Cope
Unos minutos antes de la apertura de la tienda ya se veía que los empleados tenían un humor inmejorable: se han pasado casi diez minutos aplaudiendo, gritando y cantando "¡Campeones, campeones!", saludando a la prensa asistente a través del cristal que les separaba y aplaudiendo aún más. Está claro que los de Cupertino saben cómo subir los ánimos.
El clímax ha tenido lugar cuando las puertas se han abierto, poco a poco, entonces los empleados han empezado a gritar una cuenta atrás que ha culminado con un "¡Bienvenidos!" y... ¡¡Aplausos para los asistentes!! La prensa ha sido recibida entre aplausos cuales campeones de un Mundial de fútbol. No se puede tener un mejor recibimiento. Bueno sí, si hubieran dado además un iPad o un iPhone 4 de regalo, pero hay que mantener los pies en la tierra.
Los nervios estaban al máximo, y hay que reconocer que Apple sigue cuidando al máximo, como sólo ellos saben cuidar, tanto la limpieza como la estética de la tienda: porque por supuesto además de estar absolutamente impoluta (de eso, además del equipo de limpieza, se ha encargado una joven que minutos antes de la apertura ha ido aparato por aparato haciendo una última revisión de que no quedase una sola mota de polvo en ningún dispositivo), es realmente bonita. Todo está completamente ordenado, todo tiene su sentido de colocación, y todo se puede probar. ¿Tiene dudas sobre un producto? Es el mejor lugar para usarlo, preguntar sobre su funcionamiento y resolver sus interrogantes, ya que todos en la tienda saben de lo que hablan y lo que venden. Para ello han sido intensamente formados durante varios meses.
A continuación, Steve Cano, director de Apple Retail Internacional y encargado de dar la bienvenida a la prensa en la preapertura del centro 24 horas antes, ha dado un breve discurso al más puro estilo Steve Jobs (incluso en los gestos y en cómo pronunciaba y se movía): cifras, datos y respuesta a preguntas de la prensa. A destacar, y muy importante, que ha contado con un magnífico intérprete. Steve Cano ha destacado que la presentación de la tienda en Madrid ha sido su favorita dada la cantidad de dispositivos de Apple que portaban los periodistas y ha recordado que las Apple Store están en las principales ciudades del mundo y que mientras otras tiendas buscan el bolsillo, "nosotros vamos al corazón": "El 50% de los clientes que entran son nuevos, jamás se imaginaron que tendrían un producto de Apple, y esa es la razón de nuestro crecimiento", porque allí se convencen de la calidad.
Obviamente, una de las preguntas ha sido para cuándo una tienda céntrica en Madrid (Xanadú está a más de 20 kilómetros de la capital): por ahora no, pero en el futuro, seguramente. Por lo pronto, están previstas diez tiendas más antes de que finalice 2012.
Por otra parte, ha quedado claro que a los de Cupertino les interesa, y mucho, las nuevas generaciones: tienen un taller para los pequeños donde les enseñarán cómo se usa un Mac, cómo se monta un vídeo, etc.; y cuando uno ya ha crecido, tiene a su disposición a todos los Genius de la Genius Bar, quienes resuelven las dudas en el mismo día y en el mismo sitio.
Finalmente, se ha invitado a acudir mañana sábado a las 10 para la apertura oficial. A los primeros asistentes se les regalará una camiseta negra de Apple Xanadú. En ese momento, Paco Lara, jefe de prensa de Apple España, ha dado las gracias a los asistentes por estar ahí y ha vuelto a invitar a asistir a este sábado por la mañana.
En resumen: ha sido una presentación al más puro estilo Apple. Cuidada, intensa, apasionante y directa al grano. Los de Cupertino saben tratar a la gente, saben presentar su producto, y saben cómo ir al corazón. Es cierto que el principal fallo de sus productos sigue siendo su alto precio en algunos productos (en especial el del iPhone 4 libre), pero también lo es que en ese alto precio va incluido un impoluto sistema de garantía y cuidado por si cualquier aspecto da problemas.
Pocas veces se recibe a la gente entre aplausos, sonrisas, y pocas veces se percibe tanto cariño, sólo cuando uno se conciencia de que los clientes, antes que clientes, son personas. Y ellos lo saben.
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