Según este informe de The AppDate, más de cinco millones de personas en España usan aplicaciones. El 32% usaron sus favoritas durante la última semana, por debajo del 36% mundial. Las aprecian, sí, pero están dispuestos a prescindir de ellas y empezar de cero. Por eso, el 13% no tendría problema en eliminar una que lleve tiempo usando si encuentra una que haga la misma función mejor. Hay, por tanto, muchas aplicaciones que duran poco en el móvil.
Aunque el perfil medio es el de un chico de entre 25 y 40 años, urbano, de clase media y con más de 20 programas en su móvil, hay sitio para más. Por ejemplo, llama la atención que los mayores de 45 prefieren las tabletas a los móviles avanzados y que entre los 12 y 18 años, Blackberry no tiene rival.
Resulta curioso que Symbian, el sistema operativo de Nokia cuente todavía con el 35% del mercado. Android tiene el 24%, seguido por iOS, el sistema operativo de Apple, con el 22%. Blackberry se conforma con un 8%. Windows Phone 7, la apuesta de Microsoft ya tiene el 9% del pastel.
Elena Baños, responsable de contenido de The App Date, considera que Windows Phone 7 todavía tiene mucho recorrido. “Creo que Microsoft está haciendo las cosas bastante bien y que tiene una estrategia agresiva que puede darles buenos resultados. Además, su acuerdo con Nokia les ayudará a llegar a más público”, vaticina, aunque no será fácil: “Su desafío en 2012 es convencer a un gran nicho de público que es un sistema operativo que puede competir con los, hasta ahora, grandes: Apple y Android”.
¿Perfil de desarrollador en España?
En nuestro país cada vez más empresas pequeñas o estudiantes de ingeniería se lanzan a crear estos programas. Baños aclara que, hasta ahora, impera el autodidacta que prefiere trabajar por cuenta propia.
Desde el verano de 2011, The App Date promueve cursos para enseñar a crear aplicaciones. Muchos de los inscritos, expone Baños, tienen intuición e interés, pero no saben por dónde empezar. A pesar de las técnicas y estudio de mercado, cree que no hay un programa que sea modelo de éxito: “Nunca se sabe cuál puede llegar a ser un éxito. Lo que es evidente es que aquellas aplicaciones que cubren una necesidad existente, que tienen claro el público al que se dirigen y que se enfocan principalmente en una sola función tienen muchas más posibilidades”.
De media un móvil cuenta con 28 aplis instaladas. Las tabletas, cuya pantalla es superior y son más cómodas para leer, se quedan en 25. La más descargada para iOS es iBasket, con más de 13 millones. En Android, Go! Chat para usar el chat de Facebook en el móvil. Cuenta con ocho millones de instalaciones. La mayoría de las diez más populares en ambas plataformas tienen un perfil parecido: son lúdicas o relacionadas con el ejercicio físico. Además, suelen ser gratis.
El precio
A los desarrolladores una de las dudas que les surge con más frecuencia antes de publicar su creación es la forma de dar con el precio correcto. Baños es partidaria de ir poco a poco y no obsesionarse con hacer caja pronto: “No se trata de acertar con el precio si no de acertar con el modelo de negocio. Hay aplicaciones gratuitas que pueden dejar mucho beneficio si se hacen las cosas bien y, día a día, surgen nuevos modelos de negocio que permiten rentabilizar las aplicaciones más allá de su venta”. Un ejemplo, repetitivo y cansino, tanto como la propia trama del juego, podrían ser los archiconocidos Angry Birds, gratuitos en muchas plataformas, pero reproducidos en mochilas, camisetas, peluches...