El gigante japonés Sony prevé las mayores pérdidas anuales de su historia por la crisis que golpeó la demanda mundial de productos electrónicos, que le obligará a una reestructuración más profunda de lo planeado.
El segundo fabricante mundial de productos electrónicos para el consumo anunció hoy que en el año fiscal 2008 tendrá sus primeras pérdidas netas y operativas en catorce años, de 1679 millones de dólares y 2915 millones de dólares, respectivamente.
Estas últimas son además las mayores pérdidas operativas desde que Sony comenzó en 1961 a divulgar sus resultados financieros, lo que le hizo anunciar un recorte total de más de 17.000 empleos, el cierre de una fábrica de televisores en Japón y un plan de ahorro de costos por 2800 millones de dólares a partir de 2009.
El efecto de la crisis global sobre el fabricante de la PlayStation3 y los televisores Bravia fue mayor de lo que analistas y la propia empresa esperaban, sobre todo en su división electrónica, y sus directivos decidieron rebajarse el sueldo.
"El retroceso económico que se ha experimentado en el globo ha afectado a todos en el mundo de la electrónica", resumió el consejero delegado de Sony, Howard Stringer, en una rueda de prensa en la que dio a conocer estos datos.
Las cifras cantan por sí solas: en octubre Sony esperaba un beneficio neto de 1679 millones de dólares en el año fiscal 2008 y un beneficio por operaciones de 2240 millones de dólares.
La demanda. Pero la fuerte caída del hambre mundial por los productos electrónicos, a causa de la recesión, y la apreciación del yen en un 20 por ciento frente al dólar se traducirán finalmente en pérdidas millonarias.
La revisión de los resultados financieros de la empresa nipona para el año fiscal 2009 dada a conocer hoy, bastante más seria de lo se anticipaba, afecta obviamente también a las ventas.
Sony calcula ahora unos ingresos de 86.170 millones de dólares en este ejercicio fiscal cuando en octubre auguraba ventas por 100.720 millones de dólares.
Los resultados del actual año fiscal -de abril de 2008 a marzo de 2009- serán negativos en todas las divisiones pero son especialmente desalentadores en el negocio central de Sony, el electrónico, para el que ya anunció en diciembre un recorte de 16.000 empleos.
Según el comunicado divulgado hoy, la revisión a la baja se debe a "un deterioro en el entorno empresarial como resultado de la ralentización económica mundial, la continua apreciación del yen, el impacto de la caída en el mercado bursátil japonés y un aumento de los costes de reestructuración".
Sólo la división de electrónica acumulará este año unas pérdidas de 3820 millones de dólares más de lo previsto -2800 de esos millones por el deterioro del negocio-, mientras el segmento de los servicios financieros dejará de ganar 730 millones de dólares en este ejercicio más de lo pronosticado.
La reestructuración detallada hoy por Stringer se refiere sobre todo al negocio de los televisores, deficitario desde hace cuatro años, y supondrá el recorte de al menos 1000 empleos y la integración de dos fábricas de Japón en una sola.
Además, pondrá en marcha un programa voluntario de jubilación anticipada, los tres principales directivo se recortarán el sueldo y se rebajará en un 30 por ciento, hacia finales del año fiscal 2009, la fuerza laboral de su división de televisión en todo el mundo.
Sony se ha sumado así a otras grandes compañías japonesas que recientemente han admitido que este año registrarán números rojos, frente a los ingentes beneficios de ejercicios pasados.
Las pérdidas operativas anuales de Sony serán, incluso, superiores a las de la primera empresa japonesa, el fabricante Toyota, que ha descontado un resultado negativo de 1685 millones de dólares a finales de este ejercicio.