El nuevo éxito del Mobile World Congress y que Barcelona haya sido designada capital mundial del móvil han unido el nombre de la ciudad al de este sector industrial, uno de los más pujantes pese a la crisis. Esta semana, 67.000 profesionales han acudido al certamen, que ha generado, según sus organizadores, un impacto económico de 300 millones de euros en su entorno. Pero hasta el 2018 el beneficio será mucho mayor. Diversas estimaciones elevan hasta 3.500 millones lo que el congreso y la capitalidad pueden aportar a Barcelona. Pero, más allá de este efecto directo, la ciudad afronta el reto de aprovechar este momento para impulsar un cambio de modelo productivo, hasta ahora basado en los servicios y el turismo, y centrarlo en las nuevas tecnologías. Una labor iniciada hace más de diez años pero aún no consolidada.
Barcelona ya ha transformado buena parte de su superficie para este fin. El 22@ es el ejemplo más claro. Los últimos doce años, en los terrenos del Poblenou que albergaron las industrias del siglo XIX, el Manchester catalán, se han instalado 1.621 empresas. Otros proyectos beben de la misma fuente. El Consorci de la Zona Franca, que ha promovido edificios en esta misma área, impulsa, donde antaño estuvo la fábrica de la Seat, el BZ, un nuevo polo de desarrollo centrado en la innovación y la investigación. Y por si esto fuera poco, el Ayuntamiento quiere transformar la zona portuaria del muelle de Inflamables en un barrio productivo, denominado Blau@Ictínea.
Ahora se trata de aunar todos estos elementos para que la capital catalana pueda dar el salto definitivo que la convierta en una referencia internacional de la nueva economía, que juegue como ciudad líder. No sólo porque es sede de grandes acontecimientos y recibe millones de turistas, sino porque una parte significativa de su tejido económico se dedique a las nuevas tecnologías.
La Vanguardia ha conversado con representantes del mundo empresarial, académico y de la Administración sobre este cambio de modelo. Todos coinciden en señalar que Barcelona está en condiciones de dar este salto. Pero, a pesar de contar con buenas perspectivas para llegar los primeros a la meta, advierten que no va a ser fácil.
Apuesta estratégica
El teniente de alcalde de Hábitat Urbano, Antoni Vives, sostiene que Barcelona debe "reindustrializarse". La industria –concentrada exclusivamente en la Zona Franca y la Estadella– ha sido eliminada en beneficio de una ciudad de servicios. Este modelo que ha funcionado antes ya no sirve y es el momento que Barcelona "lidere una nueva revolución sin chimeneas", que pasa por construir "barrios productivos a velocidad humana en una ciudad hiperconectada con el mundo". De hecho, según el concejal, en la capital catalana se dan todos los elementos para crear este nuevo modelo industrial y económico que permitan mejorar la eficiencia energética, la movilidad y la vida de sus ciudadanos.
Cisco es una de las empresas foráneas que ha apostado fuerte por la capital catalana y situará en el 22@ un centro de innovación ligado a las smart city. El presidente de la compañía californiana, John Chambers, afirma que "Barcelona está aprovechando la tecnología como base para su transformación económica y social y convertirse en un modelo de referencia a escala global". Por ello, está convencido de que Barcelona será un "polo de atracción para gobernantes de todo el mundo que quieran ver ejemplos de servicios inteligentes aplicados a la ciudad".
El presidente de la Cambra, Miquel Valls, recuerda que Barcelona y su área metropolitana tienen tres sectores estratégicos: el turismo, los servicios y la industria. "Y las nuevas tecnologías son esenciales para que los tres puedan adaptarse a las necesidades del siglo XXI", explica. En este escenario, Valls propone "aprovechar la situación de ventaja que tiene la ciudad para atraer nuevas inversiones que aporten valor añadido". A su juicio, el Mobile World Congress "es muy importante por lo que genera, de ahí el valor de que vaya a estar aquí otros seis años".
En la misma línea, Manel Brufau, director en Catalunya de Indra, una de las grandes firmas tecnológicas que decidieron tener una sede en el 22@, destaca que el futuro "pasa por la innovación y la internacionalización", y "las nuevas tecnologías deben ser un elemento tractor de la industria más avanzada". A su juicio, el Mobile "es una oportunidad siempre y cuando la utilicemos bien".
"La Barcelona del siglo XXI debe ser líder en nuevas tecnologías y la capitalidad del móvil afianzará este papel", según el delegado de la Zona Franca, Jordi Cornet. El polígono que lleva este nombre, paradigma de la industria tradicional, se está adecuando al nuevo modelo a través de la investigación en la alimentación, la biotecnología y el cine.
Apoyo a los emprendedores"Es la oportunidad de oro", dice la teniente de alcalde de Economía, Empresa y Educación, Sònia Recasens, que considera vital que en los próximos años, a pesar de tenerlo todo de cara se trabaje intensamente para conseguir un cambio de modelo productivo basado en la tecnología. Una oportunidad en la que las administraciones y la empresa privada deberán ir de la mano. "Se deben poner en marcha iniciativas con las que captar talento y conservarlo y crear sinergias entre universidades, escuelas de negocio, Ayuntamiento y empresas", sostiene la edil. La administración ofrece desde Barcelona Activa un paraguas de recursos económicos y espacio a las empresas que empiezan. De la treintena de empresas catalanas presentes en el Mobile, 16 han tenido algún tipo de apoyo municipal en sus inicios.
El director general de Catalunya de Telefónica, Kim Faura, explica que la compañía acostumbra a trabajar con pequeños socios afincados en Barcelona para el desarrollo de determinadas infraestructuras. "Nosotros podemos desempeñar un papel muy importante en el desarrollo de las nuevas tecnologías, pero necesitamos asociarnos con pequeñas empresas", sostiene. Telefónica promueve iniciativas para financiar a empresas que empiezan y que más tarde acaban trabajando para la multinacional.
La atracción de talento es uno de los retos de ciudad que quiera dar el gran salto hacia la nueva economía. Y más ahora que muchos jóvenes bien formados, ante la falta de oportunidades por culpa de la crisis, buscan trabajo en otros países. Se trata de que, en el ámbito de las nuevas tecnologías en general y de la telefonía móvil en parti- cular, esto no ocurra en Bar- celona. "Este sector está en constante innovación –destaca Manel Brufau– y si muchos de los nuevos negocios creados se quedan aquí, mejor". El director de Indra reconoce que "no es sencillo ser emprendedor en este momento, porque hay problemas de financiación que dificultan la puesta en marcha de nuevos negocios". Pero cree que "las buenas ideas tienen salida, individualmente o sumándose a proyectos más amplios".
El debate sobre EurovegasEl teniente de alcalde Antoni Vives cree que no se puede decir no a Las Vegas y refiere que los dos modelos son viables. Con todo, advierte que la apuesta tecnológica "ofrece valor añadido, es un proyecto de futuro a largo plazo, y el otro ya sabemos de qué va". Su opinión no difiere de la expresada ayer por el alcalde Xavier Trias. Según él, para la ciudad es "más importante" ser la Mobile World Capital que albergar el proyecto Eurovegas, aunque admite que una y otra cosa son compatibles.
La apuesta debe ser por actividades que generen nueva actividad, según Josep F. Valls, catedrático de dirección de Marketing de Esade. El congreso de telefonía es, a su juicio, un ejemplo del "cambio de modelo" de los eventos feriales. "El futuro no está en los eventos, sino en la capacidad de generar nueva actividad entre congresos, no conformarse en recibir personas, sino atraerlas para luego cultivarlas", explica. Algo que, según este profesor, Eurovegas –"mucha operación inmobiliaria y poca cosa más"– difícilmente podrá hacer.
Redondo. Así se califica desde Fira de Barcelona y la GSMA el congreso mundial de telefonía que cerró ayer. El éxito del Mobile World Congress para la ciudad se escribe en cifras por miles. O por millones de euros. Más de 67.000 visitantes y unos beneficios para la ciudad de más de 300 millones de euros... "Y una importante inyección de moral", a decir del director general de Fira de Barcelona, Agustín Cordón.
Una avanzadilla dulce para la recién estrenada capitalidad barcelonesa del móvil, un reto en todos los sentidos que debe culminar en el 2018. Los organizadores consideran que la imagen de la ciudad ha salido reforzada, aunque el ruido de las protestas del miércoles llegara hasta el mismo acceso del recinto ferial de Montjuïc. Tan cierto es que los 3.300 periodistas y agencias extranjeras acreditados han escrito crónicas sobre el Mobile asociando Barcelona a la alta tecnología como que algunos de ellos han contado de primera mano los altercados en el paseo de Gràcia.
En cualquier caso, en el Mobile ha ido todo rodado, según los organizadores. Es como una isla en medio de la crisis. Las empresas participantes estuvieron cerrando negocios o haciendo contactos hasta última hora de ayer. A las cuatro de la tarde se cerraron puertas. Si las previsiones iniciales habían estimado una asistencia de 60.000 personas, el balance final supera en mucho ese dato: 70.000. El tirón de este congreso se lee en cifras: 55.000 en el Mobile del 2008, 49.000 en el 2009 y 60.000 en el 2010.
Y la Fira se ha quedado pequeña para tanto móvil, para tantos stands (esta vez 2.400) y para los 3.500 altos ejecutivos que dirigen las principales empresas del mundo en tecnología, sean operadoras, fabricantes o creadores de aplicaciones... De modo que en la próxima edición los organizadores han decidido trasladar el congreso a los recintos de Gran Via, con mucha más capacidad que las instalaciones de la plaza Espanya.
Al cierre del evento, el consejero delegado de la GSMA, John Hoffman, hablaba de éxito. Mientras que un satisfecho Agustín Cordón se congratulaba por que "ha salido todo perfecto". "Hemos conseguido –añadió– avances muy importantes para la capitalidad durante estos días... Pero a partir de mañana tenemos también mucho trabajo". El congreso es sólo una parte, aunque sustancial, del proyecto de capitalidad que dejará otra cifra redonda en los próximos seis años: 3.500 millones de euros de beneficios para la ciudad. Un macroproyecto, el de la capitalidad, en el que están comprometidas desde la Administración hasta empresas privadas como Telefónica, Cisco, Seat. o instituciones como el FC Barcelona.
Cierra el Mobile, pero no se acaban sus efectos. Según el presidente del Gremio de Hoteles de Barcelona (GHB), Jordi Clos, los establecimientos de la ciudad abandonan el lleno total aunque se mantendrán al 70% de su capacidad hasta el próximo domingo. Las instalaciones del aeropuerto de El Prat han ingresado un 13% más esta semana de congreso, por no contar el aterrizaje y salida de los más de 200 jets privados de directivos. "No es sólo la cantidad de visitantes, también su calidad", puntualizó Clos. El Gremi d'Hotelers ya se muestra optimista sobre la próxima ocupación a cuenta del salón Alimentaria de finales de mes. "El ritmo de reservas es mejor de lo esperado", señaló Clos.
En el plano estrictamente tecnológico, Barcelona ha sido noticia estos días en el mundo por varias cosas, pero su nombre ha aparecido siempre en positivo en los principales medios de comunicación mundiales cuando ha ido asociado a muchas de las innovaciones que han presentado las compañías participantes en el Mobile World Congress. La cobertura periodística se ha centrado en las principales novedades en terminales y software, que en esta edición han sido muchas.
Han destacado compañías como Samsung, que con su espectacular stand en la Fira ha demostrado su compromiso con este congreso, y que ha presentado al mundo una tableta enfocada al diseño y la escritura, la Galaxy Note 10.1. El dispositivo tiene un asombroso lápiz que varía el grosor de su trazo según la presión que se hace sobre la pantalla.
Android, el exitoso sistema operativo de Google, ha confirmado en Barcelona que está más fuerte que nunca. Era difícil mirar a algún punto del MWC sin encontrarse con una pantalla de Android. Ya son más de 800 los modelos de teléfonos y tabletas que funcionan con este software móvil Google ha presentado en en este certamen su nuevo y rapidísimo navegador Chrome para dispositivos móviles.
Con Android en sus pantallas, numerosas firmas han presentado excelentes terminales. LG, Huawei, HTC o ZTE han demostrado mucho empuje, con teléfonos cada vez más rápidos, finos y brillantes.
La presente edición del Mobile se ha caracterizado también por el regreso a Europa de los terminales telefónicos de firmas japonesas como Panasonic y Fujitsu, reconocidas por sus productos de calidad. También ha pasado la reválida Sony, que ahora fabrica los terminales Xperia en solitario, sin su ya tradicional alianza con Ericsson.
En cambio, otro de los gigantes, Nokia, ha vuelto a dispararse al pie. Después de abandonar Symbian para volcarse con Windows Phone de Microsoft, la compañía finlandesa presentó su smartphone estrella de gama alta, el Lumia 900, como telonero de un terminal difícil de definir y de estética dudosa: el 808 Pure View, que tiene un sensor fotográfico de 41 megapíxeles y vuelve a recuperar a Symbian, transformado ahora en una especie de sistema operativo zombi.
En cuanto a BlackBerry, la noticia es su poca presencia. El pabellón del fabricante canadiense, Research In Motion (RIM), ha estado dedicado en su mayor parte a la tableta PlayBook, a la que ha incorporado su segunda versión del sistema operativo, con funcionalidades que no tenía el anterior, como un programa de correo. Esta tableta, de calidad aunque con una pantalla pequeña respecto a los rivales, adolece de falta de aplicaciones. El único teléfono que podría haber anunciado RIM, un terminal diseñado por Porsche, lo han tenido oculto para enseñarlo sólo con cuentagotas.
Muchas novedades del congreso han llegado de la mano de Telefónica. Por ejemplo, la compañía de telecomunicaciones ha puesto en marcha una iniciativa para lanzar junto a Mozilla –creadora del navegador Firefox– una plataforma libre para dispositivos móviles basada en el protocolo HTML5.
El Mobile ha sido un escaparate también para las aplicaciones, un terreno en el que muchas compañías catalanas se han desenvuelto bien. El software se ha convertido en los últimos años en una parte fundamental de los teléfonos. La llegada de las tabletas ha marcado mucho más su importancia. El relieve del congreso de Barcelona se pone de manifiesto cuando un coloso como Microsoft decide presentar su nuevo Windows durante la cita del Mobile World Congress.