PEKÍN.- Con 23 años, la china Zeng Jinyan es una de las 100 personas más influyentes del mundo según la lista hecha pública por la revista 'Time'.
Un honor que sólo otros dos chinos han obtenido este año: el presidente del régimen comunista, Hu Jintao, y el jefe del Comité Organizador de los JJOO de Pekín 2008, Liu Qi.
Zeng, esposa del conocido activista pro derechos humanos Hu Jia, se ha ganado a pulso el nombramiento gracias a su apasionada lucha contra las injusticias en China, desde la discriminación contra los enfermos de sida y hepatitis B a la denuncia de arrestos arbitrarios, desapariciones o la corrupción de las autoridades.
Su blog en Myspaces (zengjinyan.spaces.live.com), censurado en China, ha sido una de las principales herramientas para denunciar estos problemas a los que Pekín a veces deja de lado, y también, la que le ha dado la fama dentro y fuera del país asiático.
'Seguir trabajando'
Horas después de recibir la noticia de su inclusión en la lista, Zeng, en una entrevista para EFE, aseguró que se sentía "muy feliz" por tal honor, pero señalaba que no va a haber celebraciones y lo importante es "seguir trabajando para la liberación de los amigos que están detenidos".
"Hoy mis planes siguen igual. Me han llamado amigos y periodistas, pero yo lo que he hecho es felicitar al hijo de nuestro amigo Cheng Guangcheng (famoso abogado ciego, en prisión por organizar manifestaciones), ya que es su cumpleaños", contaba Zeng, que espera su primer hijo.
Zeng es muy crítica con la situación de los derechos humanos en el país, pero no le parece mal compartir sitio en la lista con el presidente Hu: "Bueno, el papel social que jugamos es distinto, y 'Time' premia nuestros distintos trabajos", señala con diplomacia.
Pero según ella, el gobierno de Hu debería "conocer mejor la situación verdadera de la gente normal, y problemas como las desapariciones, los arrestos domiciliarios y las persecuciones".
Ella y su marido han sufrido en primera persona estos problemas: Hu Jia fue detenido durante 41 días el pasado año, sin que la policía reconociera su arresto, y después sufrió arresto domiciliario durante medio año.
Los pasados marzo y abril, ambos sufrieron esta situación: "Nos cortaban Internet y el teléfono, obstaculizaban nuestra vida normal. Si queríamos salir de casa debíamos pedir permiso", relata Zeng.
De hecho, fue el anuncio de su embarazo, tras hacerse unas pruebas el 20 de abril, el que permitió que acabara este arresto domiciliario: "Mi hijo —que nacerá en noviembre— se ha convertido en el ángel que nos protege", comenta.
En estos periodos de arresto domiciliario fue cuando ella y su marido comenzaron a explorar el fenómeno de los blogs para contar su difícil situación.
Fenómeno blog
"En China, un país sin libertad de prensa ni de expresión, un blog es una gran plataforma para aquellos que tienen pensamiento propio", señala Zeng, que ahora escribe su bitácora gracias a amigos en el extranjero, ya que ella no la puede ver en territorio chino.
Al blog entran miles de personas a diario para pedir ayuda, hacer consultas y emitir sus opiniones, especialmente en torno al tema del sida, ya que Zeng y su marido dirigen una ONG sobre esa materia, Aiyuan (Fuente de Amor).
Una de las peculiaridades de los escritos de Zeng es que en ellos usa la ironía y el humor como vehículo para hacer entender a los lectores la situación de China. "En la actual situación uno no puede expresarse de forma normal, y hay que buscar otras formas para poder opinar", señala Zeng, quien asegura que su humor se afila más en momentos de angustia y depresión.
Con sólo 23 años ya tiene las cosas muy claras y asegura que ella y otros activistas tienen como meta "impulsar que en China haya una sociedad civil", con más facilidades para el asociacionismo y más libertad para opinar.
"El Partido Comunista está mejorando su actitud, pero debido a la corrupción de los gobiernos locales, se reduce la efectividad de ciertas decisiones", señala Zeng.
Amenazas
Ella misma reconoce que ha sufrido la arbitrariedad de las autoridades municipales y provinciales, por ejemplo en Henan, provincia central donde en los años 90 decenas de miles de personas se infectaron de sida debido a la compraventa ilegal de sangre.
"El año pasado fuimos a uno de esos 'pueblos del sida' para ver la situación de hijos que han perdido a sus padres, pero se nos persiguió y expulsó. Después, dos vehículos de policía nos siguieron a todas partes durante medio año", se quejó.
Zeng nació el 9 de octubre de 1983 en la provincia suroriental china de Fujian y vive en Pekín, ciudad en la que conoció a su marido.
En su época como estudiante en la Universidad Popular de Pekín comenzó a trabajar como voluntaria en la institución de protección a enfermos del sida AIZHI, dirigida por Hu Jia.
Fuente: El Mundo.