Fuente:
Libertad Digital.
El incremento del uso de los
smartphones hace plantearse a las grandes operadoras si sus actuales redes son suficientes para dar cabida a todo el tráfico de datos y plantearse cómo reforzarlas.
Durante los dos últimos años, los
smartphones han transformado el uso que millones de usuarios dan a sus terminales móviles. Estos dispositivos ofrecen muchas más posibilidades a los usuarios: son asequibles, fáciles de utilizar y admiten un conjunto de aplicaciones. Además, ofrecen un rendimiento superior gracias a la amplia capacidad de memoria integrada, que permite guardar música, vídeo y otros contenidos. Asimismo, integran navegación asistida por GPS, cámara de alta calidad y mucho más.
Ocultas a los ojos de los usuarios, las redes a las que se conectan son más rápidas y más amplias que nunca. La experiencia en el uso de los
smartphones mejora constantemente. De ahí que no sorprenda que el auge de los teléfonos móviles esté contribuyendo a sostener el boom de la banda ancha móvil. Según Strategy Analytics, los usuarios activos ala banda ancha móvil a través de
smartphones y otros dispositivos manuales, portátiles y otros aparatos electrónicos de consumo, alcanzarán los 1.300 millones a finales de 2014 en todo el mundo, frente a los 300 millones de 2009...
Esta cifra abre a los operadores de telefonía la oportunidad de multiplicar los ingresos. Para aprovecharla al máximo deberán ofrecer a los clientes una experiencia superior y diferenciada de servicio, lo cual exige asegurarse de que la red es capaz de gestionar el tráfico de datos ahora y de que lo será también en el futuro. Y, dada la velocidad a la que crece el tráfico, necesitarán planear las inversiones en redes e invertir ahora, antes de que la demanda supere su capacidad. También es importante que las inversiones en estas infraestructuras tengan en cuenta los requisitos exclusivos asociados a las comunicaciones móviles, un aspecto nuevo para muchos operadores de telefonía cuya experiencia se limita fundamentalmente a las redes fijas.
Cifras reales
En el Mobile World Congress 2010 de Barcelona, se ha asistido a un incremento muy importante de los
smartphones en los mercados de telecomunicaciones de todo el mundo.
Gartner estima que las ventas de móviles inteligentes crecerán un 33% en 2010, y las previsiones globales son que las ventas de
smartphones alcancen un 43% del total de los dispositivos móviles en 2013. En España concretamente, Nielsen Company ha informado de que los clientes de
smartphones crecieron el 27% en enero de 2010, alcanzando una cifra de 10 millones (frente a los 7,8 millones de enero de 2009). Esto significa que
1 de cada 4 teléfonos en España es un smartphone, lo que convierte a nuestro país en uno de los que disfrutan de un mayor crecimiento en esta área.
Como consecuencia del impulso de la banda ancha móvil, el tráfico está creciendo de manera exponencial. Para hacerse una idea del aumento del tráfico basta decir que ver un vídeo de YouTube en un
smartphone usa más capacidad que el envío simultáneo de 500.000 SMS.
En el año 2011, el 50% del tráfico sobre las redes móviles será generado por voz móvil, y el otro 50% por datos móviles. En 2015 aproximadamente el 85% del tráfico será generado por datos móviles, de los cuales el 49% será a través de terminales móviles.
"La capacidad es sólo una parte del problema", explica Pedro José Hernández, director ejecutivo de la Cuenta Global de Telefónica en Nokia Siemens Networks,"La combinación de muchas aplicaciones nuevas para estos dispositivos inteligentes y las necesidades de conectividad asociadas a estas aplicaciones en los equipos demandan redes de banda ancha móvil más inteligentes capaces de gestionar el tráfico".
La combinación de estos dos hechos produce un efecto de sobrecarga en el número de mensajes intercambiados (lo que se conoce como señalización): por un lado los
smartphones intentan desconectarse de la red lo antes posible para ahorrar energía (ya que éstos se caracterizan por un alto consumo de batería), mientras las aplicaciones intentan permanecer siempre conectadas, ya que en muchos casos necesitan estar continuamente actualizadas online (como por ejemplo las predicciones del tiempo, los banners de noticias de actualidad, las redes sociales, etc...).
El resultado es un incremento en la señalización entre el terminal y la red para iniciar y comunicar los cambios en el estado del dispositivo. Los primeros operadores en introducir los
smartphones y sus múltiples aplicaciones han sufrido un serio impacto en sus redes en forma de terribles congestiones.
Innovaciones en redes
Habiendo predicho el actual auge de los
smartphones y su impacto en las redes de telecomunicaciones, empresas como Nokia Siemens Networks trabajan ya con varios operadores líderes para ayudarles a desarrollar sus redes en lo que se refiere a acceso móvil a Internet.
En este sentido ya hay una serie de innovaciones tecnológicas que permiten a las redes móviles gestionar los
smartphones de forma eficiente. Por ejemplo, Nokia Siemens Netwoks es el único proveedor de equipamiento de redes móviles que ha implementado con éxito una tecnología (Cell_PCH) que permite
duplicar la duración de la batería de los smartphones a la vez que reduce la carga de señalización en la red.
La necesidad de implementar mejoras en la capacidad, la oportunidad de extender el negocio a las áreas rurales, las crecientes demandas sobre las líneas de transporte de retorno y las cargas legales sobre el espectro se combinan para obligar a los operadores de telefonía a evaluar sus modelos de explotación de red.
A medida que aumenta el número de usuarios de
smartphones y la cantidad de datos que consumen, crece la presión sobre la capacidad de las redes, lo que está llevando al sector a aprovechar el espectro en su totalidad. El resultado será el crecimiento en importancia de los bloques de frecuencias más bajas del espectro, así como del espectro adyacente.
De acuerdo con la ITU, los clientes de banda ancha móvil llegaron a los 600 millones en 2009. Estamos en un momento en el que
las conexiones de banda ancha móvil han superado a las fijas, y pocas redes están preparadas para soportar esta nueva ola de datos móviles. Una combinación de aplicaciones, movilidad,
smartphones y otros dispositivos móviles, como el iPad, pondrán cada vez más a prueba a los operadores de todo el mundo.