En las últimas cinco semanas, los inversionistas han aplaudido las salidas a Bolsa de compañías de Internet y han inflado los precios en las primeras transacciones de esos títulos, como fue el caso de la red de contactos LinkedIn Corp. y de los motores de búsquedas NV y Renren Inc. Los papeles de Renren, sin embargo, han caído por debajo de su precio de colocación.
El sitio web de cupones Groupon Inc. presentó el jueves una solicitud al regulador para una altamente esperada Oferta Pública Inicial (OPI). Inversionistas todavía están esperando anuncios de Facebook y Twitter.
Doce años atrás, una estampida hacia acciones de Internet terminó con miles de millones de dólares en pérdidas. Tras ocho años de litigios, agentes colocadores que incluyen a Bank of America Corp., Citigroup Inc., Credit Suisse Group AG y Goldman Sachs Group Inc. alcanzaron un acuerdo por 586 millones de dólares (400 millones de euros) en el 2009 para resolver cientos de demandas de inversionistas.
Los críticos de entonces dijeron que los colocadores manipularon el mercado en contra de los inversionistas individuales para favorecer a los corporativos y obtener mejores comisiones. Los bancos niegan cualquier actuación incorrecta.
Los abogados de los demandantes están prestando especial atención a la nueva ola de ofertas públicas iniciales. "Estamos mirando cuidadosamente para asegurarnos de que las irregularidades de la burbuja de las 'puntocom' no se repitan una década después y que no se inventen nuevos trucos que causen la misma implosión", dijo Stanley Bernstein, socio de Bernstein Liebhard y abogado líder de los inversionistas en el acuerdo por las OPI anteriores.
Sin póliza de seguro
La mayor parte del mercado de las OPI sigue igual que hace una década y muchas de las prácticas que causaron controversia están todavía vigentes. Tradicionalmente en una OPI, un sindicato de bancos de inversión coloca acciones entre inversionistas institucionales y clientes minoristas. Algunas acciones van a corredoras que las distribuyen entre los clientes y los bancos logran comisiones en base al valor de las acciones vendidas.En una disputa sobre la burbuja "puntocom", los inversionistas reclamaron por prácticas que favorecían a los colocadores. Una de esas prácticas pide a los inversionistas de una OPI comprar más acciones una vez que los papeles comienzan a cotizar. Los críticos aseguran que eso crea precios artificialmente altos que permiten vender en mejores condiciones e incrementar las comisiones de los bancos.
Otra práctica cuestionada fue que los bancos habrían presionado a los analistas para fijar precios objetivos poco realistas a los títulos de compañías que estaban a las puertas de una OPI.
En el 2003, el entonces fiscal general de Nueva York Eliot Spitzer alcanzó un acuerdo civil con 10 bancos de inversión que prohibía algunas prácticas cuestionadas y ordenaba una investigación de analistas independientes. Los bancos no admitieron haber actuado inadecuadamente.
Aunque se han aplicado cambios en la industria para evitar los conflictos con los analistas, aún están pendientes prohibiciones más estrictas de algunas de las prácticas cuestionadas.
Expertos legales dicen que los inversionistas podrían enfrentar una nueva batalla legal si esta nueva ola de OPI se marchita más tarde. Esto es, en parte, porque prácticas que parecen ser injustas pueden ser completamente legales bajo las leyes federales de valores. "Toda la ley dice que si vendes valores, debes proveer a los inversionistas toda la información que necesiten para tomar una decisión informada", dijo el profesor Michael Perino de la St. John's University School of Law. "No hay una póliza de seguros contra las pérdidas del mercado", agregó.
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