"¿Cuál será la forma más efectiva de traducir con precisión la Web?",
se preguntó hace tiempo el guatemalteco Luis Von Ahn, profesor de
ciencias de la computación en la Universidad de Carnegie Mellon, Estados
Unidos.
La primera parte de la respuesta parece un sinsentido:
"Que lo hagan personas que no manejan el idioma a traducir". La segunda
parte aclara un poco más, pero tampoco tanto: "Y que lo hagan mientras
aprenden ese idioma".
Para eso creó
Duolingo
, un servicio en línea que lanzó en junio pasado al público general
(estuvo varios meses en beta cerrado) y a través del cual los usuarios
de habla hispana y portuguesa pueden aprender -y traducir del- inglés.
Por su parte, los que hablan inglés pueden aprender -y traducir del-
español, alemán y francés.
A medida que avanzan en el proceso de aprendizaje, los
estudiantes pueden enfrentarse al desafío de traducir oraciones sueltas.
El sistema les da opciones para cada una de las palabras individuales y
ellos deben elegir las que crean más acertadas y combinarlas de la
manera en que creen que mejor representan el texto original.
También pueden ver traducciones de esa misma frase
hechas por otros y calificarlas. La idea de Von Ahn y su equipo es que
al tener a miles y miles de ojos revisando la misma oración, la
precisión de la traducción vendrá no por el conocimiento individual -el
que puede tener un traductor titulado- sino por la fuerza de la masa. Es
el mismo principio que el científico aplicó en
su anterior gran proyecto, reCAPTCHA .
"Tenemos alrededor de 500.000 usuarios" en Duolingo, le
dijo Von Ahn a BBC Mundo, "100.000 de ellos están aprendiendo inglés
desde el español". ¿Aprenderán mucho? ¿Traducirán con precisión?
Quién traduce
El elemento de la traducción viene primero, porque allí
es donde está el negocio del proyecto, que consiguió 18,3 millones de
dólares de inversionistas privados que, lógicamente, esperan ver
ganancias en algún momento. Entre ellos el actor Ashton Kutcher y Union
Square Ventures, que está detrás de inversiones en Twitter, Tumblr,
Zynga y Foursquare.
"El negocio es cobrar por traducciones garantizadas",
explica Von Ahn a BBC Mundo. "La idea es que los productores de
contenido que quieran sus traducciones más rápido paguen por ello".
"Estamos haciendo pilotos para tres grandes agencias de noticias",
dice, aunque aclara que "desafortunadamente no puedo divulgar sus
nombres aún".
También lo harán gratis con textos que los usuarios
suban a sus servidores o con material que no tenga restricciones de
derechos de autor. El ejemplo más claro, y el que disparó la idea del
proyecto, es Wikipedia. Como Von Ahn es hispanoparlante de orígen pero
vive en Estados Unidos, su idea fue utilizar Duolingo para traducir los
artículos en inglés aún sin versión en español.
Durante el período de gestación del proyecto el
investigador había calculado que sería capaz de completar esa tarea en
cinco semanas si contaba con 100.000 hispanohablantes estudiando inglés,
cifra que ya alcanzó. Pero las traducciones todavía no están
publicadas.
"Estamos avanzando", dice, "pero no queremos empezar a
subir artículos con errores a Wikipedia"; calcula que empezarán a
hacerlo a fines de 2012.
De hecho, aún no han publicado ninguna traducción. Von
Ahn le proveyó a BBC Mundo una del blog del proyecto, del inglés al
español, de puede verse al final de esta nota. Saquen sus propias
conclusiones.
Cada usuario traduce una o varias oraciones sueltas,
"pero pueden ver las demás oraciones del documento y sus traducciones,
lo cual hace que el texto final sea bastante consistente", cuenta Von
Ahn.
Seán Keegan, responsable del servicio de enseñanza de inglés de la BBC (
BBC Learning English
o Aprenda Inglés, en español), cree que el enfoque de Duolingo puede
funcionar para palabras sueltas, oraciones simples y hasta varios
párrafos, pero que en definitiva la traducción es un "área altamente
especializada, para lo cual la gente estudia maestrías y más".
Pocos son más especializados que los profesionales
nucleados en la Federación Internacional de Traductores. Su directora
general Jeannette Orsted sostiene que así como "hablar un idioma y leer
un idioma son dos cosas distintas", la traducción va aún más allá.
"Muchas personas bilingües no son capaces de traducir,
porque es algo que requiere la comprensión profunda no solo de una
palabra, sino también del tema, ni qué decir de la gramática", le dijo a
BBC Mundo. Y agregó: "También se necesita comprender diferencias
culturales y diferencias en las estructuras lingüísticas".
De todos modos, reconoce que la "traducción basada en
crowdsourcing
(subcontratación masiva y voluntaria, mayormente a través plataformas
de internet) está aquí para quedarse, sin dudas". Aunque cree que
siempre hará falta el trabajo de un profesional cuando se trate de
traducir textos "complejos, legalmente vinculantes y de alto riesgo".
María Propato y Alejandra Jorge, de la
Asociación Argentina de Traductores e Intérpretes
lo resumieron de un modo más tajante en una carta que enviaron a una
revista de ese país que publicó un artículo sobre Duolingo.
"No es justo esperar que un grupo de estudiantes que trabaja gratis
con el único incentivo de 'aprender idiomas' puedan traducir con la
misma eficacia, precisión, preparación y calidad final con la que lo
hacen los traductores profesionales", opinan Propato y Jorge.
Pero Von Ahn insiste en que "las traducciones son tan
buenas como las de los traductores profesionales". ¿Se quedarán estos
sin trabajo, entonces?
Orsted no lo cree. Al menos no cree que "este modelo en
particular (Duolingo) se vuelva tan exitoso como para afectar nuestros
ingresos".
Keegan, de hecho, asegura que "si tuviera que traducir
documentos importantes, esperaría que la persona que hace el trabajo
tenga una trayectoria y esté calificada", dice.
Y Von Ahn reconoce que según sus pruebas, Duolingo
"funciona en todos los casos a excepción de dos: documentos legales y
poesía".
"En el caso de documentos legales", explica, "es porque el usuario promedio no los entiende ni en su idioma nativo".
Y cree que "que para textos muy especializados como
literatura, aspectos legales o confidenciales, los traductores
profesionales seguirán teniendo trabajo".
Más aún, Duolingo todavía no ha descartado incorporarlos a su propia estructura. Aunque él piensa que no es algo que harán.
¿Se aprende?
Para los estudiantes el servicio es gratis, algo que
enorgullece a Von Ahn. Pero también trabajan gratis, aunque traducir
algunas oraciones cada tanto no parece un precio demasiado alto por
aprender un idioma. Además, es parte del proceso de aprendizaje.
Adquirir una nueva lengua no es fácil. Requiere tiempo y
dedicación, esfuerzo y constancia. Y un buen docente, o un buen
sucedáneo. Estos son y han sido libros, discos, DVDs y, con la llegada
de internet, servicios interactivos y páginas web.
"Para que alguien adquiera un nivel decente yo diría
que necesita una gran exposición, a audio, video y texto, sobre todo
para la lectura ya la comprensión", dice Sean Keegan.
Pero eso no es suficiente, explica. También es
necesario que se practique y que haya una devolución que permita
corregir errores y progresar. "La mayoría de los estudiantes que se
preparan para rendir un nivel de intermedio a alto de inglés, han pasado
varios años de estudio", explica.
En ese sentido señala que nada supera la interacción
cara a cara entre docente y alumno, aunque considera que hoy en día los
métodos de aprendizaje en línea de idiomas han evolucionado en gran
medida, e incorporan herramientas que van desde el audio, al video y las
teleconferencias. Para Keegan, su gran ventaja es que el ritmo del
aprendizaje es definido por el estudiante.
Duolingo ofrece esto en una estructura que se asemeja a
la de un juego de computadora, con niveles que superar y "vidas" que se
van perdiendo a medida que se cometen errores.
El de Von Ahn no es el único servicio para aprender
idiomas y, ciertamente, no el primero. La oferta es enorme, hay sitios
pagos y sitios gratuitos.
Le preguntamos a usuarios de Twitter si tenían
experiencia en aprendizaje en línea. En general todos estaban conformes
con los servicios que utilizaron o utilizan.
De los 16 que respondieron, tres han aprendido con
Duolingo (@juliangarzon25, @justohero y @oramirezlobo) y dijeron estar
conformes con su experiencia. Aunque @juliangarzon25 reconoció que se
"debe ser constante, y tener dedicación al máximo".
De hecho la constancia no es algo tan fácil de
alcanzar. "El 30% de los usuarios lo usan semanalmente, por alrededor de
30 minutos al día", dice Von Ahn de Duolingo. Treinta minutos
ciertamente es un tiempo alto de uso para un sitio web.
Además, algo que Duolingo no provee es la interacción
con docentes reales, porque la idea del proyecto es que sea algo
automático. Otras plataformas de enseñanza de idiomas en línea, de las
que hay muchas, sí lo ofrecen (suelen ser las pagas). Eso puede ser
visto como una falencia.
Keegan lo resume así: "En última instancia, no hay
sustituto para el uso de la lengua en situaciones reales; los mayores
avances se dan al vivir en un país en que se habla el idioma, o al
utilizarlo en el trabajo o en situaciones en que una comunicación real
es necesaria para poder operar".