Descargar una imagen que hemos buscado en Google para ponerla de fondo de escritorio: gratis. Copiar la letra de una canción que hemos encontrado en Internet para aprendernosla: gratis. Ejemplos hay a millones, y es que siguiendo el principio de "si lo puedo descargar, debe ser gratis", uno puede llegar a la falsa conclusión de que todo el monte es orégano, donde el monte es Internet, y el orégano... bueno, ya nos entendemos.
Sin embargo, el hecho de que encontremos un texto que nos guste en nuestro diario electrónico preferido no quiere decir que podamos copiarlo y pegarlo en nuestro blog sin mencionar de dónde lo hemos sacado. Existen los derechos de autor, y a menos que la página de donde lo hayamos copiado mencione explícitamente que el contenido puede usarse libremente sin nisiquiera mencionar su procedencia, estará sujeto a ciertas limitaciones de uso.
Queda claro que no siempre podremos seguir el rastro de una imagen, vídeo, o texto, hasta su creador, por lo que muchas veces se opta por el "si esta imagen tiene derechos, dímelo y la quitaremos". Sin embargo, otros contenidos sí que tienen un autor declarado, y dependiendo de su licencia de uso, podremos o no podremos utilizarlas a nuestro antojo. Veamos qué tipos de contenido podemos encontrar en la red.
Contenido comercial
¡Achtung! ¡Contenido privado! Los contenidos que encontramos en periódicos de renombre o en revistas especializadas están protegidos sí o sí por derechos de autor. De hecho, en muchos casos hay que pagar por tener una copia de un artículo. En estos casos, podemos hacer mención a un fragmento del artículo siempre que pongamos un enlace hacia la noticia, pero en ningún caso duplicar el contenido en su totalidad.
Obviamente, sabemos que si se trata de hacer un "cut&paste" de una noticia para que la lean los miembros de un foro o de una lista de correo, raramente nos encontraremos con los abogados de la publicación persiguiéndonos para que lo quitemos. Otra cosa es apropiarse de una noticia y hacerla pasar como propia en un blog. Además de reprobable, es ilegal.
En muchos casos, especialmente si se trata de imágenes o vídeos, el contenido traerá una "marca de agua", un logo semitransparente de la empresa propietaria de los derechos.
Creative Commons
Creative Commons es una organización cuya finalidad es establecer una serie de criterios y nueva legislación para favorecer la creatividad y el intercambio de información a través de la red. Ha creado una serie de licencias que combinan una o más de estas características:
Dominio Público
Asociado principalmente a obras clásicas, ya sean musicales o literarias que, según el convenio de Berna, pasan a ser de dominio público a partir de 50-70 años después de la muerte de su autor, aunque siempre se debe respetar la paternidad. Dependiendo de la obra y del pais, este tiempo puede ser más largo.
El Copyleft es un movimiento que, sorpresa, se opone al Copyright. Se trata de que una obra pueda ser copiada, distribuida, o modificada sin ninguna limitación más que la obra resultante también se acoja a este principio. El copyleft está intrínsecamente relacionado con la historia del software libre, y con su ideólogo principal, Richard Stallman.
Software Libre
El software libre (no confundir con el "Freeware", que es gratuito pero no libremente modificable) es aquel que puede ser usado, distribuido, o modificado libremente, con el fin de que su uso sea accesible y que la comunidad pueda mejorarlo y adecuarlo a sus necesidades.
Este tipo de software está asociado a licencias de uso del tipo GNU-GPL (Licencia Pública General), que otorga a su autor plenos derechos, y que exige que cualquier modificación del mismo siga perteneciendo al mismo tipo de licencia; o MPL, que es menos restrictiva y permite que un programa cuente con partes GPL y otras no-GPL.
Un creador de software libre con licencia GPL o MPL puede comercializar una variación de su programa sin detrimento de que la versión libre siga distribuyéndose en Internet.
Una rama diferente del software libre es el Open Source, que se basa en la difusión del código fuente de un programa para que pueda ser mejorado. Si bien en muchos casos el "open source" y el software libre son lo mismo, hay casos en los que las compañías ofrecen el código fuente gratuitamente, pero establecen fuertes limitaciones a la hora de modificarlo o publicar versiones modificadas del mismo, alejandose del concepto de software libre.
Fuente: Terra España.