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2010/09/29

Diputada francesa "confunde" inflación con sexo oral

BBC Mundo

La ex ministra francesa de Justicia Rachida Dati confundió las palabras "felación" e "inflación", que suenan similares en francés, durante una entrevista televisiva.
"Cuando veo que algunos (fondos de inversión extranjeros) piden tasas de rentabilidad del 20 ó 25% con una felación casi nula...", dijo Dati en un programa del Canal Plus.
En cuestión de horas, el video tuvo una gran repercusión en internet.
La ex funcionaria, que ahora es eurodiputada del partido del presidente francés Nicolas Sarkozy, se tomó con humor la confusión.
"Si eso hace reír a la gente...", se consoló en la radio RTL cuando le preguntaron por el lapsus.
"Lo único que pasó es que hablé demasiado rápido", se defendió, y lamentó que de todo lo que dijo en el programa de televisión no se recuerde más que ese desliz.

Éxito de la web

El video del error de Dati ha sido un éxito en internet y a media tarde del lunes la ex ministra francesa estaba en el primer lugar de las tendencias de búsqueda en el portal francés de Yahoo, informó el colaborador de BBC Mundo en Francia, Gerardo Lissardy.
El ministro francés de Defensa, Hervé Morin, soltó la risa cuando le mostraron el video durante una entrevista televisiva este lunes, aunque sostuvo que "son cosas que pasan".
Dati, una ex figura de notoriedad en el gabinete francés que según medios locales perdió la confianza de Sarkozy, ha estado en medio de otras polémicas recientes.
Su nombre salió a la luz pública por asuntos alejados de la política, como la identidad del padre de su hija o la manipulación de una foto en la que aparecía con un anillo muy caro, aseguró Lissardy.
Dati fue considerada una de las figuras en la campaña electoral de 2007 que llevó a Sarkozy al poder y fue ministra de Justicia durante dos años.

1 comentario:

chats dijo...

Me queda el consuelo de saber que no sólo en España tenemos ministras (y ministros) inútiles. En todos lados cuecen habas. Aunque sigo pesando que los nuestros se llevan el capullo gordo. Uff, perdón (las prisas), quise decir el premio gordo. Mi mente, a veces, me juega malas pasadas.