Primero fueron las armas, más tarde el ex presidente George Bush y finalmente el sistema sanitario estadounidense. Sin embargo, el polémico director estadounidense, Michael Moore ha comenzado a esbozar lo que podría convertirse en su próximo documental y todo parece apuntar que todas las miras apuntan a Wall Street.
En un correo electrónico enviado a varios medios y blogs financieros, Moore asegura estar en medio del rodaje de su nuevo proyecto y dice "necesitar" a varios estadounidenses valientes que trabajen en Wall Street o la industria bancaria que compartan con él algunas historias truculentas, a poder ser.
El director de Bowling for Colombine o Sicko, dice haber escuchado ya varios testimonios de lo que realmente se ha cocido en los mentideros de bancos financieros, entidad de rating y otras instituciones, por eso, ha hecho un llamamiento a aquellos que conocen "el verdadero fondo del asunto" sobre los abusos cometidos por la industria.
Para todos aquellos que estén dispuestos a colaborar, Moore creado una cuenta de correo electrónico a la que dirigirse: bailout@michaelmoore.com. El director garantiza plena confidencia para contar "el mayor crimen de la historia".
Dará rienda suelta a su poder
Una vez más, parece que Moore tiene previsto dar rienda suelta a su poder tras la cámara y destapar algunos de los secretos más ocultos que envuelven a la peor crisis económica desde la Gran Depresión.
Mucho ha llovido desde que los pilares del capitalismo moderno comenzaron a tambalearse hace más de un año. Desde entonces, Wall Street ha sufrido una reforma que ha borrado la sonrisa de sus inquilinos. La caída de vacas sagradas como Bear Stearns o Lehman Brothers dejaron a muchos sin hipo y han desatado todo tipo de teorías conspiradoras.
Cualquiera que conozca con cierta experiencia los mentideros financieros de la Gran Manzana, sabrá que siempre ha existido cierta envidia hacia Goldman Sachs.
El que fuera banco de inversión, ahora reconvertido en banco comercial y vapuleado como el resto por las pérdidas, siempre se llevaba los mejores negocios, sus beneficios siempre eran los más suculentos y cualquiera que tuviera la oportunidad de trabajar para la firma era considerado como parte de la élite financiera de EEUU. De hecho, si se pregunta a los que han logrado salvar el pellejo en todo este asunto siguen reconociendo, sin duda, que Goldman es un hervidero de mentes privilegiadas.
¿Se ha gestado la crisis para beneficiar a unos pocos?
Aún así, la relación entre la ex administración Bush con la firma ha llevado a alimentar alguna que otra teoría conspiradora. ¿Ha sido esta hecatombe financiera provocada para beneficiar a unos pocos?. Esta pregunta nunca contará con una respuesta clara pero es cierto que el enredo de nombres y conexiones implicados en la crisis de crédito siempre acaba ligada con Goldman Sachs.
Sólo hay que echar un vistazo al todavía gobierno de EEUU. El ex secretario del Tesoro, Henry Paulson, fue consejero delegado de Goldman y su sucesor en el puesto bajo la administración Obama, Tim Geithner, ex presidente de la FED de Nueva York, fue apadrinado por Goldman. Mario Draghi, quien es responsable de lidiar con la crisis en lo que se refiere a la Unión Europea, también fue vicepresidente del banco de inversión.
La conexión no termina aquí. John Thain, ex CEO de Merrill Lynch, fue presidente de Goldman y su homólogo en Wachovia, Robert Steel, fue vicepresidente de la entidad de inversión. Ed Liddy, el nuevo capitán de la aseguradora AIG, fue vicepresidente del consejo de administración de Goldman Sachs, y hasta Neel Kashkari, encargado hasta ahora de gestionar el rescate de 700.000 millones de dólares, también se amamantó en el seno del banco de inversión.
A falta de pruebas tangibles, es cierto, que hasta no hace mucho, la buena sintonía entre el Tesoro de EEUU y Wall Street ha puesto de manifiesto la falta de responsabilidad de las autoridades federales a la hora de "jugar" con el dinero de los contribuyentes. Al menos eso se deduce de los informes publicados por los encargados de intentar adivinar si el gobierno hace sus deberes. Aquí hay gato encerrado y Michel Moore está dispuesto a encontrarlo.