partición del mercado.
La segunda investigación se refería a la decisión de Apple de abril de este año de restringir los términos y condiciones de su acuerdo de licencia con desarrolladores independientes de aplicaciones para el sistema operativo del iPhone.
En concreto, abordó el requisito de Apple de utilizar únicamente las herramientas de programación de la empresa y los lenguajes aprobados para crear aplicaciones, en detrimento de terceras partes.
Según la CE, esa situación podía conducir a mermar la competencia de dispositivos que emplean otras plataformas distintas a las de Apple.
Después del anuncio de hoy, Bruselas considera que Apple ya no va a aplicar la norma del "país de compra" dentro de la UE y el AEE, y que la compañía ha instado a sus proveedores autorizados de servicios que ofrezcan una garantía de reparación transfronteriza en aquellos estados miembros en los que Apple no se encargue directamente de la misma.
La Comisión también recordó que este mes Apple anunció igualmente que había retirado las restricciones introducidas previamente sobre las herramientas de desarrollo empleadas para crear aplicaciones para el iPhone, restaurando el uso de otras herramientas de terceros y dando así más flexibilidad a los desarrolladores.
La CE aseguró que mantiene su compromiso para asegurar que se cumplen las normas antimonopolio de la UE, de forma que "los consumidores puedan elegir entre diferentes alternativas y se beneficien de los avances técnicos y la innovación en el mercado único".
Gracias a estas modificaciones, la CE da por concluida la investigación.
"La respuesta de Apple a nuestras investigaciones preliminares muestra que la Comisión puede utilizar las normas de Competencia para lograr resultados rápidos en el mercado con claros beneficios para los consumidores, sin la necesidad de abrir procedimientos formales", subrayó Almunia.
La Comisión inició en la primavera pasada dos investigaciones paralelas sobre las prácticas de negocio de Apple relativas al iPhone.
Una de ellas se centraba en la norma del "país de compra", según la cual el servicio de reparación sólo estaba disponible en el país donde el iPhone había sido adquirido, lo que dificultaba el ejercicio de los derechos de garantía a los consumidores que lo habían comprado en un estado miembro diferente.
La Comisión consideró entonces que esa norma podía llevar a restricciones territoriales que disuadiesen a los consumidores europeos de adquirir el iPhone en la UE fuera de su país de residencia y, consecuentemente, a una partición del mercado.
La segunda investigación se refería a la decisión de Apple de abril de este año de restringir los términos y condiciones de su acuerdo de licencia con desarrolladores independientes de aplicaciones para el sistema operativo del iPhone.
En concreto, abordó el requisito de Apple de utilizar únicamente las herramientas de programación de la empresa y los lenguajes aprobados para crear aplicaciones, en detrimento de terceras partes.
Según la CE, esa situación podía conducir a mermar la competencia de dispositivos que emplean otras plataformas distintas a las de Apple.
Después del anuncio de hoy, Bruselas considera que Apple ya no va a aplicar la norma del "país de compra" dentro de la UE y el AEE, y que la compañía ha instado a sus proveedores autorizados de servicios que ofrezcan una garantía de reparación transfronteriza en aquellos estados miembros en los que Apple no se encargue directamente de la misma.
La Comisión también recordó que este mes Apple anunció igualmente que había retirado las restricciones introducidas previamente sobre las herramientas de desarrollo empleadas para crear aplicaciones para el iPhone, restaurando el uso de otras herramientas de terceros y dando así más flexibilidad a los desarrolladores.
La CE aseguró que mantiene su compromiso para asegurar que se cumplen las normas antimonopolio de la UE, de forma que "los consumidores puedan elegir entre diferentes alternativas y se beneficien de los avances técnicos y la innovación en el mercado único".
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