Érase una vez un negocio estratégico como la telefonía móvil que estaba liderado por Europa... hasta hace menos de cuatro años. En 2007, ese liderazgo, encarnado en el dominio de Nokia, empezó a resquebrajarse por el impulso de dos grupos estadounidenses que no procedían exactamente de las telecomunicaciones. Primero, en 2007 apareció el iPhone de Apple, un grupo clásico de la industria informática. Después, en 2008 se presentó el primer Android de Google, líder de las búsquedas online.
Hoy, las cifras son abrumadoras. En 2010, Android captó más del 22% del mercado de sistemas operativos para smartphones por un 15,7% de Apple. Nokia, por el contrario, vio como su cuota pasaba del 46,9% a un 37,6%, si bien la pérdida se aceleró en los dos últimos trimestres. Además, dos las tres siguientes empresas del ranking son también estadounidenses, Microsoft y HP, que tras comprar Palm en 2010, está lanzando ahora una ofensiva en el negocio con su sistema operativo WebOS.
"De repente los móviles, que habían estado dominados por Europa con el GSM y el 3G, volvieron a EE UU", sentencia Jorge Pérez, catedrático de la Escuela de Ingenieros de Telecomunicación de la UPM, quien dice que la industria ha cambiado. Para este experto, Apple, con un modelo vertical que va del chip a las aplicaciones, "descubrió el internet móvil de verdad", mientras Google, con un modelo abierto con Android, "se está comiendo el mercado en términos cuantitativos".
En esta línea, Iván González, director de Penteo, explica que las empresas estadounidenses se han posicionado como líderes globales frente a las europeas y a las asiáticas "porque están siendo más rápidas a la hora de innovar y de llevar esa innovación al mercado". Para González, Nokia ha cometido un error: "Ha seguido centrada en el dispositivo, cuando la innovación está ahora en los contenidos. Lo que manda sobre todo en estos momentos son los millones de aplicaciones que crean experiencias alrededor de los dispositivos móviles, y ahí Nokia se ha quedado perdida".
Para el experto de Penteo, el fabricante nórdico necesita a corto plazo establecer una alianza para tener productos en el mercado competitivos. Y un acuerdo con Microsoft, señala, puede ser un buen mensaje en esa dirección. "Paralelamente debe decidir por qué plataforma va a apostar y ponerse a innovar", comenta.
Lo cierto es que Nokia ha quedado como único fabricante europeo de móviles tras las retiradas de Alcatel y Ericsson, que integró su actividad en este negocio con Sony. Tras una larga travesía de retroceso, Sony Ericsson ha vuelto a la rentabilidad precisamente de la mano de Android. Y no es la única. Los tres grandes grupos asiáticos, LG, Samsung y HTC se han convertido en actores de relevancia (solo en terminales), pero con el respaldo de Windows Phone y Android, que son los sistemas que alimentan a sus equipos.
La ventaja estadounidense en el móvil se extiende también a otra parcela clave, la de los chips, en este caso bajo el liderazgo claro de Qualcomm. El fabricante, según calculaba la consultora PRTM, ha logrado introducir sus chips en el 77% de los móviles Android. Incluso ya hay quien se atreve a hablar de "Quadroid", un posible duopolio en el mundo de los smartphones similar a "Wintel", el dúo Windows (Microsoft)-Intel, que ha dominado el mercado de los PC en los últimos 20 años.
Lejos de este dominio de Qualcomm, pero con ganas de hacerse sitio en el negocio, está Intel, que también es estadounidense. Los responsables del gigante de los procesadores han señalado una y otra vez que uno de sus objetivos es ganar cuota en el mundo de la movilidad, tanto en los smartphones como en los tablets.
Otra de las áreas donde EE UU puede desplazar a Europa es en las redes. La consultora iSuppli indicaba esta semana que la presión competidora entre AT&T y Verizon y el hecho de que los nuevos terminales arranquen de allí va a contribuir a la expansión de la tecnología LTE (4G). Una visión que compartía esta semana Gloria Touchard, directora de soluciones inalámbricas de Alcatel-Lucent para España y Portugal. Además, las autoridades estadounidenses parecen más concienciadas que las europeas en el peso que pueden tener las nuevas infraestructuras móviles. Barack Obama, presidente de EE UU, presentó ayer un plan para llevar el acceso a internet móvil a alta velocidad al 98% de la población en cinco años. Washington va a aprobar un plan de inversiones de 18.000 millones de dólares para extender estas redes.
En cualquier caso, la pugna entre EE UU y el resto del mundo puede ampliarse. Algunas operadoras han alertado sobre el riesgo de que el sector sea dominado por Apple y Google. Para González y Pérez, no obstante, las operadoras deben tomar posiciones en un mercado que ha girado hacia los contenidos. Algunas como Telefónica ya están dando pasos en esa dirección, aunque el gran proyecto de crear una plataforma conjunta para competir con Google y Apple, anunciada en el Mobile World Congress de 2010 apenas si ha avanzado. Las telecos no deben olvidar, además, que Apple y Google son dos de las firmas más ricas del mundo (la primera con una caja de 60.000 millones y Google con 35.000 millones) y tienen margen para equivocarse.
Hoy, las cifras son abrumadoras. En 2010, Android captó más del 22% del mercado de sistemas operativos para smartphones por un 15,7% de Apple. Nokia, por el contrario, vio como su cuota pasaba del 46,9% a un 37,6%, si bien la pérdida se aceleró en los dos últimos trimestres. Además, dos las tres siguientes empresas del ranking son también estadounidenses, Microsoft y HP, que tras comprar Palm en 2010, está lanzando ahora una ofensiva en el negocio con su sistema operativo WebOS.
"De repente los móviles, que habían estado dominados por Europa con el GSM y el 3G, volvieron a EE UU", sentencia Jorge Pérez, catedrático de la Escuela de Ingenieros de Telecomunicación de la UPM, quien dice que la industria ha cambiado. Para este experto, Apple, con un modelo vertical que va del chip a las aplicaciones, "descubrió el internet móvil de verdad", mientras Google, con un modelo abierto con Android, "se está comiendo el mercado en términos cuantitativos".
En esta línea, Iván González, director de Penteo, explica que las empresas estadounidenses se han posicionado como líderes globales frente a las europeas y a las asiáticas "porque están siendo más rápidas a la hora de innovar y de llevar esa innovación al mercado". Para González, Nokia ha cometido un error: "Ha seguido centrada en el dispositivo, cuando la innovación está ahora en los contenidos. Lo que manda sobre todo en estos momentos son los millones de aplicaciones que crean experiencias alrededor de los dispositivos móviles, y ahí Nokia se ha quedado perdida".
Para el experto de Penteo, el fabricante nórdico necesita a corto plazo establecer una alianza para tener productos en el mercado competitivos. Y un acuerdo con Microsoft, señala, puede ser un buen mensaje en esa dirección. "Paralelamente debe decidir por qué plataforma va a apostar y ponerse a innovar", comenta.
Lo cierto es que Nokia ha quedado como único fabricante europeo de móviles tras las retiradas de Alcatel y Ericsson, que integró su actividad en este negocio con Sony. Tras una larga travesía de retroceso, Sony Ericsson ha vuelto a la rentabilidad precisamente de la mano de Android. Y no es la única. Los tres grandes grupos asiáticos, LG, Samsung y HTC se han convertido en actores de relevancia (solo en terminales), pero con el respaldo de Windows Phone y Android, que son los sistemas que alimentan a sus equipos.
La ventaja estadounidense en el móvil se extiende también a otra parcela clave, la de los chips, en este caso bajo el liderazgo claro de Qualcomm. El fabricante, según calculaba la consultora PRTM, ha logrado introducir sus chips en el 77% de los móviles Android. Incluso ya hay quien se atreve a hablar de "Quadroid", un posible duopolio en el mundo de los smartphones similar a "Wintel", el dúo Windows (Microsoft)-Intel, que ha dominado el mercado de los PC en los últimos 20 años.
Lejos de este dominio de Qualcomm, pero con ganas de hacerse sitio en el negocio, está Intel, que también es estadounidense. Los responsables del gigante de los procesadores han señalado una y otra vez que uno de sus objetivos es ganar cuota en el mundo de la movilidad, tanto en los smartphones como en los tablets.
Otra de las áreas donde EE UU puede desplazar a Europa es en las redes. La consultora iSuppli indicaba esta semana que la presión competidora entre AT&T y Verizon y el hecho de que los nuevos terminales arranquen de allí va a contribuir a la expansión de la tecnología LTE (4G). Una visión que compartía esta semana Gloria Touchard, directora de soluciones inalámbricas de Alcatel-Lucent para España y Portugal. Además, las autoridades estadounidenses parecen más concienciadas que las europeas en el peso que pueden tener las nuevas infraestructuras móviles. Barack Obama, presidente de EE UU, presentó ayer un plan para llevar el acceso a internet móvil a alta velocidad al 98% de la población en cinco años. Washington va a aprobar un plan de inversiones de 18.000 millones de dólares para extender estas redes.
En cualquier caso, la pugna entre EE UU y el resto del mundo puede ampliarse. Algunas operadoras han alertado sobre el riesgo de que el sector sea dominado por Apple y Google. Para González y Pérez, no obstante, las operadoras deben tomar posiciones en un mercado que ha girado hacia los contenidos. Algunas como Telefónica ya están dando pasos en esa dirección, aunque el gran proyecto de crear una plataforma conjunta para competir con Google y Apple, anunciada en el Mobile World Congress de 2010 apenas si ha avanzado. Las telecos no deben olvidar, además, que Apple y Google son dos de las firmas más ricas del mundo (la primera con una caja de 60.000 millones y Google con 35.000 millones) y tienen margen para equivocarse.
Dell, un caso similar al de la finlandesa
La pérdida de liderazgo que ha sufrido Nokia es dramática, pero no es la primera empresa que cae desde lo más alto. Un ejemplo claro es Dell Computer, recuerda Iván González, director de Penteo. Este gigante estadounidense, que dominó en los años 90 el mercado de PC y portátiles, ha pasado su propio calvario tras verse sobrepasado por un fabricante hasta entonces de menor relieve como era la taiwanesa Acer.Dell basó su éxito en su eficiencia operativa; era una empresa tremendamente eficiente, que entregaba sus productos en plazos muy breves y al gusto del cliente. "Pero se quedó encajado en ese eje de competencia, y cuando sus rivales fueron consiguiendo su excelencia operativa dieron al mismo tiempo un salto hacia la innovación de producto que Dell no fue capaz de seguir", continúa González.
Para este experto, algo similar le ha pasado a Nokia, "que ha seguido basando su apuesta en el dispositivo cuando la innovación se está centrando desde hace tiempo en las aplicaciones que pueden crearse alrededor del móvil". Aún así, González recuerda otro dato que puede dar esperanzas a Nokia. "Apple pasó también 15 años de travesía de desierto. En los 80 tuvo un papel preponderante, después tuvo un paréntesis, y desde hace unos años ha vuelto a resurgir con una fuerza tremenda, cuando entendió la informática de forma distinta".
Silicon Valley domina casi todas las 'piezas' de los nuevos negocios
La nueva oleada de aplicaciones y servicios vinculada a la telefonía móvil -y que realmente le hacen ser tan estratégica- también está en manos estadounidenses. Por ejemplo, las redes sociales, una de las prestaciones más demandas por los usuarios, son norteamericanas bajo el control de Facebook y Twitter. En las búsquedas móviles se repite el dominio que hay en las búsquedas en internet con las norteamericanas Google y Yahoo, al igual que sucede en los vídeos, donde Youtube (Google) es una aplicación típica de smartphones y tablets.Y lo mismo sucede en el comercio electrónico. Un ejemplo es Amazon, que está extendiendo su aplicación Kindle por la mayoría de dispositivos móviles. El iPhone y el iPad fueron de los primeros pero, este miércoles, una de las aplicaciones que destacó HP en la presentación de su TouchPad fue la de acceder a los libros de Amazon.
Este poderío de EE UU también puede contribuir al impulso de negocios. Quizá el ejemplo es el del pago por móvil. Los expertos del sector coinciden en que el aterrizaje de Apple y Google en la tecnología NFC, que están introduciendo en sus nuevos equipos, puede ser decisivo para que los smartphones sean una herramienta de pago en los próximos años.
Cinco Dias