“Creo que Perú ha sido una extraordinaria historia de éxito durante los últimos años”, dijo el presidente Barack Obama en la Oficina Oval de la Casa Blanca, al hacer el resumen de la reunión que mantuvo la tarde del martes con su colega peruano, Alan García.
Obama aseguró que se trataba no “sólo la consolidación de una floreciente democracia, sino una extraordinaria historia de éxito económico” que “incluso el año pasado en medio de una muy dura recesión global” permitió a Perú resistir.Según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía de Perú podría crecer por encima del 6% este año debido a las medidas adoptadas en los últimos años que habrían permitido al país resistir bien los embates de la crisis mundial.
El país andino ha crecido un promedio de 5% desde 2004. Salvo el 2009 cuando el ritmo bajó a un 0,9% debido a la coyuntura internacional.
“Extensa lista”
En una breve comparecencia ante el equipo de prensa de la Casa Blanca durante la cual no hubo espacio para preguntas de los reporteros, ambos líderes informaron que hablaron de un “una extensa lista” de asuntos bilaterales.El presidente Obama aseguró que se finiquitarán los detalles pendientes del tratado de libre comercio que rige entre las dos naciones desde 2007 y del que aseguró que “está creando trabajos y oportunidades en los dos países”.
Lucha contra el narcotráfico, proliferación nuclear, medio ambiente, promoción de la democracia, derechos humanos, libertad de prensa y desarrollo económico, fueron los temas tratados, de acuerdo con el resumen del mandatario estadounidense.
García alabó el “sucinto resumen” que hizo Obama para luego desarrollar algunos de los puntos, sobre todo el relativo a las reformas económicas y su idea de que el FMI sea el encargado de supervisar y coordinar las propuestas que salgan de espacios como el G-20.
García oficializó la visita a Lima de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, quien deberá participar en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos, OEA.
El presidente peruano también dijo que hablaron de la necesidad de una reforma de las leyes de inmigración, idea para lo que pidió el “apoyo del Congreso”.
García no se refirió a la niña de origen peruano, Daisy Cuevas, quien hace un par de semanas se convirtió en una de las caras del drama de la inmigración ilegal cuando preguntó a la primera dama, Michelle Obama, por la situación de su madre indocumentada.
Tampoco habrían conversado sobre el caso de Lori Berenson, la estadounidense condenada por terrorismo en Perú por pertenecer al Movimiento Revolucionario Tupac Amaru, que la semana pasada salió en libertad condicional para cumplir los últimos cinco años de la pena de 20 que le fue impuesta.
Berenson se benefició de una ley del gobierno de Alejandro Toledo que ha sido muy criticada por García y su liberación ha reavivado el debate sobre el legado del extremismo político que vivió Perú en los años 80 y 90.
Algunos portavoces del gobierno peruano han asomado la posibilidad de que Berenson sea expulsada del país, algo que podría ser legalmente complicado porque al haber tenido a su hijo en Perú, tendría derecho a permanecer en el territorio.
García es el sexto presidente latinoamericano en ser recibido en la Casa Blanca de Obama, tras los mandatarios de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; la ahora ex presidenta chilena, Michelle Bachelet; el de Colombia, Álvaro Uribe; el de El Salvador, Mauricio Funes, y el de México, Felipe Calderón.
Después de Colombia, Perú es visto como el mejor aliado que tiene EE.UU. en América del Sur y su “ejemplo” es frecuentemente usado en Washingtno para contrarrestar la influencia de la Venezuela del presidente Hugo Chávez.