Manama, la capital de Bahréin, vive este viernes una jornada de
manifestaciones a favor y en contra del Gobierno en la que han participado miles de personas. El Ejército ha disparado contra un grupo de
medio millar de manifestantes contrarios al régimen en las cercanías de la plaza de Lulu, en el centro de la capital del país, provocando la
muerte de al menos una persona y heridas a varias decenas. Las revueltas
dejaron este jueves cuatro muertos. El país se ha contagiado de la ola de protestas que recorren el mundo árabe y que han provocado la caída de los regímenes de Túnez y Egipto.
Miles de personas continúan las protestas contra el régimen de Bahréin que comenzaron el pasado día 14. Tras los disparos de los soldados, que bloquean la plaza desde este jueves, la Policía cargó contra los participantes en la protesta con
pelotas de goma y
gases lacrimógenos.
La gente se ha refugiado en el cercano hospital de Salmaniya, y continúan desde allí
exigiendo reformas y condenando la actuación de los militares y la policía. Parte del personal médico ha salido a la calle para intentar proteger el edificio, según ha constatado Efe. Las ambulancias, que salieron del hospital para atender a los heridos, han sido
bloqueadas por las fuerzas de seguridad que no les permiten regresar al centro médico.
Por la mañana, más de 15.000 personas al grito de "que caiga el régimen" se concentraron a las afueras de Manama con motivo del
funeral de
dos de las personas que murieron el jueves cuando las fuerzas de seguridad desalojaron la
Plaza de la Perla donde los manifestantes pedían reformas. Durante la marcha, los participantes mostraron su
descontento y rabia con las autoridades. Asimismo, gritaban
lemas nacionalistas como "Bahréin, eres mi casa" o frases para honrar a los muertos a los que consideran
mártires. Alrededor de la marcha no se apreciaba
presencia policial ni militar.
A favor del rey
Pocas horas después, tras la celebración del rezo del mediodía, miles de bahreiníes mostraron
su apoyo al rey Hamad bin Isa al Jalifa en una manifestación pacífica en Manama. Los participantes, que mostraron también su apoyo al Gobierno y a toda la familia real, portaban fotos del monarca y banderas del país. En algunos carteles se podía leer: "Somos la verdadera voz de Bahréin", en referencia a las protestas protagonizadas por la oposición que comenzaron el pasado 14 de febrero para exigir reformas políticas y mejoras económicas.
La televisión pública bahreiní, que ha mostrado imágenes en las que se podían ver cientos de participantes, ha asegurado que el número de manifestantes
supera las 100.000 personas. Un total de 14 periodistas extranjeros fueron retenidos varias horas en el aeropuerto de Bahrein, según denunció la ONG Asociación de la Juventud Bahreiní para los Derechos Humanos. La revuelta popular cuenta con una
participación sin precedentes en este país, un archipiélago con una superficie de tan solo 727 kilómetros cuadrados en el que viven
poco más de un millón de personas, la mitad de ellas extranjeras.
Este jueves, la policía desalojó a la fuerza la
céntrica plaza Lulu, donde durante dos noches miles de manifestantes se concentraron para exigir
reformas políticas y económicas. Desde el comienzo de las manifestaciones, al menos siete personas han muerto, cuatro de ellas este jueves durante el desalojo de la plaza. El Ejército anunció este jueves que su despliegue en las calles de la capital tenía como objetivo preservar la paz social y la seguridad de los ciudadanos y residentes en el país.
20minutos