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Publico.
El hombre que arrebató al ser humano el monopolio de la cultura,
Jordi Sabater Pi, murió el miércoles en Barcelona, la misma ciudad en la que nació 87 años antes, lejos de los países africanos en los que desarrolló su trabajo.
El primatólogo, uno de los más respetados en todo el mundo durante el siglo XX, descubrió en la década de 1960 que los chimpancés construyen y emplean herramientas, y que este conocimiento se difunde más allá de su punto de origen, de una manera similar a como ocurre en las culturas humanas.
Este hallazgo, publicado en la revista
Nature en 1969,
sacudió los cimientos del pensamiento cristiano que situaba al ser humano como centro de la Creación y única criatura inteligente. Sin embargo, el científico es recordado, de manera injusta, según sus colegas, por haber comprado, en la entonces Guinea española, al único gorila albino conocido en el mundo por unas 15.000 pesetas. El simio, bautizado
Copito de Nieve tras su llegada al zoológico de Barcelona, se convirtió, durante más de 30 años, en uno de los símbolos más conocidos de la capital catalana.
"Lo de Copito es anecdótico"
"Lo de
Copito de Nieve es anecdótico", subraya Eudald Carbonell, director del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social. "Sabater Pi pasará a la historia por cambiar el paradigma del comportamiento de los chimpancés", explica. Carbonell conoció al primatólogo hace más de 30 años, cuando el hoy codirector de los yacimientos de Atapuerca era un arqueólogo primerizo. Para entonces, Sabater Pi ya había revolucionado la concepción del mundo animal.
"Lo más importante", asegura Carbonell, "es que sus teorías siguen absolutamente vigentes". Hoy, 40 años después de la publicación en
Nature, su Instituto está llevando a cabo un
estudio comparativo de los palos utilizados por los chimpancés descritos por Sabater Pi y los que fabrican, a dentelladas o con piedras, los simios en un centro de recuperación de primates en Riudellots de la Selva.
Los trabajos, destaca Carbonell, han confirmado que los animales que no han tenido un modelo tecnológico, como los de esta reserva gerundense, desarrollan su propia cultura. Igual que los humanos del Paleolítico.
Capataz en una finca de Guinea
Sabater Pi llegó a Guinea en 1940, huyendo de las penosas condiciones de vida de la posguerra española. Allí comenzó a trabajar de capataz en una finca agrícola y aprendió la lengua local, el fang. "No creo que ningún otro español aprendiera el idioma de los guineanos en la época", opina el director del Centro de investigación en primates de la Universidad de Barcelona, Joaquim Veà, que fue alumno del primatólogo en 1979 y acabó, años más tarde, trabajando con él en la facultad barcelonesa.
Para entonces, Sabater Pi ya se había
doctorado en psicología y era catedrático, pero cuando divulgó su trabajo sobre las áreas culturales de los chimpancés no tenía estudios académicos. Era, simplemente, un naturalista autodidacta.
De aquellos años quedan unos 2.000 documentos, custodiados en el Parc Científic de Barcelona. La colección incluye fotografías de la etnia fang, tomadas en el norte de Guinea Ecuatorial en la década de 1950; dibujos de su expedición a Ruanda y Congo, junto a la zoóloga estadounidense Dian Fossey, inspiradora de la película
Gorilas en la niebla; y las primeras imágenes de
Copito de Nieve, hechas en Guinea en 1966.
Pisar la selva
"Hasta ese momento, los estudios sobre la conducta de los primates se habían llevado a cabo casi exclusivamente en zoos y laboratorios", aclara Veà. Pero Sabater Pi convenció a sus colegas de que aquello no bastaba. Había que pisar la selva.
"Es difícil describir las aportaciones del trabajo de un científico que ha cultivado
la etnografía, la arqueología, la herpetología [el estudio de los reptiles], el comportamiento de los primates, el dibujo naturalista, la conservación de la naturaleza y la divulgación científica", añade. Con esta magna carrera científica, con pocos parangones en España, sería chocante que uno de los mejores primatólogos de la historia pasara a la posteridad por haber llevado un gorila albino al zoo de Barcelona.
Sabater Pi, el científico que tronchó el antropocentrismo católico imperante en la primera mitad del siglo XX, será enterrado el sábado en Barcelona con una ceremonia laica.