1 El alegato
El procesador de textos es una herramienta estúpida e ineficiente para preparar trabajos en equipo. Éste es el alegato que defenderé a continuación. Probablemente le parecerá grotesco a primera vista. Si estoy en contra de los procesadores de texto: ¿qué alternativa propongo? ¿escribir a mano o con una máquina de escribir? No. Aunque hay argumentos a favor de estos tipos de escritura presupongo que los lectores de este ensayo harán la mayor parte de su trabajo en un ordenador, al igual que yo. Mi proposición es que hay alternativas mucho mejores, dentro de la informática, que un procesador de textos.
El texto del alegato es intencionadamente provocativo, pero aclaro: cuando se dice: los
procesadores de textos son estúpidos no se está diciendo que lo sea el
usuario. Se está criticando la tecnología, especialmente una promovida por el mayor vendedor de software y que se ha convertido
de facto en un estándar. A no ser que estuviese en el lugar adecuado en el momento adecuado probablemente desconozca la existencia de alternativas. Las alternativas nos se promocionan por los grandes distribuidores de software por una buena razón: son gratuitas.
Empecemos por el principio. El texto ideado para comunicar ideas e información se propaga de varias formas:
- Como una copia impresa
- En forma digital: correo electrónico, páginas web, documentos para visión en pantalla
Hay un cierto solapamiento en esta clasificación. Por ejemplo, un documento para imprimir puede ser distribuido electrónicamente en la esperanza de que el receptor será capaz de imprimirlo. Aun así consideraremos estos dos modos por separado.
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articulo de Allin Cotrell.